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Yo no trataría de mirar solo la cifra regional (porque) hubo mucho traslado, y por tanto la búsqueda tiene que ser mucho más global".
partir de testimonios y de una serie de evidencias que se presentan en un juicio, esa información puede ser muy vital para saber con quienes estaba esa persona detenida y si sufrieron la misma consecuencia", explica la seremi de Justicia.
El Plan también incluye los casos de aquellas personas que se sabe fehacientemente que están fallecidas, pero cuyos cuerpos no fueron entregados a sus familiares. Este es el caso, por ejemplo, del sacerdote Miguel Woodward, torturado en La Esmeralda, quien murió en el Hospital Naval y cuyo cuerpo fue enterrado en una fosa común en el Cementerio N° 3 de Playa Ancha, según lo último que pudo conocer la familia.
La labor judicial
En todo este proceso juegan un rol fundamental los Ministros de Dedicación Exclusiva en Causas de Derechos Humanos, que en la Región de Valparaíso son dos: María Cruz Fierro Reyes y Max Cancino Cancino. Actualmente este último tiene 217 causas, un número similar al que lleva su colega, que se desglosan en 108 que están en etapa de investigación, antiguamente llamada sumario, y 94 en plenario, es decir, "en esa causa hay una persona inculpada determinada, una persona procesada que ya está establecido que podría tener participación. Y ahí hay que dictar sentencia para ver si se condena o se absuelve", explica.
El ministro de la Corte de Apelaciones agrega que, de las 108 causas, "14 ya tienen auto de procesamiento, significa que están prontas a pasar a plenario. En realidad, quedarían 94, aproximadamente, en investigación sin todavía un inculpado preciso y determinado. Pero de esas 94, haciendo un cálculo aproximado, creo que hay unas 30 que van por ese camino".
Otro alcance que hace Cancino es que la mayoría de los casos que él está viendo dicen relación con el tema de las torturas, mientras que "de homicidios, al menos de lo que yo tengo, son sólo 10, y desaparecidos 8". A las que se suman 12 en las que ya ha dictado sentencia, pero que están en revisión en la Corte de Apelaciones y en la Suprema.
Más allá de las cifras, el ministro reconoce que "siento a veces que estoy trabajando contra el tiempo", sobre todo, porque ya está muriendo tanto víctimas como victimarios. "Aquí vienen los familiares, piden audiencia, para tratar de apurar, que se está muriendo tal víctima, entonces voy tratando de darle preferencia a quienes necesitan", dice sobre la dictación de sentencia, para lo cual se demora cerca de una semana en escribirlas.
El mayor problema tiene que ver con "las complejidades del tiempo, porque cuesta encontrar pruebas de hace 30 ó 40 años. A los testigos, de repente, también puede que les funcione mal la memoria. Tenemos, por ejemplo, álbumes fotográficos de personas que eran de la época, de la CNI o de la Armada, de Carabineros, y los reconocimientos fotográficos tampoco son muy fiables, porque las personas se parecen, qué sé yo. Entonces cuesta, y ahí tiene que funcionar la creatividad", asegura el ministro de la Corte, sobre las diversas diligencias que se realizan para llegar a saber quiénes son los responsables.
Al respecto, explica que "la prueba en el proceso penal opera sobre la base de presunción. Son elementos de convicción que conducen a un resultado y tiene que existir una convicción del Tribunal, una convicción plena, en orden a que ese camino lógico de esta presunción solamente llega a ese resultado y no puede llegar a otro, que no podría ser probable de que no hubiese participación de la persona, y eso depende de la convicción del juez". ¿Cómo se va formando esa presunción? "Se van juntando distintos elementos probatorios", a través de documentos, testimonios reiterados y cruzados, informes de salud y psicológicos.
Las certezas
Son las sentencias judiciales donde más información de los recorridos de los detenidos hay. "Algo muy bonito que pasa acá es que uno podría estimar que a lo mejor se sienten reparados por una indemnización, pero la justicia reparadora no tiene que ver con eso. Lo que nosotros hacemos es dictar sentencia, y sabemos que va a ser revisado por la Corte, pero independiente de que el abogado del querellante se venga a notificar y todo, le enviamos la sentencia por correo electrónico a las personas (…). Esas personas se sienten de algún modo reparadas", dice Cancino.
Y añade: "Eso genera una satisfacción, no sólo para la víctima, sino que se cumple el objetivo de todo tribunal que es ejercer jurisdicción, que es resolver el conflicto que nos trajo esa persona y solucionar condenando, aunque también podría ser absolviendo".
Por último el Ministro de Dedicación Exclusiva a Causas de Derechos Humanos valora como "positivo" el Plan Nacional de Búsqueda: "Yo creo que es positivo todo lo que signifique lograr, primero, reparación, para los familiares de encontrar al menos los cuerpos, o restos de los cuerpos. Entonces, ese esfuerzo que está haciendo el Gobierno junto con el Poder Judicial, que también va a cooperar, parece muy loable".
"Hay que ser muy fino, sí, en la recopilación de los antecedentes para no crear ilusiones que no se van a cumplir. Hay que ir de a poco, lentamente, pero con ciertas certezas, ciertas probabilidades para lograr encontrar los restos. Yo creo que el esfuerzo es bueno. Se necesitan bastantes recursos también, porque hay que hacer las pericias en el servicio médico legal de los restos que ya se encuentran, y sí que es necesario entrar a picar. Al menos el Gobierno comprometió todos los recursos para eso. Lo que falta es que lleguemos a las probabilidades de dónde están los cuerpos", finaliza. 2
Hay que ser muy fino, sí, en la recopilación de los antecedentes para no crear ilusiones que no se van a cumplir (con el Plan de Búsqueda)".
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