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Sismos de Marruecos y Tongoy, sus diferencias en origen y profundidad

DESASTRE. Aunque registró magnitud 6.8, similar al chileno, el terremoto en el país africano deja hasta ahora casi 3 mil muertos y una gran devastación.
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Rosa Zamora Cabrera

El miércoles 6 de este mes un sismo de magnitud 6.4 con epicentro a 11 km de Tongoy remeció la Región de Coquimbo y se percibió entre Atacama y Santiago, pero aparte de que 100 mil hogares quedaron temporalmente sin electricidad, no se produjeron víctimas ni daños.

Dos días después se produjo el terremoto de magnitud 6.8 en Marruecos, que hasta ahora deja casi 3.000 muertos, 5.530 heridos y un vasto territorio devastado donde predominaban construcciones de adobe, ladrillos y en sectores más rurales, de barro y piedras.

Distinta profundidad

La semejanza es que ambos liberaron una cantidad similar de energía -magnitud- y las diferencias estriban en su origen y profundidad, coinciden en señalar el director del Laboratorio de Geotsunami de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Marco Cisternas, y el geólogo y académico de la Universidad Católica del Norte, Gabriel González, subdirector del Centro Nacional de Investigación para la Gestión Integrada de Desastres Naturales, Cigiden.

El sismo del norte chileno ocurrió a 46 km de profundidad, en tanto que el marroquí se produjo a 8 km según el Servicio Sismológico del país africano, y a 18 km según el Servicio Geológico de Estados Unidos. "Eso significa que cuando las ondas sísmicas son liberadas producto del movimiento, viajan un tramo muy corto en el caso de Marruecos y casi cuatro veces más en el de Tongoy", y se van debilitando con la distancia, explica Marco Cisternas.

"Ciertamente un terremoto a esa profundidad tendría efectos muy severos en cualquier ciudad de Chile, particularmente donde aún existen construcciones antiguas edificadas sin la norma de construcción moderna", expone el subdirector de Cigiden.

"Afortunadamente, nuestro contexto tectónico es muy diferente al de Marruecos", agrega. "La sismicidad en Chile, si bien es más recurrente que la de Marruecos y con sismos de magnitud mayor a 6.8, genera terremotos localizados en la zona de subducción que es un plano inclinado que conforme nos movemos en dirección hacia el interior del país aumenta su profundidad. Es así como los terremotos ubicados bajo la Cordillera de la Costa, por lo general, se generan a profundidades de 30 a 40 km, y en la Cordillera Principal se ubican a profundidades de 100 km".

Origen diferente

La otra diferencia es que el movimiento telúrico de la Región de Coquimbo se originó por subducción, el proceso en que una placa tectónica se hunde bajo otra y que es la causa más común de temblores en Chile, los denominados sismos interplaca.

En cambio, el africano fue intraplaca, es decir, "ocurrió en una misma placa, pero que tiene una fractura, una falla, y se produjo muy cerca de la superficie", explica el académico e investigador de la PUCV.

"En Marruecos no existe una zona de subducción como en Chile, por tanto, la zona sísmicamente activa está en un contacto complejo entre dos placas tectónicas continentales. Al no haber zona de subducción la zona de contacto está dada por fallas geológicas que generan sismos con hipocentros poco profundos", agrega Gabriel González.

Fallas en chile

El tipo de falla que generó el devastador terremoto africano "se parece a la de San Ramón -Región Metropolitana-, que es una falla superficial, intraplaca", con un tipo de movimiento similar, refiere Marco Cisternas, quien agrega que ese tipo de fractura también existe en el sur, como Liquiñe-Ofqui.

El investigador piensa que si se activara la falla de San Ramón, podría generar un terremoto de magnitud similar al de Marruecos, y que "provocaría mucha destrucción".

En otro aspecto, subraya que en el lugar donde ocurrió el sismo de Marruecos no se habían registrado terremotos de tanta magnitud en los últimos 100 años, además del hecho que el tipo de construcción es muy diferente al que existe en Chile, donde opera asimismo una norma sísmica rigurosa.

"Los terremotos ubicados bajo la Cordillera de la Costa por lo general se generan a profundidades de 30 a 40 km y en la Cordillera Principal se ubican a 100 km".

Gabriel González, Geólogo de la UCN, Subdirector Cigiden

Algunos casos de movimientos telúricos más superficiales

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El experto de la UCN Gabriel González entrega algunos ejemplos de terremotos de tipo similar al de Marruecos registrados en Chile, es decir, de magnitud (Mw) mayor a 6.0 ocurridos a profundidades cercanas a 10 km:

Las Melosas 1958 Mw 6.3 (5-9 km); quebrada de Aroma 2001 Mw 6.3 (5 km); Teno 2004 Mw 6.2 (4.7 km); Aysén 2007 Mw 6.2 (8 km); Iquique 2014 Mw 6.7 (12 km) y Pichilemu 2010 Mw 6.9 (13 km).

"Ninguno de estos sismos ha causado daños e impactos tan severos como el terremoto de Marruecos. Eso se debe a que han ocurrido lejos de zonas pobladas. Estos han sido percibidos por la población como terremotos fuertes. El terremoto de Aysén del 2007 dejó 10 víctimas a consecuencia de un tsunami local producto del desprendimiento de una ladera del fiordo del mismo nombre".

Cores trabajarán colaborativamente con la Brigada de Cibercrimen de la PDI

POLICIAL. Se trata de avanzar en el desarrollo de las herramientas necesarias para evitar y pesquisar los delitos de esta índole, incluyendo la pedofilia.
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Con el fin de enfrentar los delitos informáticos, entre ellos los que dicen relación con la pornografía infantil, la Brigada de Cibercrimen de la PDI tuvo una reunión con consejeros regionales de Valparaíso para así dar a conocer los proyectos que ésta requiere "para hacer frente a diversas investigaciones y peritajes de delitos que se cometen a diario en la Región, y que de contar con estas tecnologías se fortalecería la pesquisa y daría mayor agilidad a las investigaciones para tener las pruebas que permitan llevar a la cárcel a los delincuentes y en especial a los pedófilos", explicó el core Manuel Millones, miembro comisión de seguridad ciudadana.

Detalló que en el mercado existe tecnología que permite acreditar los delitos, sin embargo, tienen un alto valor y hay proveedores únicos. "Por lo mismo, le hemos planteado a la PDI que en un trabajo colaborativo con las universidades de la zona, desarrollemos este tipo de tecnología y así no depender de terceros y más aún, donde este externo maneja información sensible de la investigación". Según dijo, esto es "perfectamente posible" con los fondos de innovación del Gobierno Regional para que se apoyen estas iniciativas.

"En los próximos días la PDI nos enviara una propuesta formal de trabajo y con esa información nos pondremos de lleno a trabajar en este requerimiento", acotó el core Millones.

Un tema que llama la atención es el alto nivel de teléfonos prepagos que hay a nivel nacional. Según cifras entregadas por la PDI, a marzo de este año existen 26.569.428 abonados a servicios de telefonía móvil, de los que 7.967.133 corresponden a teléfonos sin contrato.

"No hay registro de quienes adquieren estos fonos prepagos y, de estos, un importante porcentaje se utilizan para cometer delitos y por lo mismo se requiere que se obligue a identificar a quien compra estos aparatos", sostiene Millones, quien asegura que este desafío recae en "los legisladores" para poder articular el tema.

7 millones y fracción son los teléfonos de prepago que hay a nivel país a marzo de este año.