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y administrativas-, lo pagaron en general las fundaciones y las organizaciones no gubernamentales (ONG), cuya confianza ciudadana se derrumbó.
Los encuestados, que en 2022 les habían otorgado un 42% de buena evaluación, ahora les quitaron 14 puntos porcentuales, con lo que registran sólo un 28%.
La segunda mayor caída corresponde al Gobierno Regional, que del 28% de confianza en 2022 disminuyó al 23,3% este año, y la tercera es de las iglesias evangélicas, que bajan del 22% al 18,5%.
En los tres últimos lugares de la tabla de confianza están los tribunales de justicia, con 19,3% y un aumento de 0,3 puntos; las iglesias evangélicas, con 18,5% y una caída del 3,5 puntos, y el Congreso Nacional que ocupa el último puesto, con 11,9% de confianza y una baja de 2,1 puntos porcentuales.
Desafección al alza
Maximiliano Duarte, director de Estudios de Fundación Piensa, refiere que el trabajo de campo de la encuesta, que partió en junio y terminó a fines de agosto, refleja el efecto de una contingencia muy marcada por la seguridad y el caso Convenios.
"Por lo mismo, no es extraño que Carabineros de Chile y las Fuerzas Armadas sean las instituciones que más aumentaron su grado de confianza, en 10 y 5 puntos respectivamente. Por el otro lado, las fundaciones y las ONG sufrieron la baja más significativa en confianza respecto al año anterior, con un descenso de 14 puntos. Lamentablemente, los casos de corrupción en el traspaso de fondos públicos afectan la imagen general de todas estas organizaciones, independiente si son o no receptoras de fondos públicos, y será bien difícil revertir esa percepción", subraya.
Plantea que los datos del estudio continúan evidenciando una desafección con los partidos políticos y el Congreso. "Sin embargo, es curioso el contraste entre el Poder Legislativo y los gobiernos locales. Las municipalidades, si bien también son asociadas mayormente a corrupción que a probidad, su porcentaje es bastante menor que en el Congreso -menos de la mitad-, y eso que éstas cuentan con mayores posibilidades de disponer de fondos públicos".
Juntas de vecinos
Igualmente, Duarte sugiere que "lo que está en crisis es la deliberación política, la forma en la cual el sistema político procesa las diferencias. No sería extraño que la ciudadanía penalice más la actitud performativa de algunas autoridades que casos concretos de corrupción".
Agrega que los datos siguen mostrando que mientras más próxima está la institucionalidad política, más sube la percepción de cercanía de la ciudadanía, a excepción de las secretarías regionales ministeriales.
En esta línea observa que la percepción de distancia entre el gobierno central y las seremías es casi la misma, lo que revela "que la desconcentración del aparato central no logra acortar la brecha de percepción de lejanía con la ciudadanía", lo que podría deberse al poco conocimiento de los seremis, "cargos usualmente ejercidos por políticos de poca trayectoria".
Por otro lado, complementa, "me parece destacable el caso de las juntas de vecinos, cuya percepción de lejanía disminuyó en 7 puntos. Ahí vemos que hay un espacio donde la ciudadanía se siente conforme y que puede ser clave para generar un mayor vínculo con las instituciones democráticas".
Como dato adicional, el director de Estudios recuerda que "la propuesta constitucional de la fallida Convención limitaba el número de juntas de vecinos a solo una por unidad vecinal. A la luz de estos resultados, parece que los datos hablan por sí solos respecto a la irracionalidad de esa propuesta concreta". 2