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-¿Cómo ve hoy a América Latina? ¿Hemos avanzado o retrocedido en estos treinta años?

-La manera de pensar lo que está pasando en América latina, yo la llamo el juego trancado en todos los países. Todo el mundo tiene un poquito de poder para bloquear al otro, para obstaculizar, que no se haga nada. Y los otros tienen suficiente poder, pero no tienen el poder de imponer un punto de vista. Entonces no se toman decisiones importantes, las políticas públicas que merecen ser revisadas y ajustadas a las nuevas realidades, tampoco. Hay una falta de toma de decisiones importantes para ajustar el Chile de hoy con el mundo de hoy. Y el juego trancado, que no es solo Chile y no es solo América Latina, lo vemos en Israel, lo vemos en España, lo vemos en Italia, lo vemos en todos lados. Basta pensar en el Perú del señor Castillo, en la Argentina. El juego está trancado, es necesario desbloquearlo y para desbloquearlo se necesita crear alianzas entre partes que no simpatizan entre sí.

-¿Qué rol cumple el narco?

-Mucha, sobre todo en América Latina. El narco más que como amenaza, ya como fenómeno enquistado. Eso también caracteriza a América Latina. El juego trancado es una manera de explicar qué está pasando. Y la otra manera de explicarlo es la criminalización de las sociedades, producto, en muchos casos, del narcotráfico. Narcotraficantes que antes eran locales y regionales y operaban en México, ahora operan en toda América Latina. Yo lo veo con ojos de venezolano. A nosotros nos tardó mucho tiempo entender que el gobierno se había transformado en una red de carteles de la droga. Tanto así que el nombre del cartel es el "Cartel de los Soles" y los soles son los de los generales en sus chaquetas. Y eso lo que quiere decir es que los militares venezolanos están activamente involucrados en el narcotráfico. Fuimos muy complacientes en Venezuela al tolerar el auge de los narcotraficantes y de la criminalidad. Bueno, eso no es todo lo que pasó en Venezuela, pero es un tema al que hay que prestarle atención. Si hay un mensaje para los chilenos es que sean muy cuidadosos de no dejar que se arraiguen o se atrincheren los narcos en el país. No les permitan penetrar las instituciones, la sociedad, ni las fuerzas del orden.

-En su libro La revancha de los poderosos, usted también habla de enemigos internos.

-Claro, allí es donde hablo de las tres p: polarización, populismo y la posverdad. El populismo ya lo mencioné, el divide y vencerás. La otra manera de dividir a los países es utilizando también la polarización y las políticas extremas, donde las identidades terminan siendo un factor importante en la conducta política de la gente. Por quién votas, por gente que se te parece, que tiene las mismas ideas, que tiene las mismas esperanzas, frustraciones, deseos, formas de vivir. Entonces eso se reduce a dejar fuera a todos los que no comparten esas ideas. La política, especialmente la política de un país, tiene que ser incluyente, tiene que tener la capacidad de darles espacio a todos y eso en estos momentos está también siendo alterado y fragmentado por las redes sociales, con la tecnología digital y la inteligencia artificial que va a contribuir a la posverdad y a las fake news de forma contundente. Entonces cuando metes todo eso en el programa, son cosas que se fortalecen y refuerzan entre sí, que la población amplifica y profundiza y hace más traumáticos el populismo y la polarización, amplificadas y repotenciadas por las redes, por la tecnología digital.

-No es muy optimista su diagnóstico, debo decirle.

-Yo creo que hay que ser realistas. De nada sirve ser optimistas si en la realidad no queda nada de lo que yo estoy diciendo. No son inventos míos. Yo soy un observador de la realidad y tengo el privilegio de trabajar en un contexto en el cual yo puedo comparar países. Esta no es simplemente una opinión, es una lectura que sintetiza lo que yo estoy viendo. Creo que hay que ser realistas. En el caso de Chile, por ejemplo, yo creo que hay que ser realistas en el tema de la coexistencia pacífica con la criminalización. Hay que activar a la sociedad y este no es un tema de las policías, esto no es un tema de que Chile deba gastar más dinero en el orden público. Son cosas que sí debe hacer, pero es entender que esta es una iniciativa que debe involucrar a las iglesias, a los intelectuales, a los deportistas, a los banqueros, a los que manejan los medios de comunicación, a todo el mundo. Una gran alianza nacional para no permitir que el país caiga en manos de estas redes transnacionales tan nefastas.

-Usted siempre ha dicho que Argentina tiene una tendencia a equivocarse casi siempre. ¿Lo sigue sosteniendo?

-Sí, lo que yo siempre digo es que en Argentina nunca he visto que en una disyuntiva sepan qué camino tomar y cuál no.

-¿O sea, se equivocarán también esta vez con Javier Milei?

-Sí, porque forma parte de un mundo que comparte un apetito inmenso por caras nuevas como éstas. Han estado tanto tiempo frustrados por políticos y gobernantes que prometen y no cumplen, que entonces están buscando cualquier cosa que sea diferente. Tráeme caras nuevas, que no hayan sido manchadas ni tocadas por el poder, y que vengan a resolver el problema. Y eso termina generando líderes como Hugo Chávez, como (Pedro) Castillo en Perú, Milei en Argentina. Y todo esto es para evitar o prometer que no hace falta el trabajo duro que hay que hacer día tras día creando instituciones.

-Pero también tenemos caras conocidas como Lula y AMLO.

-Que se transforman y se presentan como nuevos. Si no trabajan juntos y no sincronizan y no coordinan y nada, no hace falta ni tener opinión. Deben escoger dos o tres puntos importantes: tomarse en serio el aumento de la criminalidad en el país; en la parte fiscal, tienen que ponerse de acuerdo en cómo se hace, cómo se obtienen y cómo se gastan los impuestos y poner un grupo de gente que quiera a su país y ver cómo pueden encontrar la búsqueda de consenso. Esas son las prioridades.

-¿Qué revisión hace usted hoy día del gobierno militar en Chile, de la dictadura? ¿Fue algo positivo, fue algo negativo, fue algo...?

-Yo lo que creo es que fue. Y que dedicarse a escarbar y hacer el post mortem, que eso parece que están haciendo, no parece rendir muchos resultados, ¿verdad, no? ¿Entonces, por qué continuar con un esfuerzo que no está dando resultados mientras al mismo tiempo están pasando todas estas cosas en el mundo que van a necesitar urgentemente que los chilenos se despierten y atiendan y se enfrenten a estas nuevas realidades?

-Usted también habla de Chile como un país modelo. Ese país modelo, quiérase o no, es hijo de la dictadura. ¿Lo cree así?

-Sí, pero yo creo que Chile necesita ser el modelo de las reformas políticas que permitan gobernar. En estos momentos en la mayor parte del mundo es difícil gobernar porque los congresos de nuevo trancan el juego. En muchos de ellos hay tres o cuatro legisladores que tienen el juego trancado. Lo estamos viendo en Europa, lo estamos viendo en Asia, lo estamos viendo en Estados Unidos, lo estamos viendo en otras partes.

-Por último, ¿esperaba usted más del gobierno del Presidente Boric, de toda esta generación de líderes jóvenes? ¿Lo decepcionaron?

-Sí, me decepcionaron. Yo esperaba más de ellos. Yo esperaba que Boric hiciera la reforma política que el país necesita, que pasara a la historia como este joven visionario que logró entender a dónde ir y no que pensara en excluirse y enredarse en todo tipo de temas que son pequeños, transitorios y últimamente irrelevantes. Pero, bueno, todavía hay tiempo, quizás nos dé una sorpresa y nos muestre su capacidad de convocar y de buscar la concordia entre partes que no se llevan bien. 2

En el caso de Chile creo que hay que ser realistas en el tema de la coexistencia pacífica con la criminalización. Hay que activar a la sociedad y éste no es un tema de las policías ni de gastar más dinero en orden público. Hay que involucrarlos a todos en una alianza nacional".

Yo esperaba que Boric pasara a la historia como este joven visionario que logró entender a dónde ir y no que pensara en excluirse y enredarse en todo tipo de temas que son pequeños, transitorios y últimamente irrelevantes. Pero, bueno, quizás nos dé una sorpresa".

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moisés naím y el director de el mercurio de valparaíso durante la entrevista en el sporting club de viña del mar.

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