"Si le cambian las condiciones de contorno, probablemente eso va a estar en condición de colapso"
Luego que el director nacional de Sernageomin, Patricio Aguilera, confirmara que el edificio Kandinsky no está asentado sobre una roca, sino encima de una base dunar mediante una zapata (sistema de cimentación superficial), surge la interrogante sobre el nivel de riesgo que presenta hoy la construcción. Al respecto, existe un fuerte debate entre especialistas.
Para Rómulo Vidal, ingeniero civil estructural de la Universidad Austral de Chile (UACH) y quien cuenta con vasta experiencia en mecánica de suelos, la respuesta es clara: el edificio Kandinsky puede colapsar si el socavón se sigue ampliando.
- Sernageomin dice que el edificio Kandinsky está asentado sobre una duna, es decir, no se encontró una roca. ¿Es un terreno que puede seguir cediendo ante eventos pluviales?
- Primero que todo, aquí estamos hablando de arena, que es un suelo que es susceptible, que requiere de tratamientos especiales, por ejemplo, el control de los finos; un suelo que tenga sobre el 40% (de material fino) es de alta vulnerabilidad. No sabemos exactamente si se han realizado estudios profundos. Pero si se hicieron, está a la vista que hay una situación que se salió de control.
- ¿Se puede fundar un edificio sobre arena, en este caso duna?
- Técnicamente hablando, sí, pero con condiciones de contorno que permitan tener estabilidad en términos de volcamiento y de deslizamiento, más cuando existen factores de vulnerabilidad, como son las escorrentías de aguas, ya sean de condiciones naturales, que puede ser un estero o un río, o un colector. (...) Acá lo que está ocurriendo es un hecho y hay que estudiar más. No descartamos que haya alguna situación anómala, pero se juntaron varios factores: aspectos naturales, cuestiones de consensos constructivos y, además, la tierra va cambiando. Esa duna siempre se va a mover, independientemente de que se hagan obras de contención, que se coloque arborización. Las dunas están vivas. Nadie es capaz de controlar la naturaleza.
- ¿Hay un riesgo para la estructura o la estabilidad del edificio?
- El segundo término es el más apropiado, pues las condiciones del contorno han sido cambiadas. Si yo coloco una infraestructura sobre la arena, en condiciones estructurales controladas, conociendo las capas y cómo se distribuyen los bulbos de presiones, no hay problema. Pero al haber condiciones de contorno, donde hay un risco y no hay una condición de contorno que contenga esto, aparece otro factor, que corresponde al ángulo de acción y falla activa del suelo. Significa que si yo me instalo en una duna, en el borde de un risco, lo más probable es que si yo coloco una presión suficiente, el suelo va a ceder en un momento.
- Entonces, ¿el edificio Kandinsky puede colapsar?
- Sí, porque esta es una situación de un evento natural, que deriva en que un colector pudo haber salido de su dimensión. Llovió lo que no había llovido en más de 10 años. Los colectores están diseñados para 40 milímetros de agua caída por hora, pero probablemente fueron superados. (...) Uno no diseña un edificio para que caiga un meteorito, no diseñamos tampoco una estructura para que tolere aguas que no se han visto históricamente. (...) Si le cambian las condiciones de contorno (al edificio), probablemente eso va a estar en condición de colapso en poco tiempo más y para eso hay que estarlo controlando.
- ¿Cree usted que ha habido una sobrecarga inmobiliaria en el paño dunar de Viña del Mar?
- No me atrevería a aseverar que existe una sobreexplotación de algún sector, porque obviamente la inversión es muy necesaria. El desarrollo tiene que ser armónico. (...) ¿Es bueno que se invierta? Sí, pero ¿hay formas de invertir bien? Por supuesto. Y eso tiene que ver con los estudios y la integración de las comunidades.
- El MOP y Sernageomin están trabajando en el relleno de estos socavones con rocas, arena y mallas geotextiles. Si se rellenan, ¿podría volver a ser seguro el sitio?
- Sí. Si es que hacen una buena obra de reparación geotécnica, es probable. Si ya lo están haciendo, primero van a ver la reacción y luego, con el respaldo de los análisis rápidos que se tienen que haber hecho en la emergencia, puede ser una solución.
- ¿Este doble desmoronamiento marcará un precedente para futuras construcciones?
- Me atrevo a decir que, en la medida de lo posible, vamos a tener que aprender a hacer mejor las cosas. Lo digo transversalmente, desde las direcciones de Obras a todas las instituciones, tratando de velar porque no ocurran fallas, sino errores que puedan ser mitigados con los dispositivos de seguridad respectivos. Es materia de aprendizaje. En el tiempo, la ingeniería y el desarrollo han ido teniendo más conciencia. Tenemos metodologías, sistemas, protocolos que nos permiten mejorar.
"Esa duna siempre se va a mover, independientemente de que se hagan obras de contención. (...) Las dundas están vivas. Nadie es capaz de controlar la naturaleza".