Ucraniana y rusa se unen para abrir una cafetería en Concón
EMPRENDIMIENTO. Sin que la guerra interfiera en su amistad, lideran un local que combina sabores de Europa del Este.
En tiempos de guerra, donde el ambiente se polariza y la crispación predomina, lo más común es que la gente se divida. Sin embargo, la historia de Anna Correa Polyschuk y Veronika Chernika demuestra que esto no siempre es así. Ucraniana y Rusa, ambas, al contrario de lo que se podría creer, estrecharon lazos luego del estallido del conflicto bélico entre sus dos países y no sólo eso, ya que decidieron abrir en Concón una cafetería donde reúnen lo mejor de ambos mundos.
"En la comunidad de ucranianos se cortaron todo tipo de lazos con los rusos luego de la guerra. Se empezó a hacer popular la frase "el único ruso bueno es el ruso muerto", pero yo no soy partidaria de eso. Para mí lo importante es la persona, no su nacionalidad, y a nosotras todo este problema nos unió más", cuenta Anna Correa, ucraniana, quien con su amiga rusa, Veronika Chernika, abrieron la cafetería "Amor y Leche", la cual lleva un mes y medio de funcionamiento en el barrio La Boca de Concón".
"Nosotras siempre íbamos a cafeterías y nos dimos cuenta que a mí me encanta comer tortas y a ella cocinarlas, por lo que juntamos unas lucas y nos lanzamos con este proyecto. Además, coincidió que justo explotó la guerra en europa y vimos este emprendimiento como una forma de poder ayudar económicamente a distintas organizaciones, ya que yo llevo siendo activista dos años", relata Correa, acerca del origen de este negocio gastronómico.
"amor y leche"
El nombre del local está directamente relacionado con la hija de la dueña proveniente de Rusia, que se llama "Lyubov", que significa amor en ruso. Esto lo sumaron a la palabra leche, que es un alimento con el que todos crecemos y que también forma parte de los alimentos que ellas venden que, en su mayoría, son de la zona de origen de ambas, Europa del Este.
"Trajimos sabores de nuestra niñez en la Unión Soviética, cuando eran pocas las cosas que uno podía conseguir para comer debido a la cortina de hierro que dividía al mundo en esa época, lo que llevó a que se hicieran hartos inventos. Uno de los más icónicos es la torta de Kiev, que surgió a partir de un pastelero que se le olvidó guardar la crema batida el día anterior y a partir de eso se creó esta torta que es bien famosa", revela la ciudadana de origen ucraniano. En el local se venden desayunos, croissant, postres, tortas, macarons, entre otros, y cuentan con una cocina donde predomina la miel y sabores novedosos.
Historias
Veronika Chernika es la otra socia fundadora de "Amor y Leche", es oriunda de Rusia, también vivió por unos años en China; sin embargo, fue en Chile donde decidió quedarse luego de conocer el amor a través de las redes sociales y enamorarse del país.
"Yo conocí a un chileno por Instagram, empezamos a hablar y viajé a conocerlo. Finalmente me enamoré y como me gustó el país, decidí quedarme a formar una familia con él".
Por su parte, Anna Correa Polyschuk, de Ucrania, es hija de padre chileno y por distintas circunstancias nació en la Unión Soviética. Años más tardes encontró en nuestro país un lugar donde echar raíces.
"Mi papá se fue a estudiar a la Unión Soviética en 1971 y después no pudo volver. Recién en 1992, cuando se abrieron las fronteras, él volvió a Chile en calidad de retornado junto conmigo y mis hermanos. Llegué a estudiar al colegio, quedé embarazada a los 18 años y ahí opté por instalarme definitivamente en el país de mi padre. Estudié periodismo, abrí un local de comida china y hace siete años llegué a vivir a Concón".
"Trajimos sabores de nuestra niñez en la Unión Soviética, cuando eran pocas las cosas que uno podía conseguir".
Anna Correa Polyschuk, Socia de "Amor y Leche"
"Yo conocí a un chileno por Instagram, empezamos a hablar y viajé a conocerlo".
Veronika Chernika, Pastelera y socia de "Amor y Leche"