Cuando Jonah Hill convirtió en película toda su terapia
En el documental "Stutz" el actor protagonista de "Super Bad" sorprende con un tono intimista que reflexiona sobre la profundidad del vínculo entre paciente y terapeuta. Está en Netflix.
En 2018, Jonah Hill ("Super Bad") demostró que es más que un actor de comedias cuando estrenó "En los 90", su ópera prima como director, una película de crecimiento sobre un pre-adolescente que resiste los embates de la vida mientras descubre la rebeldía, el alcohol, el sexo y la amistad. Ahora, tras una lucha contra sus propios demonios, nos sorprende con "Stutz", documental que acaba de aterrizar en Netflix.
Decir que la película se trata de un retrato del psiquiatra Phil Stutz, terapeuta del actor por más de 5 años, no sería suficiente aunque él mismo reconstruye su historia personal, deteniéndose en sus vínculos familiares, caídas y enfermedad (padece de Parkinson), sus pérdidas y las iluminaciones que lo llevaron a idear un método propio. Tampoco es una radiografía emocional de Jonah Hill, a pesar de que confiesa sus traumas (principalmente la relación con el sobrepeso y los estereotipos del cine) e invita a su madre para saldar asuntos no resueltos. "Stutz" es, más bien, un retrato sobre el vínculo íntimo que se da entre psiquiatra y paciente. En este caso, es una relación cercana a la amistad en la que abundan las confesiones, el afecto y las bromas.
En segundo lugar, el documental funciona como una terapia para el propio espectador. Los conceptos que desarrolla Stutz quedan escritos en la pantalla como si fuese un pizarrón. Claro, elocuente y pragmático en la tradición americana (un psiquiatra convencional podría tildarlo de charlatán), el terapeuta explica básicamente cómo se puede activar la fuerza interior para generar cambios y combatir el negativismo que nos hunde.
Pero en tercer lugar, y esto es lo más interesante, el filme desenmascara las mentiras del cine en beneficio de la verdad que debe imperar en las terapias. En algún momento, Hill muestra que la consulta que vemos es en realidad un set construido gracias a las bondades de la pantalla verde. La falsedad del cine va dirigida a los espectadores pero también -y en esto radica la preocupación del actor- al propio psiquiatra, quien debe adaptarse a los artificios en beneficio del proceso. Entre el blanco y negro y el color, Hill revela el engaño como parte de la actitud confesional que debe tener ante el especialista.
Un detalle interesante de "Stutz" es que, en un punto, el psiquiatra se convierte en el paciente y Hill en el terapeuta. El actor lo somete incluso a una sesión de sueños que vuelve realidad gracias a los efectos del cine.
Finalmente, si se quiere, el documental es también una obra sobre perder hermanos. Tanto Stutz como el actor han debido lidiar con la muerte de los suyos y llama la atención que en la producción esté Joaquin Phoenix, quien en 1993 enfrentó el trágico fallecimiento del icónico River Phoenix. La película está, de hecho, dedicada a "nuestros hermanos".
Aunque la cinta podría parecer una rareza dentro de la filmografía de Hill, se podría decir que su obra -como actor y director- se ha inclinado siempre hacia la hermandad, tanto la sanguínea como la adquirida a través de la amistad. "Bromance", lo llamaban en una época para referirse a todas aquellas películas que retrataban vínculos afectivos intensos entre hermanos y camaradas. "Stutz" demuestra, en última instancia, que también podemos llegar a ser amigos de nuestros terapeutas.
El actor jonah hill documentó su terapia con phil stutz en un set de filmación.
dato útil
En librerías chilenas se puede encontrar "El Método" (Editorial Grijalbo), el libro más famoso de Phil Stutz.
Por Andrés Nazarala
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