Las dos almas antes del ajuste regional
Mientras los partidos piden equilibrios y radicar las decisiones en la Región, la delegada enfrenta su primera gran prueba de carácter político.
El inminente (y necesario) ajuste del gabinete regional en el primer aniversario de la asunción del Presidente Gabriel Boric se enmarca, obviamente, dentro de una lógica política estructural que permita -dados los últimos devenires y urgencias- fortalecer la administración de cara a lo que se anticipa un complejo segundo año de Gobierno.
En la Región de Valparaíso ya se ha realizado más de algún cambio producto de nombramientos desacertados o floja gestión de los involucrados. De esta manera, Transportes ya registra dos seremis en menos de doce meses (Enrique Vinet, reemplazado con escándalo y desparramando denuncias de corrupción dentro la cartera, por Benigno Retamal); Salud vio partir a Mario Parada reemplazado por Lorena Cofré; Economía dejó ir a Christian Inostroza, actual candidato radical al Consejo Constitucional (cuyo sucesor aún no ha sido oficializado); Minería terminó removiendo a Julio Zumaeta tras presiones de Convergencia Social por su supuestamente demasiada amable relación con Los Andes Copper, titular del proyecto minero Vizcachitas en Putaendo; y la delegada presidencial provincial de San Felipe, Scarlett Valdés, se vio obligada a renunciar por causas que nadie quiere ni tiene ganas de explicar.
¿Dónde están puestas las miradas para el ajuste? Fuentes del oficialismo apuntan al seremi de Medio Ambiente, Hernán Ramírez, a quien se le cuestiona no solo su gestión en temas tan propios del ADN frenteamplista, sino también su mayor lealtad con el gobernador Rodrigo Mundaca que con el Gobierno.
Otros nombres cuestionados desde el propio oficialismo son los de los delegados de Marga Marga, Fidel Cueto, y de Quillota, José Orrego; además de las seremis de Cultura, Patricia Mix, y de Educación, Romina Maragaño.
Por último, y en un ejemplo de manifiesta dejación, el nombre del director del Serviu aún no es oficializado.
Pese a su característica de "inminente", el cambio de gabinete y autoridades es resistido por parte del oficialismo, que pide "aguantar" el ajuste ante un posible nuevo revés electoral en la elección del Consejo Constitucional del próximo 7 de mayo y tener una especie de "seguro" para tal eventualidad.
Otro factor a tener en consideración es el exponencial fortalecimiento de la delegada presidencial regional, Sofía González, quien ha resultado airosa buscando su espacio entre los egos de Mundaca y Jorge Sharp, la omnipresencia de Macarena Ripamonti, la delincuencia y los incendios. Es el viejo problema de las dos almas. Por algo, el gobernador no fue invitado al cónclave oficialista de Cerro Castillo y luego, molesto, se restó del encuentro regional en la UV de Playa Ancha. No hay espacio para dos. De acuerdo a lo establecido por Mundaca el pasado jueves 23 de febrero, las prioridades regionales son agua y medioambiente; vivienda y habitabilidad; transporte y movilidad; seguridad; y grupos prioritarios. Según el Core, reactivación económica y generación de empleos. De acuerdo con la delegada, en entrevista con este medio publicada ayer, grandes transformaciones sin descuido de las urgencias, con la seguridad como foco.
¿Cuánta incidencia tendrán Mundaca o González en los nombramientos? ¿Quién define las prioridades regionales? ¿Él o ella? Hasta el minuto, y si esto fuera un combate de boxeo, González va ganando por puntos. Y no por pocos.