"Aquí parece haber existido red de abuso para favorecerse a costa de los chilenos"
La posibilidad de que exista "una red de colaboración entre distintos miembros del Frente Amplio" y la necesidad de que se investigue "si en otras regiones ha estado pasando lo mismo", plantea el diputado del Partido Republicano por el 7° Distrito, Luis Fernando Sánchez.
Ello a propósito del escándalo de los convenios de transferencia de recursos por $426 millones entre la Secretaría Regional Ministerial de Vivienda de Antofagasta y la Fundación Democracia Viva, hasta la semana pasada lideradas por militantes de Revolución Democrática, y en el último caso por la pareja de la diputada del mismo Partido, Catalina Pérez, quien el martes suspendió su participación en la mesa de la Cámara a raíz de estos hechos.
"Democracia Viva en realidad era una iniciativa política que debería haberse financiado con fondos privados o de su partido", sostiene el diputado, quien se pregunta "en cuántas otras regiones, quizás, se le han entregado también fondos de todo nivel" y agrega: "Aquí parece haber existido una red de abuso para que algunos se favorecieran a costa de la plata de todos los chilenos".
Acusación constitucional
El parlamentario también se refiere aquí al proceso constitucional, la posibilidad de acuerdos amplios con Chile Vamos y a la acusación contra el titular de Educación, Marco Antonio Ávila, que a su juicio "tiene todo el mérito del mundo, porque hemos tenido un ministro que, frente a la actual crisis educacional, no ha puesto ninguna atención en las cosas verdaderamente importantes".
"Lo único que ha merecido la atención del ministro han sido los temas ideológicos y de diversidad sexual, y eso es algo inaceptable", dice, frente a la envergadura de problemas como la calidad de la educación o que más de 50.000 estudiantes hayan dejado el sistema escolar entre 2021 y 2022.
ESTADO Y subsidiariedad
-La consejera RN Ivonne Mangelsdorff planteó que, así como quedó estipulado un Estado con derechos sociales, la subsidiariedad también debe mencionarse de manera expresa.
- No hay ninguna norma que defina lo que significa esto del Estado social; hay teorías, hay fallos, pero planteando distintas ideas y nociones. Pienso que las mayorías en el Consejo Constitucional no dan para una interpretación excesivamente socialista o de izquierda, y creo que va a haber una lectura del Estado social y democrático de derecho bastante compatible con la subsidiariedad, que va a entender que el rol del Estado es regular, de cierta forma apuntalar toda la acción privada para atender a las urgencias sociales y a las inquietudes de la gran mayoría de los chilenos. Pero no necesariamente dedicarse el Estado a administrarlo todo. Eso es un error y hemos visto en muchas ocasiones las negativas consecuencias de ello.
- El oficialismo dice que eso sería transgredir las bases institucionales y que el corazón de una nueva Constitución es garantizar los derechos sociales.
- En ninguna parte de las bases dice que no va a haber subsidiariedad. A la izquierda no le gusta que los privados participen en la solución de las necesidades de la mayoría de los chilenos, prefieren un modelo donde el Estado administra todo y donde tenemos el descalabro que vemos en la salud y la educación estatales, en tantos servicios donde dependemos exclusivamente de la mala administración del Estado. Creo que no es la visión de país que tiene la mayoría de los chilenos. Y eso se ve reflejado en la conformación del Consejo Constitucional, donde hay un mandato claro de la ciudadanía de inclinarnos más bien por unas ideas y no tanto por otras.
OPCIÓN DE GOBIERNO
- El estratega republicano Cristian Valenzuela planteó como desafío "construir una alternativa de gobierno con Chile Vamos y sectores de centro". ¿Es posible tras las públicas discrepancias entre los dos sectores?
-No hay mejor ejemplo de la profundidad de las discrepancias que pueden existir en una coalición, que las que se ven en el Gobierno del Presidente Boric, entre los sectores socialistas y la izquierda extrema. Lo que veo con Chile Vamos y con algunos sectores de centro, son diferencias en términos de estrategias, más bien de forma y no tanto de fondo. Hay otras de fondo con algunos sectores, respecto de temas muy relevantes para nosotros, pero creo que lo más importante es que cuando termine este periodo logremos ponernos de acuerdo para levantar el país que está siendo destruido por este Gobierno.
-¿Hay otra forma de ganar las alcaldías de la zona que están en manos del FA y la izquierda?
- Respecto de las municipalidades, es algo distinto. Una cosa son los acuerdos que tienen que generarse para poder llegar a ser Gobierno, donde se necesita una mayoría social, no solamente política. Pero respecto de las municipalidades, en algunas situaciones es muy importante que logremos generar acuerdos relativamente amplios. Valparaíso es un ejemplo. Quizás más avanzado el tiempo, podríamos sentarnos a conversar respecto de quiénes son los candidatos con más opciones. Hoy lo importante es que trabajemos con los liderazgos republicanos en cada comuna para darse a conocer y construir confianza con los vecinos.
- ¿Qué pasaría con las aspiraciones republicanas de llegar a La Moneda si gana el Rechazo en el plebiscito de diciembre?
- No creo que estén ambas cosas necesariamente vinculadas. Sí pienso que lo importante es demostrarles a los chilenos que los republicanos somos capaces de darle una conducción seria, sobria y responsable a este proceso, y que el resultado de fin de año va a tener más que ver con que los ciudadanos sientan que el proyecto de nueva Constitución es mejor o no que lo que tenemos hoy. Y eso no depende exclusivamente de nosotros, sino también de otras fuerzas políticas. Somos el partido con mayor representación dentro del Consejo, pero no tenemos la mayoría, ni el 50 más uno, ni el quorum para aprobar normas por nuestra cuenta.
LARGA ESPERA
- Usted dice que el Estado está ausente en el transporte público en la zona y que los conductores asaltados se llevan la peor parte. Pero junto con equipamiento urbano es el área peor evaluada desde 2014 en la encuesta de calidad de vida de Fundación Piensa.
-La calidad del transporte público en la región es de verdad muy mala, se nota que el Gobierno ha estado desviando la gran mayoría de los recursos de esa área al Transantiago. Hay un retraso de muchos años en la licitación para el Transvalparaíso. Hoy el sistema opera sobre la base de una norma que se aprueba cada cierto tiempo, pero estos servicios no son licitados, y eso es una falta de respeto a los habitantes de la zona. Yo esperaría una gestión más rápida por parte del Ministerio de Transportes para llegar a la licitación. En su momento, el ministro señaló que todo se iba a resolver recién a finales de este Gobierno, pero ese es un tiempo de espera demasiado largo.
- En la última Cadem el 86% de los encuestados dice que el Ministerio de Salud no se preparó adecuadamente para enfrentar el aumento de las enfermedades respiratorias.
- Eso está absolutamente claro y por eso se generó la gran crítica contra el Gobierno y el ahora exsubsecretario de Redes Asistenciales. No se prepararon con tiempo para esta crisis y hoy vemos las consecuencias. Cuando se produjo la tremenda presión por parte de la ciudadanía, ahí como por arte de magia fueron capaces de disminuir la saturación de la red de salud a niveles un poco más manejables, sin perjuicio de que están todavía bastante tensionados. Es muy importante que los diputados, en cada distrito, nos relacionemos con los hospitales públicos, con los servicios de salud, para exigir que la atención a nivel local esté a la altura y se puedan gestionar bien las cosas.
-¿Qué piensa de la serie de atentados explosivos perpetrados recientemente?
- Es algo que preocupa, sobre todo porque uno se produjo en la comuna de Valparaíso y después fue revindicado por una organización terrorista. No habíamos visto situaciones de este calibre en el país y eso, lamentablemente, hoy día está produciéndose en buena parte por el descontrol de las políticas de seguridad por parte del Gobierno. Veo un trabajo muy intenso y preocupado de Carabineros y la PDI, esfuerzos por parte de la Fiscalía. Pero hay problemas serios y profundos, por ejemplo, en tribunales de justicia cuando por razones políticas deciden no condenar a penas de cárcel. O en Gobierno, al que le tiembla la mano cuando hay que instaurar penas más duras y de cárcel más efectivas. Falta un trabajo más serio, de mano más dura por parte del Gobierno en la persecución de estos delitos. Y que también se trate el terrorismo como corresponde.
- ¿Tiene fundamentos la acusación contra el ministro Ávila?
- Muchos fundamentos, porque desde que asumió no ha habido una preocupación real del Ministerio por la calidad de la educación ni por la disminución en la escolaridad que se produjo tras la pandemia. No hemos visto ninguna política para incentivar que los niños vuelvan a clases, aumentar las matrículas, que mejore la calidad de la educación dentro de las aulas y atacar de lleno el adoctrinamiento dentro de las salas de clases, que de verdad es algo terrible y que viene desde hace mucho tiempo. 2
En el Consejo no tenemos la mayoría, ni el 50 más uno, ni el quorum para aprobar normas por nuestra cuenta".
Rosa Zamora Cabrera
rosa.zamora@mercuriovalpo.cl
"
"creo que habrá una lectura del Estado social de derecho compatible con la subsidiariedad".