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"es el gran triunfo del PC" en lo que va de la administración del Presidente Boric.

Coincide con él Karen Trajtemberg, para quien la designación de Cataldo "es un golazo" del PC, a la vez que una señal de Boric de que es parte del Gobierno, considerando que la tienda "al igual como lo hizo en la época de Bachelet 2, sigue jugando al límite, con un pie en el Gobierno y el otro en la oposición".

Además, "RD queda completamente desplazado, con un ministerio que tiene muy poca importancia desde el punto de vista político, no está ni en La Moneda ni en el comité político, por lo cual sus posibilidades de influir disminuyen bastante".

Sin diseño de gobierno

"Un cambio de gabinete sin diseño de Gobierno ni liderazgo político no sirve de nada. Los problemas seguirán igual", tuiteó el sociólogo, director de Tuinfluyes.com y académico de la Universidad Central, Axel Callis, al conocerse los movimientos en el tablero ministerial.

"Todos los cambios de gabinete sirven, porque, aun cuando se tiende a pragmatizar la política, ésta tiene mucho de símbolo. Y el cambio de gabinete es un símbolo: el PC está en uno de los ministerios cruciales y RD quedó desplazado", matiza Karen Trajtemberg.

"Que esto vaya a significar un giro en 180 grados en el Gobierno a partir de mañana, no; probablemente el Gobierno va a seguir funcionando más o menos igual que hasta ahora. Tampoco hubo un cambio importante en el equipo más cercano al Presidente. Entonces, no debiera haber grandes modificaciones. El problema del Presidente, más que hacer grandes cambios, tiene que ver con encontrar su identidad perdida", agrega, en referencia a su relato actual respecto del que se le conoció a su llegada a La Moneda.

"No es un cambio de gabinete estructural o, por lo menos, no se vio al Presidente dando nuevas directrices políticas sobre la conducción del Gobierno", dice Daniela Campos Letelier. "Hizo un llamado al diálogo y a no tener un ambiente crispado, pero eso no es decir que desde ahora cambiará las formas de hacer la política o cómo quiere ordenar al Gobierno. Por lo tanto, puede cambiar a las personas, pero si no modifica su visión todo seguirá igual y no logrará tomar la conducción de la agenda que tanto le ha costado, y porque, digámoslo, también tiene una oposición que le ha negado la sal y el agua".

Por su parte, Miguel Ángel Fernández cree que "éste es un Gobierno que perdió el rumbo luego de la derrota del plebiscito del año pasado, que recibió un golpe en el suelo después de la elección del 7 de mayo, y no se ha sabido recuperar. No tiene control de agenda, perdió su programa original de Gobierno y el diseño con que llegó a La Moneda ya no existe".

El investigador de Faro UDD hace ver que se vienen cinco elecciones en los próximos 25 meses. "Ya que no hay posibilidad de configuración de fuerzas para implementar el programa de Gobierno en su totalidad, necesita navegar con los tiempos complejos de la opinión pública para preservar la opción real de expandir la fuerza territorial en las municipales del próximo año, mantener los gobiernos regionales y llegar con oportunidades reales de ser una alternativa de gobierno el 2025. El diseño del Frente Amplio con que uno vio llegar al Presidente Boric el 11 de marzo del año 2022, ya no existe".

Lectura país

¿Los problemas del Gobierno son más estructurales que contingentes, en el sentido que habría hecho una lectura incorrecta del país que está gobernando y de sus propias capacidades políticas, lo que se ha traducido al menos en dos grandes derrotas electorales?

"Creo que en el triunfo del Rechazo el Gobierno y Boric se la jugaron por el Apruebo y comprometieron varias políticas que dependían del cambio de carta magna, pero no sé si eso fue una mala lectura porque casi nadie pensó que después del estallido social y la composición de la primera Convención Constitucional iba a ganar el Rechazo y por tanta diferencia", responde la docente Unab.

"Ese fue un golpe importante para una parte de la ciudadanía y no culparía sólo al Gobierno de esa derrota. Es un resultado que tiene muchos factores, ya que hubo una campaña llena de fake news por parte de la derecha, así como también poco trabajo en terreno del Gobierno y el Apruebo", añade.

Respecto de la composición de los 50 consejeros constitucionales, "me parece que son el resultado de una campaña bien hecha por la derecha -porque logró su cometido- y que claro es una derrota para el Gobierno, pero también para las mujeres, las disidencias sexuales y cualquier persona que no sea un hombre hetero cis", plantea Campos Letelier.

Una opinión distinta es la que tiene Miguel Ángel Fernández, para quien "éste es un Gobierno que en la fundación de sí mismo hizo una errónea lectura del país, se casó con una tesis refundacional que fue parte del ambiente de efervescencia que ocurrió en Chile durante un periodo desde el estallido social hasta la pandemia, pero que no logró ver más allá de sus propias anteojeras ideológicas. Y la frase de las trincheras es un intento del Presidente Boric por llamar a sacarse las anteojeras cuando aún el Gobierno no se las ha quitado".

"Algo hay de eso", dice la académica de la Universidad Adolfo Ibáñez. "Pero más que un problema en su diseño estructural, yo creo que lo que tiene es un problema identitario, porque todavía nadie sabe lo que es el Gobierno de Boric. Cuando se escriban los libros de historia, ¿qué van decir? ¿Qué era bacheletista, laguista, frenteamplista? Hay un problema identitario y mientras eso no se solucione, es muy difícil tener una línea de acción y en el fondo, mantener meridianamente conforme a la coalición que él representa".

Por lo mismo, opina Karen Trajtemberg, "se produce un inmovilismo tremendo. Así como el Gobierno no ha tenido que hacer frente a coyunturas tan complejas como terremotos o estallido social, tampoco hay hasta ahora ningún legado, aunque todavía queda Gobierno". El otro problema "que le sigue pegando es la falta de experiencia, y por ahí tiene ciertos errores no forzados que constantemente lo están complicando".

¿llamado con eco?

Finalmente, tras el cambio de gabinete, el Presidente hizo un llamado a "abandonar las trincheras y poner el bien de Chile por delante", ya que la ciudadanía "no nos va a perdonar si no somos capaces de avanzar en soluciones concretas" como las pensiones. El grado en que va a ser acogido también está por verse.

"Ese discurso pareciera ser una frase prestada de lo que fue la centroderecha durante la última elección presidencial. Y en ese sentido, creo que demuestra que la estructura que sustenta al Gobierno está debilitada y que el Presidente tiene conciencia del complejo momento por el que atraviesa frente a la oposición y frente a la opinión pública". Es revelador "de la ruptura o la caída del plan de Gobierno original", sostiene Miguel Ángel Fernández.

"Los plebiscitos, los cambios de gabinete, los problemas administrativos de probidad que ha tenido el Gobierno, van encadenando la lógica de que el discurso bajo el cual llegaron a La Moneda fue el incorrecto. Pareciera que efectivamente se necesitaba más diálogo y acuerdo", pero no fueron esos factores los que dieron forma al programa del Presidente Boric, plantea el analista de Faro UDD.

Daniela Campos Letelier esperaría que el llamado sea acogido por la ciudadanía "que está expectante por ver cómo avanza el tema de las pensiones y la reforma tributaria, pero la derecha y la extrema derecha han tenido un comportamiento mezquino y muy obstruccionista con el Gobierno y no han cumplido su palabra de negociar cuando piden algo o prometen algo y se lo dan. Pasó con la propuesta de la Convención Constitucional y hacer 'una que nos una' o con la salida de Jackson del Gobierno, ya que a los cinco minutos estaban pidiendo más cabezas".

A Karen Trajtemberg le parece que "es una arenga bonita, pero falta el liderazgo y la voz de mando, porque ¿a quién le está hablando al final? ¿Al Frente Amplio y al PC? ¿A la oposición que no lo va a escuchar, porque está haciendo su trabajo, que es posicionarse para la próxima presidencial? ¿A la ciudadanía como para renovar la esperanza en el Gobierno?".

Tampoco queda claro cuáles son las soluciones concretas, agrega, y el panorama se vuelve más complejo porque corre el riesgo de que se adelante el síndrome del pato cojo, que siempre se produce en el último año de Gobierno, con lo que pasaría de un inmovilismo a otro. 2

Camila vallejo, emblemática figura del equipo de la "revolución estudiantil"

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El miércoles hasta última hora se rumoreó que el Partido Comunista quería proteger a la vocera de Gobierno Camila Vallejo y que ella se iría al Ministerio de la Mujer, lo que finalmente no ocurrió. ¿El PC privilegió el ascenso de Nicolás Cataldo a Educación? ¿Vallejo sigue siendo la carta PC a la Presidencia?

"Creo que son ambas cosas, es decir, protegió a Vallejo como vocera del Gobierno porque lo ha hecho bien, tiene gran visibilidad ahí y es del círculo de hierro del Presidente. Y porque, sin duda, podría ser una carta presidencial para el PC más adelante. Del mismo modo, privilegió a Cataldo en Educación, que es una cartera que el partido ambicionó desde siempre, y ahora la tiene. Ahora está en tres ministerios fuertes", plantea Daniela Campos Letelier.

Karen Trajtemberg no cree que estuviera entre los planes presidenciales sacar a Vallejo "porque es la única del equipo original de la revolución estudiantil que va quedando. Se le fue Izkia, se le fue Jackson, va quedando solo Camila Vallejo y, en rigor, hasta ahora ella no le ha generado grandes problemas. Entonces, habría sido un error haberla sacado a pito de nada y habría sido abrir un flanco innecesario con el Partido Comunista". La analista piensa que de todas maneras la vocera es la mejor carta presidencial de la colectividad "si es que no prima el machismo tradicional histórico del PC".

Miguel Ángel Fernández, en tanto, encuentra "muy raro que un Gobierno que ha tenido tan mal desempeño en la aprobación ciudadana, sostenga a una ministra vocera que tiene tan buena reputación y mucho potencial, porque es muy joven".

No le parece fuera de lugar la tesis según la cual Vallejo haya permanecido en su cargo en vez de posicionarla, por ejemplo, en Desarrollo Social, donde podría desplegar talento político y hacer campaña los próximos dos años, a cambio de que Nicolás Cataldo asumiera en Educación, nombramiento que constituía " uno de los viejos anhelos del Partido Comunista". 2