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POR GABRIELA CHOMER

EL RINCONCITO DE LA CONSENTIDA 10 años de P!ensa

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Más de 600 invitados estuvieron puntualmente el martes pasado en el Sporting para el décimo aniversario de la Fundación P!ensa (siempre, no sé por qué, su director ejecutivo Jotapé Rodríguez nos pide que pongamos la i al revés y nunca lo hacemos, así que por esta vez habrá que darle en el gusto). El evento tuvo dos invitados estrella: el politólogo venezolano del Carnegie Endowment for International Peace y exdirector de la influyente revista Foreign Affairs, Moisés Naím, y el director de la radio Bío Bío, el mediático Tomás Mosciatti. El primero llegó al recinto viñamarino en helicóptero desde Portillo, donde fue a almorzar con el empresario Nicolás Ibáñez, el responsable de su visita a Chile. El segundo resultó ser todo un rockstar y tuvo que posar para innumerables selfies con los asistentes. Ambos sostuvieron una amena conversación sobre política y democracia en el escenario ante la atenta mirada de la primera fila, en la cual destacó el gobernador Rodrigo Mundaca,

a quien pocos le ponían fichas de que iba a llegar, y que conversó animadamente con Pier-Paolo Zaccarelli, miembro de la plana mayor de P!ensa y exvicepresidente de la Corporación Regional de Turismo, donde coincidió con el aguerrido exvocero de Modatima.

Entre los invitados, vaya sorpresa, apareció después de un largo tiempo la exalcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato Bozzo, un tanto condolida por el trato que le ha dispensado su sucesora, Macarena Ripamonti Serrano, quien el otro día nomás le echó la culpa hasta de las fallas en el colector de aguas del edificio Kandinsky, y que ayer no pudo ir ya que a la misma hora estaba siendo recibida junto a los otros alcaldes de Revolución Democrática (Francisco "Pancho " Riquelme de Casablanca, incluido) en el Palacio de La Moneda por el Presidente Gabriel Boric. En su reemplazo acudió el administrador municipal, Erick Layana, quien ayer también andaba en el 175° aniversario de Directemar. Junto a él el grande, único y excesivamente trabajador Patricio Rojo (¡cada vez está más bravo para la pega este niño!), quien intentaba zafarse del acoso del lobbista viñamarino Cristián Tello, quien le alegaba porque en su barrio de Gregorio Marañón pusieron cámaras de seguridad, lo que redundó en ¡un aumento en las estadísticas de la criminalidad!

El alcalde de Concón, Freddy Ramírez, se enteró en primera fila de cómo lo mosqueaba digitalmente su exjefe jurídico, pero eso no evitó su sonrisa al saberse elegido en el segundo lugar de los alcaldes de la Región de Valparaíso (por detrás del de La Ligua, Patricio Pallares) en la encuesta anual de la Fundación P!ensa y Caja 18 que publicará El Mercurio de Valparaíso este domingo.

En primera fila también estaban la diputada Camila Flores y su marido, el consejero regional Percy Marín, los "Underwood de Concón", el concejal de Valparaíso Dante Iturrieta, la senadora Ximena Rincón, el dueño de casa Gonzalo Bofill, sus adláteres Eduardo Dib y Sandro Rossi, los senadores Kenneth Pugh y Francisco Chahuán, la secretaria general de la UDI María José Hoffmann y los diputados republicanos Chiara Barchiesi y Luis Fernando Sánchez, además del RN Andrés Longton, el PS Tomás de Rementería y el Evópoli Hotuiti Teao. Atrasito, en el lote, había cualquier ex: la exseremi Rosario Pérez, la exjefa de la unidad regional de la Subdere, Susanne Spichiger, la exvocera regional de Raúl Celis y exjefa de gabinete de Jorge Martínez, María Angélica Silva, el exseremi y exgobernador Gonzalo Le Dantec; y, cómo no, la infaltable exgobernadora, exvarias otras cosas y hoy asesora estratégica y brazo armado del diputado Francisco Undurraga (que tiene muchas ganas de ser senador por esta Región), María de los Ángeles de la Paz Riveros.

De seremis activos, pudimos advertir la presencia del recién llegado titular de Minería, Jaime Rojas Catalán; Medio Ambiente, Hernán Ramírez; Economía, Marcelo Arredondo; y Deportes, Leandro Torres, no así la de su jefa, la delegada presidencial Sofía González.

Harto candidato desatado andaba también: Jaime Morales, de la familia dueña del Rincón de las Guitarras; y el abogado Rodrigo Díaz Yubero, del edificio de la Cooperativa Vitalicia, quien se ha aburrido de meterle todos los recursos posibles a Jorge Sharp y la Municipalidad de Valparaíso para que hagan la pega. A los dos, obviamente, les interesa ponerse en carrera por la alcaldía porteña, más aún ahora que andan diciendo que, ya descartada la opción de la ministra PS Maya Fernández, el todopoderoso senador PPD Guido Girardi está estudiando la posibilidad de calzarse ese deseado pero no tan elegante ambo. Párrafo aparte para el expresidente de Wanderers, Rafael González Camus, que algo anda buscando.

Dentro de los pelambres, entre los presentes se comentó con extrañeza la omisión por parte de Bofill en su discurso del santo nombre de Jorge Martínez Durán, el primer director ejecutivo de la Fundación y piedra fundacional de toda esta historia, quien sigue desapa- recido de cualquier evento regional desde su último día como delegado presidencial regional el 11 de marzo del año pasado.

A la hora de los balances, brillaron con luces propias el exconcejal viñamarino Jaime Varas Valenzuela, recién llegado de Buenos Aires, donde viajó sin roaming, por lo que no pudo ser contactado por sus exempleadores; su minion, el actual edil Jorgito Martínez junior, tenaz defensor de que no renombren

ni media vereda de la calle Quillota como Salvador Allende, y una especie de subminion, un tal Andy, que ligerito dará que hablar por cuanto claramente pretende seguir los pasos de sus progenitores políticos.

Para despedirme, un chiste: 1.500 millones de chinos se quedan encerrados en una caseta telefónica. Para matar el aburrimiento deciden jugar un partido de fútbol de 750 millones por lado. Al poco andar, y en un muy friccionado encuentro, un equipo mete un gol, tras lo cual los compañeros del otro equipo recriminan al arquero.

-¿Y qué iba a hacer? ¡Si me dejaron solo, pos! -responde éste.

¿Muy fome? Yo lo encuentro profundamente triste.

El norte sobre el vacío

POR FERNÁN RIOSECO, ACADÉMICO UV
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Recientemente se publicaron en el Diario Oficial las leyes N° 21.589 y N°21.590 que modifican la Ley de Migración y Extranjería (LME) en dos tópicos fundamentales: se establecen formas de notificación más expeditas del decreto de expulsión administrativa y se aumenta a cinco días el plazo de detención que dispone la autoridad administrativa para materializar la expulsión de un extranjero en situación irregular.

Por su parte, la Corte Suprema dictó el Acta N° 158-2023 que regula la tramitación del recurso de apelación en contra de la sentencia de una Corte de Apelaciones que se pronuncia sobre el recurso especial de reclamación establecido en el artículo 141 de la LME.

Estas medidas apuntan en la dirección correcta, pero son insuficientes para garantizar una migración segura, ordenada y regular. Nadie discute que la migración es un fenómeno necesario para Chile y, por consiguiente, los extranjeros son bienvenidos en la medida que su ingreso al país se haga conforme con la legislación vigente; que no se trate de delincuentes o prófugos de la justicia en otros países; y que cumplan con nuestras leyes y reglas básicas de convivencia.

Sin embargo, existen falencias en cada uno de estos aspectos.

En primer término, los inmigrantes siguen ingresando de manera irregular por la frontera con Perú y Bolivia, pese a la prórroga de la autorización para que las Fuerzas Armadas controlen las fronteras en el marco de la Ley de Infraestructura Crítica. La razón es obvia: en lugar de ingresar por Colchane, los extranjeros y las mafias que se dedican al tráfico de personas, drogas, vehículos y armas, sencillamente se han desplazado unos pocos kilómetros para evadir los controles militares.

En segundo lugar, subsiste el conflicto con Bolivia sobre la reconducción de inmigrantes ilegales: el país vecino insiste en su negativa a aceptar de vuelta en su territorio a extranjeros que han salido de manera irregular hacia Chile, a menos que sean de nacionalidad boliviana, lo cual dificulta la aplicación de la LME.

Por último, algunos extranjeros (pocos afortunadamente) se resisten a aceptar nuestras reglas de convivencia: no respetan las leyes del tránsito, aseo y urbanidad, y suelen organizar fiestas hasta altas horas de la noche en días de semana, entre otras incivilidades.

Para enfrentar esta problemática, es fundamental que el gobierno concrete más expulsiones administrativas; que amplíe la zanja existente en Colchane al menos unos 50 kilómetros, con tecnología de vigilancia cada 5 kilómetros; que se insista en las negociaciones con Bolivia, pero sin descartar la aplicación de otras medidas diplomáticas, como lo hace la Unión Europea con países no colaboradores; que se negocie con países amigos la deportación de extranjeros en situación irregular; que se evalúe la construcción de Campos para Inmigrantes en la frontera norte; y que se cree una policía especializada de fronteras.