Una preparación para las regiones
El Gobierno anunció el pronto envío de un proyecto de rentas regionales, que busca profundizar el proceso de descentralización. ¿Están preparados los gobiernos regionales para manejar las grandes cantidades de recursos que estarán a su disposición con elroyaltyminero y la ley de rentas?
La historia del proceso de descentralización en Chile acumula tantas promesas incumplidas, tantas causas interrumpidas -o sencillamente saboteadas-, que no es fácil para los ciudadanos que se escapan del anillo urbano del Gran Santiago creer cada nuevo compromiso. Las giras por regiones de toda campaña presidencial, sin importar mucho el signo político del candidato, están llenas de hojas de ruta, comisiones de notables y proyectos de ley que serán priorizados para alcanzar la meta de darle algo más de autonomía a las regiones. Por ello, los gobernadores regionales tomaron con calmado entusiasmo el anuncio hecho por el ministro de Hacienda, Mario Marcel, de que a fines de este mes el Gobierno ingresará al Congreso un proyecto sobre rentas regionales, es decir, una iniciativa específica sobre el mecanismo de recaudación que permitirá a cada zona del país contar con sus propios recursos, sin importar las decisiones presupuestarias de Santiago.
En paralelo, Hacienda tramita en el Senado el proyecto de royalty a gran la minería, que también define recursos directos a las regiones y comunas involucradas en actividades industriales de este rubro. Una vez que ambos sistemas estén en pleno funcionamiento, las regiones tendrán a su disposición recursos frescos para financiar sus necesidades generales o proyectos específicos en lineamiento con las exigencias de la ley. En ambos casos, las decisiones de gasto se realizarán en cada región, de lo cual surge la pregunta inevitable: ¿están preparados los gobiernos regionales para manejar las grandes cantidades de recursos que estarán a su disposición? ¿Cómo se evitará que los gobernadores o los consejeros caigan en la distribución clientelista de esos dineros frescos? Por ello se hace imperativo que exista un fortalecimiento de los mecanismos de control, para que el uso inadecuado de estos presupuestos se transforme en un lastre que afecte el despegue, por fin, de la descentralización con mayúsculas.