"La ciudadanía prefirió a Republicanos, pero eso no los hace poseedores de la verdad absoluta"
Desde el minuto que estalló el Caso Convenios, los ministros Carlos Montes y Giorgio Jackson han estado en la mira. Este último, sobre todo, porque es parte de Revolución Democrática, partido fuertemente involucrado en los primeros antecedentes que se dieron a conocer. Debido a esto, el diputado Francisco Undurraga (Evópoli) cree que ambos deberían dar un costado, pues "al menos tienen responsabilidad política".
Tras el robo que sucedió el jueves pasado en el Ministerio de Desarrollo Social, que lidera Jackson, el parlamentario fue más duro en su análisis: "Francamente es inaceptable y preocupante la desprolijidad con que el ministro Jackson está dirigiendo su ministerio". Desde su perspectiva, "es prácticamente imposible que un funcionario después de las 18 horas pueda ingresar a ese piso y sin embargo, llegan tres personas que no se individualizan y retiran más de 20 computadores y una caja fuerte. Por favor, yo pido un poquito más de seriedad, una fiscalía que investigue y que el ministro Jackson deje a un lado su labor y deje actuar a la justicia".
De allí que junto con su par Jorge Guzmán oficiaron al citado ministro para dar explicaciones por este tema. Sin embargo, lo del robo no es el único tema que ha marcado la agenda las últimas semanas.
La reunión de Chile Vamos tras el rechazo a la acusación constitucional contra el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila; el llamado del Presidente a hacer una declaración conjunta por los 50 años del Golpe y las enmiendas presentadas al texto escrito por los expertos constitucionales son otros tópicos que han llenado los titulares de prensa.
- ¿Se limaron las asperezas entre Chile Vamos?
- Se juntaron los presidentes y secretarios generales de los tres partidos de Chile Vamos, y tuvieron una conversación franca. Yo espero que en este próximo ciclo electoral no solamente seamos socios electorales, sino además en términos de las convicciones. La prueba está que las mismas editoriales de la prensa y los mismos comentarios señalan que finalmente esta acusación no tenía ningún sentido, y nosotros actuamos como hemos actuado siempre. La verdad es que nos tocó bailar con la dura, no ser populares, ni estar con todos los parlamentarios de Chile Vamos, pero era lo que correspondía que hiciéramos, de lo cual yo no me arrepiento en absoluto.
- A propósito de lo mismo, ¿deberían revisarse las acusaciones constitucionales?
- Evidentemente que sí. Fíjese que una interpelación requiere de 52 firmas, y una acusación constitucional de 10. (...) Hacer el mismo mal uso que hizo la exoposición al gobierno del presidente Piñera, francamente es intolerable. Creo que el ministro Ávila es un pésimo ministro, así lo he señalado, se lo he señalado, incluso, de frente en la propia sala; pero de ahí porque me caiga mal o sea un mal ministro de un muy mal Gobierno, no son motivos -lamentable o afortunadamente-, para acusarlo constitucionalmente.
- ¿Debería haber otras instancias?
-O haber otros motivos. Ninguno de los motivos por los cuales se gatilla una acusación constitucional en el artículo 52, en lo que dice relación con los ministros, se habla de notable abandono de deberes (...). Si no, yo feliz habría concurrido. No es un tema de no concurrir por no concurrir, o de concurrir por concurrir. Hay que concurrir dándole seriedad y protegiendo todos los mecanismos constitucionales que hoy día tenemos.
- ¿Esto tendría que ser parte de la discusión en el Consejo Constitucional?
- Evidentemente que sí, y si no es un tema para el consejo, y si el consejo no lo quiere abordar... Bueno, una vez que se apruebe ese texto, si es que se aprueba, habrá que hacerle las modificaciones correspondientes. O sea, es importante reforzar la democracia y la democracia se refuerza, tal como lo están haciendo hoy día en el mismo proyecto, potenciando los partidos políticos, poniendo barreras más altas de entrada, de tal forma que la gente con el 0,3% de los votos no esté en el Parlamento, sino que esté la gente que representa tanto las mayorías como las minorías. Lo importante aquí también es, efectivamente, proteger todas estas instituciones.
- A propósito del tema constitucional, esta semana se presentaron las enmiendas al texto de los expertos. ¿Cómo ve usted que va a ser el debate?
- Espero que no se cometan los errores del proceso anterior. No desconozco que la ciudadanía prefirió a Republicano por sobre Chile Vamos, y por sobre todas las fuerzas políticas, pero eso no lo hace poseedor de la verdad absoluta, y desde ese punto de vista creo que, si nosotros de verdad queremos sacar una Constitución nueva -como ha sido el objetivo, por lo demás, de Evópoli durante toda su historia-, tenemos que ser capaces de dialogar y buscar puntos de encuentro también con las minorías que hoy día están representadas.
- ¿Y usted cree que va a haber más puntos de encuentro que de desencuentro?
- Yo espero que haya más puntos de encuentro que de desencuentro, porque espero que este tema quede zanjado y solucionado, si no sería un triunfo del Partido Comunista. El Partido Comunista sigue aferrándose a la Constitución de Pinochet, entre comillas, como una bandera de lucha, y nosotros tenemos que ser capaces de dar el salto hacia adelante y ser capaces de construir un Chile moderno en el siglo 21.
- Axel Kaiser proyectó que la nueva Constitución será rechazada...
- No solamente el señor Kaiser, sino que las encuestas señalan lo mismo. Lo que yo creo es que sería un gran error sin obviamente tener el texto final.
- ¿Qué espera del nuevo texto?
- Que sea una Constitución más bien mínima, que sea facilitadora y no que regule todo. Que muchas cosas, como los propios representantes del Partido Republicano señalaron al inicio del proceso, queden a la ley más que a la Constitución, y que la Constitución sea habilitadora para, y no restrictiva para; donde pueda gobernar el Partido Republicano el día de mañana, Chile Vamos, el Partido Socialista y todas las fuerzas de izquierda bajo el mismo paraguas que es la Constitución. No podemos permitir ni construir una Constitución como la que se intentó hacer en términos de que fuera un programa de gobierno.
- Por otra parte, ¿qué le parece este llamado del Presidente a una declaración conjunta por los 50 años del Golpe de Estado?
- Primero tenemos que ver el texto. En segundo lugar, creo que condenando el Golpe de Estado y todos los hechos que sucedieron posteriormente en relación al atropello a los derechos humanos, es importante que seamos capaces también de mirar por qué llegamos al Golpe y desde ese punto de vista no solamente la reflexión de la izquierda, sino lo que se proponga hacia adelante. Hoy día, en una situación tan polarizada como la que estamos viendo, no solamente hay que condenar enérgicamente todos los atropellos a los derechos humanos -que, por cierto, los condeno y no los comparto-, pero también tenemos que ser capaces de entender por qué llegamos a esa situación, sin justificarla, por cierto.
- ¿Debió hacer el llamado mientras estaba en España, y volver al tema luego en París?
- El presidente hoy día está en Europa y él hace un llamado desde Europa. Nosotros, la verdad, es que somos críticos de ese llamado, no eludiendo lo que le había dicho anteriormente. Al contrario, pero el diálogo se suscita en Chile.
- Mañana son las elecciones para elegir la presidencia de la Cámara, ¿cree que la oposición tenga el chance de ganarla?
-La oposición no es mayoría en la Cámara de Diputados. No lo ha sido nunca (...). Ahí se verá cómo confluyen las fuerzas y cómo se disgregan las mismas, y desde ese punto de vista nosotros creemos que tenemos alguna oportunidad como oposición. Pero eso va a depender, dado que no somos mayoría, de las fuerzas del centro político como el PDG, la CDU, Demócratas, Amarillos, etc. (...) y la Democracia Cristiana tendrá que definir cuál es su accionar en esta materia.
- ¿Cuál es la importancia que la oposición tenga la testera de la Cámara?
- Indudablemente es un contrapeso. Nosotros hemos visto hoy día que la Cámara de Diputados, por lo menos la mesa, aparece como un buzón del gobierno. Y nosotros tenemos que recordarnos constantemente que somos un poder independiente, no somos un anexo ni un apéndice del Poder Ejecutivo. 2
La verdad es que nos tocó bailar con la dura, no ser populares, ni estar con todos los parlamentarios de Chile Vamos (en la acusación constitucional), pero era lo que correspondía que hiciéramos, de lo cual yo no me arrepiento en absoluto".
Flor Arbulú Aguilera
flor.arbulu@mercuriovalpo.cl
Tras el robo en el Ministerio de Desarrolllo Social, insiste en la salida de Giorgio Jackson.
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