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ENTREVISTA. Sebastián Jans, Gran Maestro de la Gran Logia de Chile:

"Nos preocupan los acuerdos para una nueva Constitución"

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Cristián Rojas Molina

Hasta el Palacio Vergara de Viña del Mar llegó el Gran Maestro de la masonería chilena, Sebastián Jans, para encabezar la inauguración de la exposición "Gran Logia de Chile: 160 años de trascendencia", un recorrido por la historia que destaca el aporte de la tradicional institución en la construcción de la nación a través de miembros relevantes de la Orden en la política, la medicina y la cultura. En la ocasión aprovechó de conversar sobre los temas que inquietan actualmente a la organización que lidera desde el año 2018, donde este año fue reelecto por un nuevo periodo que se prolongará hasta 2026.

"Uno de nuestros objetivos era poder mostrar esta exposición en la Región de Valparaíso, y en ese sentido, conversamos con las autoridades de la Municipalidad y tuvieron una muy buena recepción a la idea, y para nosotros es de alta significación poder hacer esta muestra en el Palacio Vergara, porque es un espacio cultural importante y porque tenemos esa condición de relación histórica con José Francisco Vergara", destacó de entrada.

- Desde hace unos años han venido realizando con mayor frecuencia actividades abiertas a la comunidad, la masonería ha perdido ese halo de misterio que la rodeaba. ¿Es parte de una política institucional?

- Bueno, venimos desde hace varios años desarrollando iniciativas que proyecten a la institución, para que haya mayor conocimiento de ella. Yo diría que, fundamentalmente, tiene que ver también con los tiempos, las instituciones tienen que mostrarse abiertamente dentro de las sociedades, ayuda a la transparencia y ayuda a entender también los roles que juegan y sus particularidades. La nuestra es una institución esencialmente ética, con un carácter fuertemente humanista, republicano, y en ese sentido, no tenemos por qué esconderlo, tenemos que demostrar lo que somos y lo que hemos sido a través del aporte de personajes que hoy día tienen carácter de histórico.

- A propósito de ir acorde con los tiempos, ¿Cómo ha sido el avance de la mujer dentro de la masonería chilena?

- Nosotros hemos hecho un claro reconocimiento sobre el derecho de la mujer a la iniciación, y ello se expresa a través de lo que es la masonería femenina, la Gran Logia Femenina de Chile es una institución hermana nuestra que se ha consolidado en las principales ciudades del país, con la cual tenemos una relación de cooperación muy estrecha. Y también hemos ido consolidando una aceptación de lo que significa la masonería en su expresión mixta, donde también hay una labor institucional de la Gran Logia Mixta, que está constituida por logias en distintos lugares del país, y que valoramos ampliamente.

- ¿Cree que en el futuro la masonería chilena pueda estar constituida sólo por logias mixtas?

- En este momento por lo menos, yo diría que a nuestras hermanas de la Femenina les gusta estar ellas en su logia. Yo creo que los tiempos van a tener que dar una respuesta frente a ello, hoy día lo que nos corresponde sobre todo es trabajar para tener una sociedad mucho más dialogante, esos son los desafíos que tenemos con una mayor demanda, colaborar al reencuentro en nuestro país, construir condiciones de convivencia, y los desarrollos institucionales van a ocurrir en la medida también que podamos colaborar para resolver los problemas y las comprensiones de las problemáticas que hoy día hay entre las distintas miradas, de género, etcétera. Es algo que hay que vivir y desarrollar, pero siempre pareciera haber otras urgencias que se expresan con más fuerza en nuestras preocupaciones.

- ¿Qué temas están preocupando mayormente a los masones en Chile en la actualidad?

- Hoy día tenemos mucha preocupación en cuanto a los acuerdos para avanzar hacia una nueva Constitución, esperamos que esto se pueda resolver, porque a nosotros nos importa mucho. En el caso de nuestra institución se hizo una reflexión el año 2019, en una convención nacional que hicimos, y para nosotros tiene cierto nivel de mandato a partir de lo que fue la expresión de la amplia mayoría de nuestros miembros. Tenemos esa visión de que hay que resolver la crisis de nuestro país partiendo por resolver el problema constitucional, porque ello también es una forma de contribuir a la paz social. Hay muchos problemas que resolver en nuestro país, pero el marco constitucional es muy importante, pues de allí se desprenden leyes y distintas acciones del Estado.

También estamos preocupados, con una mirada de reflexión, sobre lo que pueda significar el año próximo por los elementos simbólicos que están involucrados en relación con lo que fue la pérdida de la democracia en 1973, y sus consecuencias sobre mucha gente. Nos interesa que haya un espíritu distinto para abordar ese tipo de conmemoraciones, pensando siempre que, en definitiva, lo que tenemos que hacer es tratar de resolver los problemas que tenemos y construir miradas comunes en aquellos aspectos que son fundamentales. Nos preocupa que surjan tensiones nuevamente, a partir de miradas históricas que no son precisamente conducentes a resolver los desafíos que hoy día tenemos.

- En su discurso de inauguración de la exposición usted mencionó que en Chile somos una sociedad muy contradictoria. ¿Cree que una expresión de aquello fue el estallido social en que la gente exigía una nueva Constitución, luego un plebiscito de entrada en que el Apruebo arrasó, y finalmente un plebiscito de salida en que ganó el Rechazo?

- Bueno, yo creo que los procesos sociales, los fenómenos sociales hay que saber entenderlos, es fácil decirlo así, pero no es simple, hay que hacer una reflexión bastante profunda. Creo que la gran mayoría de nuestro país quiere que haya una Constitución distinta, pero claramente no la quiere a partir de una nueva tensión, de un nuevo espacio de confrontación. Cuando se desarrolló el proceso constituyente con la Convención, no se supo equilibrar bien aquellos aspectos que tienen que ver con la tradición política chilena y aquellos aspectos de innovación, nuevas miradas que hay que considerar, ya que son muy importantes, pero no hubo un equilibrio en aquello, entonces hubo una mirada que fue, a lo mejor, no adecuadamente de valoración a lo que representaban ciertas tradiciones de la política chilena y que le han dado prestigio a Chile como un país con instituciones fuertes en muchos aspectos. Esa capacidad de entender el equilibrio entre la tradición y lo que había que cambiar, seguramente no tuvo una respuesta adecuada y la gente lo entendió así.

-¿Los cambios propuestos fueron demasiado radicales?

-Uno conversa con distinta gente y había aprensiones importantes. En nuestro país el ciudadano común quiere cambios, pero sobre la base de una velocidad que sea adecuada a la propia capacidad de entender esos cambios, entonces hubo muchas de las ideas concebidas allí que el ciudadano común no las entendió, o no compartió con ellas. Hay que sacar las lecciones y buscar que haya el mayor diálogo en este proceso. Hay que aprender que existen cosas que a veces no deben tensionarlas tanto ni exacerbarlas, porque el sentido común de la gente termina imponiéndose.

"El equilibrio entre la tradición y lo que había que cambiar, seguramente no tuvo una respuesta adecuada y la gente lo entendió así".

"En la Convención no se supo equilibrar bien aquellos aspectos que tienen que ver con la tradición política chilena, y aquellos aspectos de innovación".

Vecinos celebran que se desechó el parque eólico

QUINTAY. Proyecto se iba a emplazar en el cerro más característico del paisaje.
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La empresa AES Andes retiró su proyecto de parque eólico en Quintay del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), iniciativa que pretendía inyectar energía eléctrica al Sistema Interconectado Central, decisión que fue celebrada por la comunidad de la localidad costera perteneciente a Casablanca.

"AES Andes ha decidido desistir de la tramitación ambiental del proyecto eólico Cerro Piedra, ya que el factor de planta de la iniciativa no resultó ser tan atractivo como se esperaba y, hasta esta fecha, la zona no dispone de un punto de interconexión", señaló la empresa a través de un comunicado.

Al respecto, la presidenta de la Junta de Vecinos de Quintay, Naomi Porras, señaló que "estamos muy contentos con la información, porque responde a los meses de trabajo investigando, haciendo observaciones que tuvieron que ver con la biodiversidad, con lo visual, con lo que significa para nosotros el cerro Curauma. Como Junta de Vecinos hicimos el levantamiento de la información sobre la flora y fauna existente en el lugar, así que esperamos que no se vuelva a intentar instalar allí otro proyecto".

"estamos felices"

En tanto, la presidenta del Comité Ambiental Comunal de Casablanca, Isabel Tagle, manifestó que "estamos felices, pues trabajamos para que no se concretara este proyecto. Creemos que Chile conservó un lugar turístico bellísimo, ganó Quintay, ya que no perdió su belleza paisajística, no se depredó el medio ambiente, lo que era un espanto porque el tayú, un árbol del género Dasyphyllum, es una especie que tiene 50 millones de años, una especie fósil que en 10 años crece 20 centímetros, y resulta que iban a talar 200 especímenes de más de 10 metros de alto, o sea, tienen centenas de años. Y además es una especie que está en peligro, según consigna el Ministerio del Medio Ambiente".

Agregó que "aparte iban a talar otro bosque nativo de preservación, con especies como el naranjillo, el olivillo y una planta geófita que es tremendamente escasa. Entonces se ganó en medio ambiente y en calidad de vida".

"oposición acérrima"

En ese sentido, Tagle precisó que las observaciones que presentaron al SEIA apuntaron "a todos estos aspectos, desde la Junta de Vecinos y desde el Comité Ambiental tuvimos una oposición acérrima a este proyecto, y en las participaciones ciudadanas que hicimos la empresa desconocía estos aspectos absolutamente, entonces creo que tomaron una excelente decisión".

Por su parte, el abogado que representa a ambas organizaciones, Gabriel Muñoz, detalló que "la declaración del tayú como un árbol milenario fue un óbice que no pudo contrarrestar el Estudio de Impacto Ambiental, porque proponían la tala de estos árboles y ponerlos en otro lugar, pero iba a ser un daño ambiental, entonces, más allá de la voluntad de la empresa, la comunidad empoderada, a través de las observaciones encontró junto a este abogado vicios legales y ambientales de forma y de fondo que hicieron que la empresa desistiera de este proyecto".

El jurista hizo notar que "en el caso del tayú hay una causa penal abierta por la tala de aquellas especies en lugares similares".

"Estamos muy contentos con la información, porque responde a los meses de trabajo haciendo observaciones".

Naomi Porras, Pdta. Junta de Vecinos Quintay

75 millones de dólares contemplaba la inversión de la empresa AES Andes en el frustrado proyecto.