La violencia escolar vuelve a la palestra hasta con detenidos
EDUCACIÓN. Seremi y especialistas analizan lo que está sucediendo tras hechos que han involucrado incluso armas de fuego en Puchuncaví y Viña del Mar.
Tal como fue el inicio del año escolar en 2022, el retorno a clases de alumnos de enseñanza básica y media para este 2023 ha estado marcado por distintos hechos de violencia que en este primer mes han afectado a la comunidad estudiantil a nivel nacional y regional, y que han puesto en el centro de atención una problemática que tras la pandemia parece haberse profundizado y en la que urgen soluciones y respuestas eficientes.
Durante la semana se produjeron a lo menos tres hechos de violencia en la Región de Valparaíso, específicamente en Puchuncaví, Llay- Llay y Viña del Mar, los que terminaron con dos personas detenidas, según informó la Delegación Presidencial Regional. Respecto al primer hecho una persona fue aprehendida por amenaza con arma de fuego, mientras que en el Colegio Casteliano de Villa Dulce, un menor de 15 años ingresó al establecimiento presuntamente con un arma de fuego, instancia en la que el adolescente habría amenazado a un apoderado. El hecho se habría desencadenado por conflictos que el joven mantenía con otro estudiante del centro educacional, y por lo cual fue detenido.
El tercer hecho de violencia que provocó especial preocupación en las autoridades fue debido a tres estudiantes del Liceo Bicentenario de Llay Llay, los que fueron agredidos por adultos -entre ellos una apoderada- tanto a las afueras como al interior del establecimiento.
Acciones de seremi
Consultada por las acciones que han adoptado desde el Gobierno para enfrentar estos hechos, la seremi de Educación, Romina Maragaño, expresó que "para apoyar en materia de seguridad escolar, el Mineduc envía orientaciones a las comunidades educativas para que éstas elaboren protocolos, según sus necesidades particularidades, y que deben incluir una vinculación con sus redes territoriales, para generar estrategias y mecanismos que permitan asegurar el funcionamiento del proceso educativo ante situaciones de diversa índole. Este protocolo se plasma en el Plan Integral de Seguridad Escolar".
En esa línea, Maragaño agregó que "es importante desarrollar al interior de las comunidades educativas el enfoque formativo de la convivencia escolar, ya que esta se enseña y se aprende a través de una sana vinculación con los miembros que componen un establecimiento".
Aseguró que, producto de los roles fundamentales que la convivencia y la seguridad escolar cumplen al interior de los establecimientos educacionales, es que "se hace necesario ir revisando y actualizando los planes y estrategias en torno a estos temas de manera periódica para promover una cultura de prevención y resolución de conflicto, que garantice que las escuelas y liceos son espacios seguros donde se resguarda el bienestar integral de toda la comunidad educativa".
Causas y soluciones
En relación a las causas de este nivel de violencia en los escolares, Gonzalo Lira, director y docente de la Escuela de Psicología de la Universidad de Valparaíso (UV), indicó que "los incrementos de violencia observados son la manifestación de factores que atraviesan transversalmente la situación actual de nuestra sociedad. Desde un punto de vista social, podríamos catalogar el presente como un momento de anomia y malestar social, caracterizado por un fuerte debilitamiento de las figuras de autoridad, desconfianza en las instituciones, así como bajos niveles de cohesión y adhesión a normas sociales".
Añadió que a lo anterior se suma que "muchos estudios evidencian un deterioro de la salud mental general, y especialmente incrementos de depresión y ansiedad en adolescentes y jóvenes, que influyen en mayores niveles de irritabilidad. Es importante comprender que especialmente escolares y adolescentes se encuentran todavía en una etapa de transición post pandemia".
Respecto a las soluciones que deben adoptar las autoridades, Lira sostiene que no existen respuestas mágicas, pero que es fundamental que asuman un papel de liderazgo y se fortalezca la convivencia en la comunidad escolar.
"Las autoridades deben salir de una posición exclusivamente centrada en la denuncia y visibilización de la violencia. Es necesario asumir un liderazgo que ejemplifique, a través del propio comportamiento, los principios de la convivencia democrática y el privilegio de estrategias no violentas de resolución de conflictos", explicitó.
Educar para la sociedad
En tanto Lillian Loezar Pérez, académica de la UPLA, neuropsicóloga y doctora en neurociencia cognitiva, apuntó que las instituciones políticas deben "revisar sus protocolos de trato y de buena convivencia, desde las comunicaciones evitar mostrar el enfrentamiento como recurso válido de resolución de conflicto; en las organizaciones escolares entrenar en conductas prosociales, ojalá desde temprana edad, educar para la sociedad. El ser humano es un ser gregario por lo que necesita de los otros para existir, desde ahí validar la negociación y la comunicación asertiva".
"Es importante desarrollar al interior de las comunidades educativas el enfoque formativo de la convivencia escolar".
Romina Maragaño, Seremi de Educación