Una historia de más de 60 años llevando el mundo de los muñecos por Chile y el mundo
En 1958 fundaron la compañía Teatro Tradicional de Títeres de Chile innovando tanto en las historias que contaban como en las técnicas, además de brillar en televisión.
"Yo fui el culpable", confiesa Jaime Morán a la hora de preguntarle por qué junto a su esposa, María Luisa Morales, decidieron hacer una carrera ligada a los muñecos que los llevó a fundar la compañía Teatro Tradicional de Títeres de Chile en 1958. Según cuenta, aún estaban estudiando en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile (1952 - 1957), cuando "nos invitaron a ver una compañía argentina de títeres (...). Eran unos títeres que no conocía, porque había visto títeres, pero no de esa calidad", asegura, rememorando que se trató de una adaptación de Fausto (Goethe) realizada por uno de los maestros trasandinos de la disciplina, Javier Villafañe.
"Fue un espectáculo de títeres totalmente teatral. Era un teatro en miniatura, un teatrillo corriente, pero la actuación de los muñecos, de los titiriteros fue muy bonita. Primero porque la adaptación fue muy simpática, y segundo porque era para niños", comenta.
Historias y muñecos
Fue así como emprendieron una labor que significó que llevaran sus espectáculos por toda la geografía nacional y también internacional, permitiéndoles estar en Argentina, México y España. Una de las características que tuvo la compañía es que completó su trabajo en las artes escénicas con la investigación, recopilando cuentos, situaciones y leyendas de la tradición oral que luego fueron presentadas por los muñecos. Es así como llevaron a escena populares personajes chilenos como Condorito y Pedro Urdemales, y montaron Huanco el valiente, un cuento de temática mapuche que les permitió ganar el premio a mejor obra en el Primer Festival de Títeres organizado por el Instituto del Teatro de la Universidad de Chile (ITUCH) en 1966.
Cada uno de los muñecos que han nacido de la imaginación de ambos también han sido elaborados por ellos mismos, ejemplo de ello es la Violeta Parra que hicieron y que está en exhibición en el TeatroMuseo del Títere y el Payaso de Valparaíso.
Morán relata que esto se vio influenciado por el escultor porteño Ricardo Santander, quien fue director y conservador de la Escuela de Bellas Artes y del Departamento de Arte y Cultura de la Municipalidad de Viña del Mar. "Yo fui a las clases de modelado y aprendí a modelar greda. Eso me sirvió después, porque nuestros títeres están hechos con una base de greda, después un molde de yeso, y reproducción en látex. Entonces quedan como de goma, pero más duros. Eso mismo lo perfeccioné después en España", comenta.
Fue así como pasaron de hacer los conocidos títeres de guante a utilizar técnicas de marote, varilla y calabazas a mediados de los años '60; mientras que a inicios de 1989 apostaron por los títeres gigantes (de dos metros y medio) para una gira nacional dirigida a adultos con la obra El emperador y los pájaros, una adaptación del cuento de Andersen El emperador y el ruiseñor.
Unidos a la región
Pero los vínculos con la Región de Valparaíso no terminan allí. Uno de los personajes clásicos de la pareja de titiriteros es el Abuelo Moncho -el que se puede conocer a través del canal de Youtube @titeresdechile-, y que nació acá, porque "hacíamos un programa con Luciano Tarifeño, yo llevé este muñeco y no tenía nombre. Entonces, me pregunta cómo se llama el muñeco, porque había que presentarlo, y le digo el Abuelo Moncho porque a mi papá le decían así", y éste había fallecido unos 20 días antes, manifiesta Jaime Morán.
El espacio se llamaba Saber y jugar, conducido por la Tía Patricia (Patricia Undurraga), con quien los Morán Morales ya habían trabajado en TVN. Porque si bien la pareja no fue pionera en la participación en televisión, sí tuvieron una destacada participación en los dos canales ya nombrados, así como en Canal 13.
El Abuelo Moncho, nacido en 1981, se convirtió en un personaje tan importante que se transformó en el maestro de ceremonias en todas las actuaciones que han realizado desde esa fecha y hasta ahora.
Entre las anécdotas que los unen a la región se encuentra que la compañía participó en 1962 como parte de las actividades del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, durante el cual Antonio Prieto se escondía en el teatro de títeres para huir de las fanáticas.
Gracias a su labor hicieron varias itinerancias dentro de Chile, con una muy activa participación de caravanas culturales, junto a cultores del teatro, literatura y música tales como Luis Sepúlveda, Héctor Pavez y Gabriela Pizarro, logrando llegar, por ejemplo, a Chiloé. Más tarde realizan presentaciones en otros países y se establecieron en España durante 20 años.
Sobre esto último, Morán asegura que fue una experiencia "muy buena". Durante cinco años, y bajo el auspicio de la empresa pública de agua potable en Madrid, Canal Isabel II, realizaron una campaña de educación medioambiental acerca del consumo responsable del agua. Además de realizar para el municipio de esta ciudad, y de otros, campañas acerca del reciclado y separación de las basuras. Asimismo, participaron en TVE, siendo la única compañía de títeres extranjera que ha trabajado durante cinco años consecutivos (2000 -2005) en El Conciertazo, programa creado para acercar la música clásica a los niños de manera lúdica. Fue así como nacieron los muñecos de Mozart, Beethoven y Bach, los cuales "tuvieron mucho éxito", manifiesta.
El reconocimiento Con toda esta historia no fue casualidad que ganasen el Premio a las Artes Escénicas Nacionales Presidente de la República en la categoría de narración oral y títeres. Además de estar contentos por el mismo, lo cierto es que ambos consideraron que éste es un reconocimiento también a la labor del titiritero que, hasta hace algunos años, era considerada como el hermano menor en las artes escénicas.
Es más, cuando recibieron el llamado de que eran los ganadores, María Luisa comentó que "era muy importante que las autoridades supieran reconocer esta labor, porque costaba mucho que justamente las autoridades municipales, estatales, lo hicieran", comenta una de las dos hijas que tuvo la pareja que lleva un año radicada en Villa Alemana. 2
Flor Arbulú Aguilera
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