Sociodemografía del Gran Valparaíso
El profesor Carlos Valdebenito presentó un interesantísimo atlas del área metropolitana a partir de la información censal de 1992 a 2017. Esta fragmentación pareciera ser un proceso dinámico, que debiese remodelarse a través de la profusión de asentamientos informales en los cerros de Viña, Valparaíso y la comuna de Quilpué.
La vicerrectoría académica de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso presentó el último miércoles, junto con la remodelación de su casa central de avenida Brasil, su Atlas Sociodemográfico del Área Metropolitana de Valparaíso en base a los censos realizados entre los años 1992 y 2017, de autoría del profesor Carlos Valdebenito, cuya presentación antecedió a la del subsecretario de Desarrollo Regional, Nicolás Cataldo.
En sus más de 140 páginas de gran formato y edición de lujo, el trabajo del profesor Valdebenito intenta -y vaya que lo logra- describir "transversal y longitudinalmente la huella en el espacio residencial de las significativas transformaciones socioeconómicas, demográficas y urbanísticas-residenciales de las últimas tres décadas".
De esta forma, Valdebenito analiza la estructura y dinámica sociodemográfica de las ciudades y las (de) construye diligentemente a través del software Redatam 7 de Celade, División de Población de la Cepal, herramienta que realiza las tareas de procesamiento y difusión de estadísticas y censos en el subcontinente.
Así, se abordan seis dimensiones en igual número de capítulos: estructura demográfica, tipos de hogar, movilidad residencial, estratificación socioeducativa, actividad económica y tipos de vivienda. Todos ellos son abordados por intermedio de una serie de indicadores propios del área de estudio (Arquitectura, Trabajo Social, Planificación Territorial y Gestión Ambiental, y Geografía; el autor integra la Escuela de Trabajo Social y el Instituto de Geografía de la PUCV).
Entendiendo que no hay nada más visual que la demografía y la urbanización, el autor integra numerosas láminas, mapas, tablas y clústeres que llevan a interesantes conclusiones finales, tales como que la diferenciación social del espacio residencial del Gran Valparaíso en el último cuarto de siglo respecto de las metrópolis latinoamericanas se ve alterado por la segunda transición demográfica y la turistificación de su parque de viviendas particulares.
Otros fenómenos como el auge inmobiliario y las inversiones infraestructurales del Estado han alentado transformaciones significativas, contradictoriamente incrementando y reduciendo el patrón socioeconómico de segregación residencial por medio de la expansión urbana, la densificación con cambio de uso de residencia y la densificación que usa el suelo residencial remanente.
Esta fragmentación de la cual habla Valdebenito pareciera ser un proceso dinámico, que claramente debiese remodelarse a través de la profusión de asentamientos informales en los cerros de Viña del Mar y extensas áreas de Valparaíso y Quilpué. Por lo pronto, queda la interrogante de si la Subdere, el Gobierno o quien sea, utiliza estadísticas como éstas para el diseño de sus políticas públicas.