La advertencia que hace Estados Unidos
En su actualización sobre las condiciones de seguridad, el Gobierno de EE.UU. alerta sobre el alza de la delincuencia en Chile. Todas las estrategias de recuperación turística dirigidas a los extranjeros, deben poner al centro la necesidad de reducir el nivel de violencia presente en la sociedad.
El Departamento de Estado de los Estados Unidos actualizó su informe sobre las condiciones de seguridad en Chile, a través de un documento que advierte sobre el aumento de los delitos violentos y pide a sus ciudadanos con interés en visitarnos que apliquen varias medidas cuando arriben a zonas turísticas, como Valparaíso y Viña del Mar. "Los delitos callejeros, los robos de vehículos, las estafas telefónicas, los fraudes con tarjetas de crédito y los allanamientos de morada son comunes, especialmente en Santiago, Valparaíso, Viña del Mar, Antofagasta, Calama e Iquique", precisa el reporte elaborado por la secretaría de Estado. Alerta, además, que los teléfonos celulares a menudo son robados de las mesas de los restaurantes y que los delincuentes han drogado y robado a ciudadanos estadounidenses, dejándolos sin memoria de los hechos.
Por supuesto, el documento despertó la preocupación de los gremios vinculados al turismo, que ven el riesgo de que muchas personas provenientes de Norteamérica desistan de pasar por el país, más específicamente Valparaíso o Viña del Mar, debido a los comentarios hechos por su gobierno. Además, las advertencias del Departamento de Estado suelen estar disponibles en cruceros, agencias de viaje y casi cualquier cartilla con antecedentes sobre el país al que quiere llegar un estadounidense. Por ello, las autoridades deben mirar esta actualización de antecedentes con la máxima preocupación y tomar consciencia de que todas las estrategias de recuperación turística, principalmente aquellas dirigidas a los extranjeros, deben poner al centro la necesidad de reducir los casos de delincuencia en alza. Mientras esto no se logre, el proyecto de incrementar el arribo de turistas foráneos quedará como una bonita idea con buenas intenciones, pero sin el piso mínimo para sostener esa necesaria reactivación en una actividad que es clave para el repunte económico regional.