El lunes 30 a eso de las 16.30 horas fueron llegando los famosos directores de la hoy tan famosa Corporación Regional de Turismo CRTV hasta las dependencias de la Gobernación Regional. Todos lo hicieron a través del ascensor desde el piso 1 de la calle O'Higgins, hasta el piso 19 del edificio que alberga tanto a la Delegación Presidencial como al Gobierno Regional.

Todos los directores esperaron fuera del ascensor, hasta que la siempre amable secretaria Eliecena los recibió de manera muy cordial, ofreciéndoles café, té y agua. Pero, como dirìa Carlos Pinto, nada hacía presagiar la escadalosa tormenta que se cernía sobre sus cabezas.

Según pude saber, esa reunión extraordinaria se organizó a última hora y a petición de todo el directorio, pues se habrían enterado por El Mercurio de Valparaíso de que Mundaca, quien preside la CRTV, había comprometido $250 millones a la organización del torneo tenístico, denominado ATP de Viña del Mar, sin consulta previa a ningún miembro del directorio.

De acuerdo con mis fuentes la reunión fue muy tensa, pues Mundaca recibió al directorio en compañía de su administradora regional Macarena Pereira y lo que molestó más aún fue que el gobernador solo se limitara a decir que querían traspasar los recursos, antes de entregarle la palabra a Pereira, quien sólo comentó cómo lo harían, no entregando ninguna presentación, ni documento. Luego de ello vinieron las palabras de cada uno de los directores, quienes uno a uno le dijeron de manera unánime que no estaban a favor de traspasar esas platas, principalmente por los siguientes motivos: los gremios, especialmente de Valparaíso que se vieron afectados por la suspensión del Año Nuevo en el Mar -que el mismo Mundaca pidió suspender- no habían recibido aporte alguno del Gore, mientras que ahora se traspasarían recursos para el deporte, cuando la Corporación de Turismo no tenía como mandato la promoción de actividades deportivas. Otro argumento dado fue la pésima experiencia sufrida por el Gobierno Regional de Raúl Celis y especialmente por Sernatur, que hasta el día de hoy tiene bloqueada la recepción de recursos regionales después del traspaso al ATP de Viña del Mar del año 2012, cuando la rendición fue objetada por la Contraloría General de la República.

Otro argumento, igual de fuerte para los directores, fue la manera cómo Mundaca quería hacer las cosas: sin consultarle al directorio y comprometiendo recursos sin mayores argumentos, lo que provocó que todos los directores le dijeran que no y votaran 8-0 en su contra. Ante esto Mundaca, muy molesto, les dijo bueno, ya me queda claro, se termina la reunión, se pueden retirar. Ante lo cual, el segundo vicepresidente, el hoy acusado Gianni Rivera, palomilla como es, le agradeció con marcada ironía los cafés que les ofrecieron en la reunión.

Esa misma tarde, según mis fuentes, la consejera regional del Frente Amplio y entusiasta partidaria del traspaso de los $250 millones al torneo, Tania Valenzuela, se comunicó con el equipo de Mundaca, para decirle que recibiría a la brevedad una carta denuncia contra Gianni Rivera por supuestamente haber pedido ese mismo día por teléfono un "incentivo" para cuadrar los votos en la asamblea recién finalizada.

Para ello, Valenzuela mantuvo comunicación con el presidente de la Cámara de Comercio de Viña del Mar, conocido operador de estacionamientos de superficie en los municipios de Valparaíso, Viña del Mar y Limache, Rodrigo Rozas, quien habría sido el receptor de esa llamada. Sin embargo, Rozas no aceptó firmar la misiva con su denuncia, pero sí estuvo dispuesto a que su nombre fuera en la carta que los organizadores, el extenista Hans Gildemeister y el productor Gabriel Apey, de la empresa HGA Group, enviarían a Valenzuela, para que ella se la hiciera llegar a Mundaca.

Siguiendo con esa línea, los rumores y trascendidos comenzaron el día miércoles por la mañana, cuando Mundaca le informó a su círculo de la carta que tenía en su poder. Con esa misiva atendió el llamado de Radio Bío Bío para comentar lo que estaba ocurriendo e hizo la denuncia. Luego de eso se tomó el tiempo de llamar a todos los directores para informarles de la carta.

Según hemos podido saber, ni Rodrigo Rozas ni su entorno han querido emitir comentarios, pero queda claro que él nunca pensó que esto llegaría a la Fiscalía, sino más bien que ayudaría para revertir la decisión de la CRTV, propósito inicial de la denuncia.

Para sumarle pelos a la sopa, entró en escena el diputado RN Andrés Celis, quien sumó una segunda denuncia acogida por la Justicia y dijo que en las próximas horas conversará con dos informantes que aseguran tener mayores antecedentes que aportar a la acusación.

Gianni Rivera, en tanto, a través de un comunicado negó todos los hechos y comienza a armar un equipo jurídico para probar que existió una maquinación en su contra. Según dicen, el controvertido, tanto amado como odiado dirigente DC, tendría la información suficiente para demostrarlo. No sería extraño que lluevan querellas y que hasta el propio directorio de la CRTV termine declarando por la supuesta "manipulación" que Rivera hizo con sus votos y que terminó con el 8-0 que tanto le dolió a Mundaca.

Cafecito para

Gianni Rivera

Es una de las celebridades más conocidas e influyentes del mundo occidental.

Psicólogo clínico de la Universidad de McGill, docente de las universidades de Harvard y Toronto, prolífico escritor, feroz polemista (su debate con el filósofo esloveno Slavok Zizek es legendario), destacado intelectual y arduo defensor de las ideas de libertad y progreso, pero no de ese progresismo descafeinado y tartufo usurpado por la agenda woke, sino del único posible: aquel que sostiene la autonomía individual y la responsabilidad moral de los seres humanos en un mundo caótico, líquido y carente de sentido.

Jordan Peterson (Fairview, 1962) lo tiene todo para ser un rock star de nuestros tiempos. Sin embargo, inmersos en esta época oscura profetizada por Chesterton, el psicólogo de Alberta ha sido cancelado por defender, entre otras cosas, que el pasto es verde, que las vacas no vuelan y que, con un alto grado de probabilidad, somos gobernados por los seres más ineptos, burdos, abyectos e incompetentes de la escala social.

Por negarse a recitar el mantra de la secta woke, Peterson fue castigado por la Nueva Inquisición primero, con la suspensión de su cuenta en Twitter. Una vez que Elon Musk puso algo de orden en esa plataforma de odio y resentimiento, su cuenta fue "rehabilitada" (sí, igual que en la época del nacionalsocialismo alemán y del fascismo italiano). No obstante, el falso progresismo no iba a claudicar tan fácilmente en sus delirios totalitarios, por lo que Peterson no tardó en ser objeto de nuevas acusaciones que tienen en vilo hasta su licencia como psicólogo.

¿Cuáles fueron los pecados de Peterson? Según los inquisidores del Colegio de Psicólogos de Ontario, haber criticado públicamente el manejo de la pandemia por parte del inefable Justin Trudeau; haber llamado "idiota" a un asesor del primer ministro de Canadá; haber hecho una broma sobre la exprimera ministra de Nueva Zelanda; y supuestos comentarios transfóbicos en contra del actor Elliot Page.

La amenaza de los inquisidores es que, si Peterson no accede a ser "reeducado" por su "falta de profesionalismo en el manejo de redes sociales", arriesga un proceso sancionatorio que puede terminar con la caducidad de su licencia como psicólogo.

Desde luego, Peterson ha declarado públicamente que no se someterá a reeducación alguna por parte de estos admiradores de regímenes totalitarios como los de Mao Tse Tung y Stalin, pero es dudoso que le quiten su licencia.

Aunque son limitados cognitivamente, los neoinquisidores intuyen que no es buena idea convertir a Peterson en un mártir.

Lo que está en juego en el caso Peterson no es sólo la libertad de expresión, sino algo mucho más profundo: nuestra capacidad de autodeterminación y de responsabilidad moral. Si Peterson cae, miles de millones de personas en el mundo caeremos con él. Por eso, porque no queremos al Gran Hermano imaginado por Orwell, todos somos Jordan Peterson.