Muerte no puede ser un número más
Asesinato de la meritoria sargento exige pasar de las condolencias a efectivas disposiciones de respaldo y resguardo a la labor policial. La seguridad, un bien perdido. Una crisis de alcance general que afecta, como se comprueba en los hechos, a quienes deben cautelar ese bien.
La crisis de seguridad tiene su epicentro aquí, en Valparaíso. Así los demuestran los hechos, los trágicos hechos. El desafiante narco funeral que obliga a suspender clases en varios colegios, verdadera extorsión a la ciudad; el brutal homicidio de dos comerciantes en Puchuncaví; y, recién, el asesinato de una suboficial de Carabineros que participaba en un operativo ante el asalto a un domicilio, en El Belloto. La víctima es Rita Olivares Raio, de 43 años, con 21 en Carabineros, meritoria en su función, y con hijos de 12 y 15 años. Hay detenidos y un vehículo incautado. Al menos uno de los implicados tiene antecedentes. Huyó de la Cárcel de Valparaíso en 2021 junto a otros delincuentes.
La funcionaria policial fallecida, en medio de los disparos que realizaron los delincuentes al ser sorprendidos, recibió un tiro en la cabeza, disparo letal, pues conducida al Hospital de Quilpué se constató su fallecimiento.
Tras los hechos numerosas expresiones de condolencia, condena del homicidio, presentación de querellas y anuncios de persecuciones implacables. Declaraciones de todos lados, partiendo del Presidente de la República Gabriel Boric y de la vicepresidenta Carolina Tohá. El caso de la suboficial de Carabineros no es nuevo. Lamentablemente es la reiteración de otras agresiones en las cuales los policías han perdido la vida en circunstancias en que cumplían su deber de servicio a la seguridad de la sociedad, de las personas y sus bienes.
La seguridad, un bien perdido. Una crisis de alcance general que afecta, como se comprueba en los hechos, a quienes deben cautelar ese bien.
Y en esa tarea de protección las policías, en este caso Carabineros, están en desventaja.
La delincuencia tiene alto poder de fuego con armas de probada letalidad. En el asesinato de la suboficial Olivares se dispararon decenas de tiros. También están en desventaja legal, pues su facultad de reacción carece de un efectivo respaldo. La reacción policial está en permanente entredicho y muchos sectores políticos satanizan la actuación de los carabineros, lo cual puede limitar la importante tarea de los efectivos, especialmente en materia de orden público. Cuando, tras la muerte de otro funcionario policial el general director de Carabineros Ricardo Yáñez, hizo presente la urgencia de un mayor respaldo parlamentario a la institución, fue fuertemente criticado desde algunos sectores políticos e incluso citado tras sus expresiones por la ministra del Interior y Seguridad Pública, Carolina Tohá. El caso de ayer no puede ser un número más. Hay una brutal violación a los derechos humanos - el derecho a la vida- de una mujer, de una madre, de una trabajadora que se entregó en defensa de ese bien superior que es la seguridad. Ese sacrificio exige respaldo efectivo a Carabineros, dejando de lado esas consignas que matan tanto como las balas.