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CHOMER EXPRESS El rinconcito de la consentida

POR GABRIELA CHOMER GABRIELA CHOMER
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Ayer me llamó uno de mis jefes, más conocido como el Zorro Plateado, primo del Tate Quieto, para conminarme a escribir en mi día libre.

-Mijita, vamos a entrar a necesitar una suerte de "Chomer express" -me dijo, muy suelto de cuerpo, como si el arte de reportear y redactar esta columna fuese similar a una fábrica de salchichas y la Gabrielita no tuviese vida.

Pues bien, como tampoco tengo mucha y las lucas precisamente no sobran por estos días, presté oreja a su marcado intervencionismo y, para ser sincera, el cahuín no era nada de malo. Todo lo contrario.

Pasa que el miércoles por la tarde, en esas sesiones de directorio de la Corporación de Turismo Valparaíso Región, que generalmente son una soberana lata y que siempre han sido por Zoom, salvo en esta extraña y sospechosa ocasión, en la sala de reuniones del piso 19, el gobernador regional, Rodrigo Mundaca, llegó con los monos y les pidió el cargo a los directores que representan a los consejeros regionales (el director del Museo Baburizza, Rafael Torres; la core Sandra Miranda; el gerente de las Termas del Corazón, Alejandro Bernales; y el director de relaciones institucionales de la PUCV, Gianni Rivera) y también a los privados (Pier-Paolo Zaccarelli, María Teresa Solís, Marco Brauchy y Verónica Castillo), ante lo cual todos los miembros pusieron sus cargos a disposición y se anunciaron elecciones de la mesa para el 13 de enero. Así, el Core deberá ratificar o proponer nuevos nombres.

No es todo. El gobernador también la agarró con el equipo ejecutivo, liderado por Francisco "ojitos de piscina" Godoy, de quien alegó que ganaba mucho, y también con sus colaboradores, que para qué vamos a andar con cuestiones, son como dos o tres nomás y tampoco ganan tanto.

Ante la incómoda situación, el directorio pidió continuar la sesión sin los trabajadores presentes y uno de los miembros de la mesa incluso alegó que era una ordinariez hablar de plata, ante lo cual Mundaca accedió y se solicitó la salida de los trabajadores, solo para que el gobernador terminara comparando su propio sueldo con el de Godoy.

La movida, me cuentan, apunta a que el ingeniero agrónomo de la Universidad de Matanzas "Camilo Cienfuegos" pretendería instalar a alguno de los suyos en ese deseado espacio, de corte público-privado, pero tremendamente influyente en el reparto de dineros por parte del Consejo Regional y su correspondiente exposición pública ad portas del verano. Esto, porque Mundaca considera -erróneamente, hay que decirlo- a Godoy como un operador político del exintendente Jorge Martínez, quien nunca se interesó mucho por la Corporación, rara vez asistía a sus directorios y siempre tuvo otra candidata para el cargo.

Otro director se manifestó ofendido por el trato recibido, habida cuenta de que el directorio no es remunerado, los malos ratos ya son pan de cada día y el estacionamiento que hay debajo del Gobierno Regional ya está cobrando más de 8 mil pesos por las cuatro horas que dura la sesión. Además, los sándwiches de miga estaban medios latigudos para esas altas horas de la tarde y las altas temperaturas causaban escozor en el salón de reuniones del piso 19.

Al finalizar la reunión, Mundaca citó al director Rivera a su oficina, contigua a la sala de reuniones, para intentar bajar los decibeles y negociar alguna alternativa.

Al final del día, se dice que la llave maestra la tendrían, cómo no, los Cuatro Jinetes del Apocalipsis (los influyentes, sobreexpuestos y mañosos cores Roy Crichton, Percy Marín, Manuel Millones y Manuel Murillo), quienes definirán quién seguirá o no en la Corporación y si el embate contra "ojitos de piscina" fue solo un exabrupto o, definitivamente, hay algo más debajo de la mesa.


Sismo en la Corpo

De esta agua no beberemos

POR LUIGINA PRUZZO, PRESIDENTA DE LA CÁMARA DE TURISMO DE OLMUÉ
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La Cooperativa Granizo de Olmué quedó esta semana con sus pozos secos, dejando a 3.000 familias más sin suministro de agua.

La situación ha generado que la empresa comience a comprar agua a terceros para poder abastecer los estanques comunitarios, alcanzando a cubrir un porcentaje mínimo de clientes.

La comuna de Olmué tiene ya 4.500 familias que son abastecidas por la municipalidad a través de camiones aljibe, acción obligada producto de la sequía, la deficiente gestión de algunas cooperativas y los eternos estudios de la Dirección de Obras Hidráulicas. Hoy se entregan escasos 50 litros de agua diarios por persona, lo que, claramente, es una cantidad irrisoria que deteriora cada vez más la calidad de vida de los olmueínos.

En el caso del Turismo, como gremio que agrupa a los establecimientos formales, llevamos tres años trabajando en el uso eficiente del agua. Cabe destacar que nuestros asociados no se abastecen de las cooperativas, sino que de la compra externa de agua o pozos propios, sumado a las inversiones realizadas en plantas de tratamiento, reciclando más del 80% de las aguas grises para riego, ya que la ley no nos permite otro uso. Adicionalmente, esta temporada instalaremos un nuevo sistema de monitoreo piloto, así como haremos campañas internas con los pasajeros para el cuidado de este vital elemento, acciones que, por lo demás, no son suficientes.

Uno de los frentes abiertos es la complicación de los arriendos informales, ya sea por la construcción irresponsable de cabañas y/o en el descontrol del uso del agua, problema que no se fiscaliza.

Para Olmué, la principal actividad económica es el turismo y la comuna ha liderado pospandemia los mayores porcentajes de ocupación durante el año, lo que nos convierte en un destino turístico consolidado en la región, generando esta triste y desesperante dualidad con el grave problema del agua.

Desde el gremio vemos cómo el alcalde Jorge Jil hace grandes esfuerzos por compatibilizar ambos temas, pero también percibimos que las autoridades regionales y nacionales no han tomado decisiones radicales o definitivas para solucionar la sequía. Mesas por aquí, mesas por allá, grandilocuentes discursos, el monotema de los camiones aljibe, pero soluciones definitivas, al menos nosotros, no vemos.

El paseo de los camiones aljibe por las calles es común, los que, por lo demás, no dan abasto para abastecer a toda la comuna, sumado a que se ha transformado en un negocio sin control para quienes se ven obligados a comprar, primero, por el alza de precio y, segundo, porque no se sabe la procedencia del agua.

Hace años Esval podría estar abasteciendo a Olmué con agua potable, pero la infraestructura para eso, con un costo del orden de $8 mil millones, nadie ha estado dispuesta a asumirla. La única solución definitiva que se vislumbra es la planta desaladora de Aguas Pacífico, empresa privada que ya firmó convenios con Olmué para abastecer de agua a la población a través de estanques, pero no antes de tres años.

Por otra parte, desde el 2019, año que se discute en el Congreso el reglamento de la Ley 21.075 para el uso de aguas grises y negras, dejando hasta ahora fuera el uso doméstico o agrícola de éstas, contando incluso en Chile con tecnología de primer nivel para hacerlo. Esta norma tampoco detalla cómo se llevaría a cabo su regularización, por lo que hoy cualquier intento de reutilización no estaría aprobado por el Ministerio de Salud.

Entonces, ¿seguimos con los discursos y titulares en prensa, o sacrificamos al turismo, como chivo expiatorio, para seguir entregando estanques y unos cuantos litros de agua a la población como acto de eficacia pública?