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1866: Crónica de un bombardeo

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Recién a las diez de la mañana del 1 de abril, se extinguió el fuego. Aunque solo hubo un fallecido, las pérdidas fueron millonarias. Tendrían que pasar muchos años para que Valparaíso se recuperara de este ataque cobarde".

Este viernes 31 de marzo se recordó uno de los acontecimientos más importantes en la historia de nuestro país. La guerra de Chile y Perú contra España (1865-1866), que tuvo como corolario el bombardeo a Valparaíso.

No viene al caso entrar en detalles de las razones de por qué nos vimos en este conflicto. El objetivo, en cambio, es rescatar las noticias telegráficas que se transmitieron al mundo con el fin de evidenciar el abuso que estaba cometiendo España.

Ubicada en el edificio que albergaba el convento de los padres franceses, la oficina telegráfica, desde temprano, dio cuenta de este ataque y que aquí resumo en sus aspectos más interesantes:

8:00 - Valparaíso está empavesado como en un día de función presentando un inmenso blanco a las balas enemigas. Reina el mayor entusiasmo.

8:15 - ¡Viva Chile! tal es el grito que se oye en toda la población, contestando a dos cañonazos a pólvora de prevención que ha dirigido la Numancia. Ocupa el centro de la bahía, la Villa de Madrid está al lado de los almacenes fiscales y demás buques españoles distribuidos al lado del puerto. En todos partes, se vitorea la bandera chilena y se iza en muchos edificios particulares.

9:10 - Los godos a esta hora están tocando a zafarrancho, echando vivas a su inmunda reina. Esperamos por momentos el primer bombazo.

9:15 - En este momento rompe el fuego la Villa de Madrid contra los almacenes fiscales y el castillo de San Antonio. El fuego es muy nutrido. A un mismo tiempo se oye el estampido de los cañones y los gritos de ¡viva Chile! que lanzan de todas partes de la población. La cumbre de los cerros y hasta la de las casas se ven llenas de gente.

10:05 - A pesar de las bombas no se nota todavía incendio. Digan esto al pueblo a gritos para que sepan todos lo que hacen nuestros miserables enemigos.

10:50 - El cañoneo parece ejercicio de fusilería, llega a hacer temblar la tierra, pero no el corazón del chileno, quien jamás tiembla en situación alguna y menos en presencia de canallas como son los godos, dignos súbditos de su miserable reina.

10:55 - Todos los fuegos están sobre la estación y aduana. La Vencedora hizo reventar en la bolsa una bomba que acaba de dar en la intendencia.

11:10 - Hay incendio en la calle Cochrane y la Planchada. Principia a incendiarse la Bolsa. El fuego ha cubierto las dos aceras de la calle Cochrane.

11:26 - Los bandidos hacen mucho por botar nuestro pabellón del castillo y fijan todos sus fuegos sobre los almacenes fiscales.

12:00 - Se hace fuego con bala rasa y metralla sobre todos los puntos de la población. Se han recogido balas en el hospital y cerca de la Matriz. Gran parte de la Bolsa ha sido derribada y se dispara mucho sobre la Intendencia. La estación del ferrocarril es atacada por la Resolución. En la población reina el orden más completo y la mayor serenidad. Los gritos que se oyen son de ¡viva Chile!

12:20 - Los miserables se deshacen a gritos porque una bala pegó en el palo de la bandera nacional que está en el Castillo.

12:30 - La gente del pueblo recorre las calles con las balas en las manos y juegan a la pelota con ellas desafiando la muerte. Cesan todos los fuegos izando la bandera señal de conclusión y las bombas están funcionando ya.

12:35 - Si ustedes vieran las llamas como arden, les daría rabia y más rabia. Así debe arder en todo corazón chileno la venganza y debemos jurar el exterminio de estos miserables.

Recién a las diez de la mañana del 1 de abril, el fuego se extinguió en el puerto. Aunque solo hubo un fallecido, las pérdidas fueron millonarias. Tendrían que pasar muchos años para que Valparaíso se recuperara de este ataque cobarde que, lejos de ser un acto de venganza, fue una acción planificada y celebrada en España. A pesar de este daño, la torpeza diplomática por parte de Chile y el rol irresponsable de la prensa incitando el conflicto, las muestras de patriotismo que generó fueron claves después en la guerra del Pacífico. 2

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Fuegos artificiales

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Mientras se producen todos estos golpes de efecto y sesudos análisis políticos, el crimen organizado sigue funcionando como reloj. Entonces, los proyectos y el populismo penal

caen en terreno baldío y son nada más que fuegos artificiales".

No me equivoqué de fecha ni estoy pensando en la pirotecnia de Año Nuevo, sino de un fenómeno que se está convirtiendo en algo "normal" para los chilenos: la crisis de seguridad.

Se trata de una problemática social que no es nueva. De hecho, fue el slogan de campaña de Sebastián Piñera, que prometía terminar con la "puerta giratoria" y advertía a los delincuentes que se había "acabado la fiesta".

En la última campaña, el republicano José Antonio Kast basó gran parte de sus actividades en las mismas promesas rimbombantes e imposibles de cumplir. "La gente trabajadora de Chile está cansada de la delincuencia y la violencia. Es hora de alzar la voz y poner mano dura. De verdad", decía.

Y Boric no se quedaba atrás, pese a su pasado crítico de la labor de Carabineros. En su programa, planteaba reforzar el trabajo de inteligencia, robustecer la labor policial y neutralizar económicamente al crimen organizado.

Hoy, con la guitarra en mano, el presidente ha ahondado en la temática, pues se ha convertido en su talón de Aquiles. De hecho, si no logra hacer al menos control de daños, este será el símil del estallido social o del caso Caval para él.

La Real Academia de la Lengua define el populismo como la "tendencia política que dice defender los intereses y aspiraciones del pueblo". Los temas son distintos, pero permiten al personaje que adopta este sistema, instalarse en el centro de la supuesta solución a todos los males ciudadanos, encarnada -por supuesto- en su persona.

La investigación "El populismo en Chile: ¿tan lejos o tan cerca?", de Alexis Cortés y Alejandro Pelfini, analizaba este fenómeno ya en 2017 y advertía de la "municipalización de la política". Además, trazaba un paralelo entre aquella y el cambio "de una democracia de partidos a una democracia de públicos", de lo que advertía Bernard Manin.

Pero, además, el fenómeno populista se acentúa en momentos de crisis, en los que el votante está mayormente dispuesto a ceder parte de sus libertades -como lo plantea la socióloga Alejandra Mohor- en pos de, en este caso, disminuir la criminalidad. Sea factible en la realidad o no.

Esas ofertas hacen sentido, porque surgen de datos concretos. Los delitos, por ejemplo, efectivamente han aumentado, según estudios de la policía uniformada. Pero, además, se instalan en la retina del miedo ciudadano a partir del énfasis de los medios -tradicionales y digitales- en la especie de "telenovela" delictual, que cada día suma nuevos capítulos. Así, el terrible y cobarde asesinato de la sargento Rita Olivares en Quilpué, fue visto en todo el país, de inicio a fin, al igual que el de su colega, Alex Salazar, ultimado hace un par de semanas en el sur del país. Lo mismo con la demolición de las "narcocasas", que ha levantado al alcalde de La Florida, Rodolfo Carter, a la categoría de "sheriff" nacional.

El gobierno, en tanto, aparece atado de manos. Primero, porque Boric siempre queda prisionero de sus propias palabras "rebeldes" cuando era diputado. Segundo, porque los "golpes de efecto" se le comienzan a acabar: si en el caso Salazar fue la ministra Tohá a despedir sus restos y en el de la sargento Olivares fue el propio presidente al funeral, ¿quién lo hará para el siguiente hecho delictual de alta envergadura?

En tercer lugar, el mandatario comienza a jugar en el terreno del populismo penal, que no es lo suyo, y donde sus dos almas se enfrentan irremediablemente, haciendo inviable la arremetida legislativa de su propio gobierno. Pero, además, planteándose incluso en contra de los DD.HH., como lo advirtió Naciones Unidas a partir de la Ley Nain-Retamal, que establece mayores garantías para la legítima defensa privilegiada de las policías.

Por último, mientras se producen todos estos golpes de efecto y sesudos análisis políticos, el crimen organizado sigue funcionando como reloj. Entonces, los proyectos y el populismo penal caen en terreno baldío y son nada más que fuegos artificiales. Los mismos a los que ya nos acostumbramos cada vez que llega "la merca". 2

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