Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Servicios
  • Espectáculos

(viene de la página anterior)

E-mail Compartir

estrategia política que las dificultan, de acuerdo a la mirada de tres analistas políticos.

El factor local

A nivel nacional, se podría conseguir acuerdo, por ejemplo, para que Apruebo Dignidad vaya con Socialismo Democrático, "pero conseguirlo a nivel local es extremadamente difícil", opina el analista político y académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, Fernando Wilson.

Más que una incidencia de factores como puede ser el caso Convenios, piensa que el problema es mucho más concreto: "No caben todos. Serían entre 10 y 12 partidos, dentro de los cuales todos tienen incumbentes y querrían, al menos, mantener y ojalá crecer. ¿Cómo se hace caber a todos esos partidos en las papeletas de las cuatro elecciones? Es difícil".

Enfatiza que en elecciones con fuerte componente local, "el nivel de máquina y arrastre, la capacidad fáctica de los liderazgos", es mucho más importante que las visiones cupulares. Y comenta que las directivas nacionales lo que hacen en este caso "es básicamente acopiar, llegar a acuerdos generales, grandes lineamientos, y luego liberar a los miembros de sus bloques, coaliciones o lo que fuere, con el objeto precisamente de que consigan los mejores resultados de acuerdo a las lógicas locales y no necesariamente amarrados a la letra de lo que se conversó en Santiago".

Impacto de "convenios"

Para el director ejecutivo del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES), Claudio Alvarado, la declaración de intenciones de unidad que formularon las coaliciones de Gobierno hoy resulta de muy dudosa aplicación.

"Es verdad que frente al auge de las derechas lo natural para el mundo de las izquierdas sería actuar unidos, pero también es cierto que desde antes del caso Convenios ese mundo se encontraba muy tensionado", ya que entre SD, FA y el PC "hay diversas lecturas tanto respecto a los '30 años' como respecto de sus horizontes de futuro", argumenta Alvarado.

El académico y columnista plantea además que "la corrupción y chapucería que se ha ido conociendo luego del caso Democracia Viva sólo agudizará la tentación de diferenciarse entre las distintas izquierdas".

El director de la Escuela de Gobierno de la Universidad Central, Marco Moreno, piensa que el caso Convenios va a seguir instalado y que con la salida del exministro Giorgio Jackson del gabinete no se cerró la crisis, de modo que en la arista judicial probablemente continuarán surgiendo elementos que van a seguir erosionando la imagen y la confianza, especialmente en los partidos del FA, hasta ahora los más afectados.

Por lo tanto, el cientista político considera complejo pretender una alianza de esas características, sobre todo en una elección con fuerte componente local, "con liderazgos que no responden necesariamente a estructuras de acuerdos electorales" suprapartidarios. No ve fácil "esa pretensión que tiene que ver más con voluntad que con realidad de poder armar un arco tan amplio. Ni siquiera Michelle Bachelet 2, con la Nueva Mayoría, lo consiguió".

SOCIALISMO DEMOCRáTICO

También la decisión que adopte SD en materia de alianzas es motivo de análisis, y en este aspecto Claudio Alvarado piensa que si bien en el corto plazo, es probable que este conglomerado, y en particular el PS, se mantenga muy fiel al Presidente Gabriel Boric, "es un secreto a voces que al interior de ese sector existe una incomodidad creciente con su situación actual, pues básicamente pagan todos los costos de un Gobierno que, al fin y al cabo, no es de ellos, sino de una coalición que los maltrató sistemáticamente".

El abogado recuerda que "el FA vapuleó a la Concertación, se negó a ir a una primaria con el PPD e intentó eliminar el Senado. Nada de eso ha sido olvidado. Para ilustrarlo en términos del futuro ciclo electoral, si SD acepta una candidatura presidencial compartida con Apruebo Dignidad, será sólo porque están seguros de que será alguien del PS o del PPD el que encabezará ese proyecto".

Fernando Wilson opina que, dado que la principal fuerza de SD es la territorial, "le convendría ir solo para al menos preservar esa presencia", que es fundamental para su desempeño en las parlamentarias. "Ir con el FA, claramente lo dañaría, generaría un escenario que sería un regalo para la derecha", por un constante recordatorio sobre las transferencias millonarias a fundaciones. "Más allá de las declaraciones de buena crianza, va a tener que ir solo, inexorablemente".

Marco Moreno piensa que SD "está buscando marcar una identidad con la centroizquierda y, probablemente, va a intentar un entendimiento con el PPD, los liberales y los radicales que los lleven a tener una lista fuerte", considerando que maneja varios municipios, a diferencia del FA, que tiene pocos, pero importantes. "No le conviene tanto ir en una alianza con el FA, y a éste tampoco, porque SD va a intentar imponer sus candidatos en esos municipios y en aquellas regiones donde tiene mayor poder".

Chv y republicanos

Respecto del planteamiento del director ejecutivo de Ideas Republicanas, Cristian Valenzuela, sobre "construir alternativa de gobierno con Chile Vamos y sectores de centro", Fernando Wilson opina que para la derecha tradicional "representa un desafío muy complicado".

"A Republicanos esto les permitiría decir que están dispuestos a negociar y al diálogo, pero por otro lado, les daría también una posición hegemónica o de liderazgo que para Chile Vamos sería muy difícil aceptar, sobre todo para los líderes locales, por cuanto el Partido Republicano no tiene representación local, no tiene alcaldes, concejales, cores, gobernadores, entonces pactar con ellos sería muy duro, sobre todo en las grandes ciudades o conurbaciones del centro sur".

Para la tienda triunfante en las elecciones del 7M, por el contrario, significaría "el desafío de construir una máquina territorial", necesaria para el ciclo electoral que viene, y "que hasta ahora sólo tiene desde una perspectiva de cercanía a Kast".

Marco Moreno dice que Chile Vamos "tiene que tomar una decisión en el sentido de si va a pactar con el Partido Republicano, o decide un camino paralelo pero independiente" de esa colectividad. "Esto cobra fuerza después de los resultados de la elección española, donde al acuerdo entre Vox y el Partido Popular no le fue tan bien, y el primero tuvo una pérdida importante de escaños. Algo parecido podríamos ver en Chile", señala, y agrega que al conglomerado de la derecha tradicional tal vez le convenga "buscar entendimiento con Amarillos por Chile, el Partido Demócrata o la CDU, que son movimientos que están apuntando hacia el centro", en un escenario de voto obligatorio que exige desplegar un discurso amplio.

Claudio Alvarado piensa que esto "dependerá mucho de cómo finalice el proceso constitucional en curso. Si termina siendo exitoso, José Antonio Kast y su mundo ganarán credibilidad, y la eventual pérdida de sus bases más 'duras' será paralela al crecimiento de su imagen en términos de gobernabilidad".

Chile Vamos, por su parte, "sentiría legítimo orgullo por apostar cerrar el capítulo constitucional. Todo ello facilitaría las negociaciones y la convivencia entre las diversas derechas. Si, en cambio, el proceso constitucional fracasa, lo que vendrá será un ir y venir de recriminaciones mutuas" y todo eso "dificultaría de sobremanera las relaciones entre estos grupos de cara al nuevo ciclo electoral".

Omisión salvadora

Fernando Wilson reitera la idea de las dificultades para conformar listas únicas y en esa línea plantea que le parece "que efectivamente el pacto por omisión podría ser la solución más práctica en términos estrictamente políticos para los bloques de derecha, porque les permitiría, más que negociar, omitirse y contener lo que podría ser animadversión a través de una dinámica de cooperación menos explícita".

Para la izquierda, agrega, también puede ser buena salida el pacto por omisión, "aunque claramente para ellos es menos tenso tener que llegar a un escenario de esas características, porque tienen un afán de unidad, pero que se dificulta por la realidad material de que no caben. Entonces, en ese sentido quizás ésta pueda ser una salida más elegante a una disputa de prioridades o de primacías que no tiene una buena salida". 2

Situación y estrategia de renovación nacional tras disputadas elecciones

E-mail Compartir

"En términos prácticos, la derecha tradicional, Chile Vamos en general, ha tendido a perder votación, básicamente porque ha irrumpido una nueva derecha conservadora, que es Republicanos", señala el analista de la UAI, Fernando Wilson, consultado sobre la situación y estrategia de Renovación Nacional, que entre 2017 y 2021 bajó de 8 a 5 senadores y de 36 a 25 diputados.

En el caso de la colectividad "esto se agrava porque hay una lucha entre sus dos polos, conservadores y liberales, que llegó a su límite con la competencia interna de tres listas", de modo que independientemente de quién gane la conducción del partido, tras ese reñido proceso electoral difícilmente podría estar en una posición tan fuerte como para disputarle a la UDI y a Republicanos "una participación o una votación superior a la que se pudiese esperar naturalmente por las correlaciones relativas de fuerzas".

"No creo que en las condiciones en que está RN hoy día pueda disputar con demasiada intensidad el incremento de cupos, de manera que 'el que tiene mantiene' podría ser de alguna manera una posición cómoda para RN para la próxima elección", agrega.

Marco Moreno, cientista político y académico de la UCEN, piensa que la estrategia de RN "es buscar ampliar su base electoral más allá de la derecha y, por lo tanto, tener un discurso un poco menos cercano al Partido Republicano, ir a buscar al elector también más moderado, más de centro".

Igualmente, observa que ese es el elector que además aparece con más fuerza en este tipo de comicios, donde es importante tener en cuenta el componente personal y la cercanía que representan los liderazgos locales para los ciudadanos.

"Se dice que las elecciones locales son menos ideológicas que las parlamentarias, justamente porque esta dimensión de lo local pesa muy fuerte en la decisión de las personas. La gente puede ser de izquierda, pero si el alcalde es de derecha y lo ha hecho bien, probablemente lo va a apoyar".

"Entonces, hay un voto muy cruzado en las elecciones locales y es por eso que no conviene, en el caso de Renovación Nacional moverse hacia la derecha más dura, buscar electorado en la extrema derecha, sino ir a buscar el centro, la moderación, que es lo que en las últimas elecciones también ha planteado el electorado en Chile". 2