"Debemos esforzarnos por ser y parecer un organismo técnico y no político"
El viernes se reunieron por primera vez los 24 integrantes de la Comisión Experta elegida por el Congreso y que a contar de mañana se concentrarán en la tarea de elaborar una propuesta de Constitución para Chile. Ese documento será entregado, a su vez, a un Consejo Constitucional que será elegido por la ciudadanía el próximo 7 de mayo y que deberá elaborar el texto definitivo que será plebiscitado el 17 de diciembre.
El plazo que tiene la comisión para su trabajo es breve, de quince días, y seguramente será seguido con mucha atención, sobre todo por la sombra que proyecta el proceso anterior, que terminó con un abrumador rechazo del 62% del país a la propuesta de la Convención.
La abogada Marcela Peredo es una de los integrantes de la Comisión Experta. Estudió Derecho en la Universidad de Talca, es doctora en Derecho por la Universidad de Los Andes y es profesora de Derecho Constitucional e investigadora del Observatorio Constitucional Polis en esa casa de estudios. En esta entrevista, la académica entrega su perspectiva sobre el crucial proceso del que a contar de mañana formará parte.
- ¿Cuáles son sus expectativas con este nuevo proceso que comienza? ¿Avizora dificultades para lograr acuerdos?
- Este nuevo proceso debe devolvernos al camino de la estabilidad democrática y de la unidad. Creo que esas son las expectativas ciudadanas. Nuestro trabajo debe encaminarse a satisfacerlas, dándole a Chile un texto moderno, acorde a los desafíos del siglo XXI, pero que honre y respete nuestra tradición e historia constitucional, los principios generales del derecho constitucional chileno y las mejoras experiencias comparadas. Debe ser también un texto comprensible por los ciudadanos, bien redactado, pulcro. Creo también que debemos hacer un esfuerzo para huir del populismo y de las visiones ideológicas incompatibles con la democracia constitucional. Nuestros acuerdos se orientarán, sin duda, a ofrecer un buen anteproyecto.
- ¿Qué diferencias podrían notar las personas en el trabajo de la comisión de expertos, si se lo compara con lo que fue la Convención Constitucional?
- Después del plebiscito de 4 de septiembre de 2022, las encuestas mostraron consistentemente que los ciudadanos seguían queriendo una nueva Constitución, pero esta vez elaborada con la participación de expertos, de personas que aportasen con sus conocimientos desde la academia y el mundo público. Creo que esta Comisión es una respuesta a esa inquietud de los ciudadanos, y en tal sentido está llamada a actuar técnicamente con respeto a la tradición constitucional chilena, sus valores e instituciones, y respetando los doce principios fundamentales consagrados en el artículo 154 de la Constitución, y así ofrecer a los ciudadanos un texto pulcro, bien redactado, acorde a los estándares de aquella tradición constitucional y de los mejores estándares comparados. Por eso es fundamental que los comisionados no perdamos de vista que somos un órgano técnico, no político. El rol político lo cumplirá el Consejo Constitucional, cuyos miembros serán elegidos por los ciudadanos el próximo 7 de mayo. Por eso quienes integramos la Comisión debemos velar porque ella no se desnaturalice y actúe como debe actuar, es decir, técnicamente, sin caer en componendas o procedimientos ajenos a los propios de un organismo de estas características. Y en esto debemos ser cuidadosos y esforzarnos por "ser y parecer" un organismo técnico y no político.
"estamos esperanzados"
- ¿Ha podido conversar con alguna de las personas que serán sus colegas en la Comisión Experta? ¿Qué piensa del grupo del que formará parte?
- Conozco a varios de los miembros de la Comisión, en particular a quienes como yo provienen del mundo universitario. De hecho, con algunos mantengo contacto académico desde hace tiempo. Quienes provenimos de la academia estamos esperanzados y deseosos de aportar con nuestros conocimientos al trabajo de la Comisión, y estamos seguros que trabajaremos bien con los colegas que aportarán a partir de su experiencia pública. Hay algo interesante que debe resaltarse, en el sentido de que creo que el grupo de comisionados refleja la naturaleza mixta de una Constitución. Las constituciones son de naturaleza tanto política como jurídica. Algunos comisionados estamos vinculados al mundo jurídico-académico, en tanto que otros tienen más vinculación con la experiencia pública. Entre todos debemos trabajar rigurosamente y con espíritu de servicio al país.
- Dado el origen en el mundo académico de una buena parte de sus integrantes, ¿no piensa que puede haber alguna dificultad para que las personas comprendan el trabajo que ustedes desarrollarán? ¿Cómo enfrentar eso proactivamente?
- Es un riesgo, pero pienso que las leyes y las constituciones no tienen por qué ser textos enrevesados e ininteligibles. Creo que deberían estar al alcance de la comprensión de cualquier ciudadano medio. Para esos efectos deberemos poner mucho cuidado en la redacción, respetando las reglas propias de nuestro idioma, y también siendo muy rigurosos en cuanto al fondo. Para redactar una Constitución no es necesario inventar términos o palabras ni acudir a una especie de "metalenguaje", que solo esté al alcance de unos pocos. Obviamente, algunos temas necesariamente son más técnicos, y para ellos deberemos redoblar nuestros esfuerzos para que su desarrollo lo concretemos con un lenguaje claro y prolijo. Y a lo mejor también será parte de nuestro trabajo colaborar en la educación cívica y explicar lo que pueda resultar más complejo. Pero, Chile es un país con mucho sentido común y eso también deberá reflejarse en el trabajo que haremos y en el resultado final. Si tuviera que poner un ejemplo de un texto constitucional bien redactado, me parece que ese ejemplo es la Constitución española de 1978, que es una estupenda muestra de buen uso de la lengua castellana.
Descentralización
- ¿Cuáles espera usted que sean los "nudos" centrales del debate para generar la nueva propuesta de Constitución?
- Hay algunos temas que necesariamente deberemos abordar y que están claramente enmarcados en las doce bases fundamentales del artículo 154 de la Constitución. Sin embargo, en lo que a mí respecta, como persona de regiones, me parece que debemos ser capaces de ofrecer un buen modelo de descentralización territorial, porque el centralismo de nuestro país es impropio de un país moderno y acarrea una serie de dificultades para el desarrollo y para la solución de problemas que varían de región en región. También es necesario afrontar adecuadamente el reconocimiento y protección de los derechos y cultura de los pueblos indígenas. Pero ambos problemas deben abordarse con sentido común, respetando nuestra identidad constitucional y tomando en consideración modelos exitosos. Por tanto, no puede volverse a soluciones como las que nos ofrecía el texto rechazado el 4 de septiembre de 2022, que en la práctica suponía la desaparición del Chile que conocemos y queremos. Otro tema relevante es, a mi juicio, la forma en que debe tratarse el Estado Social de Derecho, concretamente la forma en que deben participar en él los sectores público y privado, o sea, cómo lograr que las prestaciones que éste supone sean de provisión mixta. Estoy segura de que en la Comisión surgirán propuestas interesantes, que deberán ser conversadas a fin de alcanzar las mejores soluciones.
- ¿Hay algún tema de la propuesta que fue rechazada el 4 de septiembre del año pasado que le parezca rescatable? ¿Por qué?
- El capítulo final de reforma constitucional y elaboración de una nueva Constitución me pareció interesante. También era interesante la preocupación que reflejaba respecto de la descentralización y el reconocimiento de los pueblos indígenas. Sin embargo, la receta para tratar estos temas fue desastrosa, porque ponía en entredicho la unidad nacional y multiplicaba la burocracia estatal. También era interesante la intención de proteger el medioambiente, pero nuevamente su concreción fue incorrecta. Pero debo decir que en mi opinión el proyecto rechazado en el plebiscito de septiembre era francamente malo.
- En esa misma línea, ¿qué errores del proceso anterior no debieran cometerse en la construcción de la propuesta constitucional?
- El nuevo proceso parte con varias ventajas. La primera consiste en que sabemos qué es lo que los chilenos no quieren ni admiten, por ejemplo, la plurinacionalidad, el debilitamiento de la
"Este nuevo proceso debe devolvernos al camino de la estabilidad democrática y de la unidad. Creo que esas son las expectativas ciudadanas. Nuestro trabajo debe encaminarse a satisfacerlas, dándole a Chile un texto moderno, acorde a los desafíos del siglo XXI".