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Estudio sobre zona saturada sólo midió daños a corto plazo

SALUD. Expertos y diputados advierten que se basó en muestras de orina, pero los efectos en la salud de las personas a largo plazo se miden en muestras de pelo.
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Cristián Rojas M.

Los resultados del estudio sobre la salud de los habitantes de Concón, Quintero y Puchuncaví, efectuado por la Subsecretaría de Salud Pública y la Pontificia Universidad Católica siguen dando que hablar, ya que arrojaron niveles de arsénico y plomo similares a los de personas que viven en comunas sin industrias, por lo que científicos, comunidades y diputados plantean sus puntos de vista en torno a las mediciones.

Waldo Quiroz, profesor del Instituto de Química de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, señaló que "por el lado de la población, obviamente que son buenas noticias del punto de vista que no superan ninguna norma ni nacional ni internacional, ni presenta una distribución de los contaminantes de peor calidad que la que se ha visto en otras partes de Chile".

Sin embargo, advirtió que "hay que entender que las muestras de orina y de sangre lo que buscan es un monitoreo de una exposición de corto plazo, por ejemplo, si una persona consume o respira arsénico, probablemente en la orina le va a durar algunos días circulando, después se va a excretar".

Para medir a largo plazo

En esa línea, puntualizó que "si hubieran querido evaluar exposiciones a largo plazo, lo que uno monitorea son metales en otro tipo de muestras, por ejemplo, el pelo, o como lo que se hizo en su momento, que fue una exhumación de cuerpos, los denominados 'hombres verdes', porque en los huesos se acumulan por años los metales, sobre todo el plomo".

No obstante, Quiroz hizo notar que "el monitoreo de metales en el pelo y uñas tiene la desventaja que las normas internacionales no están para esas muestras, están las normas para orina y para sangre, pero no hay norma, por ejemplo, de plomo en pelo".

En tal caso, añadió, "al no haber normas uno hace comparaciones científicas, o sea, uno dice 'bueno, vamos a comparar con los niveles de plomo en pelos de personas que no están viviendo cerca de zona industrial o de carreteras', cosas así, y claro, ahí uno hace un juicio de valor. Se sacan conclusiones más científicas que conclusiones legales".

Por su parte, la médico cirujano Juanita Fernández, asesora técnica en temas sanitarios de Mujeres de Zona de Sacrificio en Resistencia, indicó que si bien sólo ha podido ver la presentación en PowerPoint y no el estudio completo, "lo que me queda súper claro es que acá no se estudiaron ni las afectaciones de neurológicas, por ejemplo, del rendimiento escolar, todo lo que tiene que ver con las cosas de la neurodiversidad; tampoco se vio la parte endocrinológica; y tampoco se vio el daño genético potencial, entonces estamos solamente con tres parámetros, que son arsénico, plomo y la afectación de la función respiratoria".

Con todo, Fernández destacó que la doctora Sandra Cortés, investigadora que lideró el estudio, "es una profesional seria, que ha hecho estudios muy completos en Coronel y en otras zonas del país así llamadas de sacrificio, donde hay instalaciones de industrias que emiten elementos perjudiciales para la salud".

Por otro lado, advirtió que "esta es una de 15 medidas que ordenó el fallo de la Corte Suprema de 2019, y hay otras dos medidas que se han implementado recién desde el año pasado. Hubo una latencia muy grande en tomar acción, a pesar de que la Corte Suprema el 2019 dio un año de plazo, se han demorado muchísimo en implementar las medidas, se han hecho a pasito cansino, a pasito lento, y la verdad es que la salud de la población necesita medida un poquito más concretas y más completas también, y más rápidas".

Para Fernández, el resultado del estudio "es sorprendente, por decirlo de una manera suave, pero como va resultando que vivir en esta zona es tan saludable, sería el momento de sugerir que la plana mayor de las empresas se fueran a vivir allá con sus familias".

A su vez, la vocera de Mujeres de Zona de Sacrificio en Resistencia, Katta Alonso, planteó que "necesitamos que se investigue en forma seria por qué tanta gente de nuestras comunas fallece y ha fallecido de cáncer y, sin ser experta, necesitamos muestras de pelo y uñas para detectar los metales pesados en el organismo".

Diputados cuestionan

Por el lado político, diputados del Distrito 6 también dijeron entender las aprensiones de la comunidad. Francisca Bello (CS) dijo que "aquí coincido con la comunidad en la molestia o enojo que pudieron surgir al conocer los resultados, no porque fueran malos, al contrario, entendemos que no lo fueron, pero porque no midieron temas como los metales pesados".

Para Andrés Longton (RN), "es un informe alentador respecto a ciertas medidas que se han tomado desde algunos años, como el plan de descontaminación, pero aún hay mucho pendiente, sobre todo en relación a los compuestos orgánicos volátiles que deben ser los principales causantes de los episodios de intoxicación que persisten".

En tanto, Gaspar Rivas (PDG) sostuvo que "existiendo todavía focos de intoxicación, como el que hubo ayer (jueves), resulta por lo menos extraño que los niveles estén iguales o casi iguales a otras zonas de la Quinta Región o incluso del país que no tienen los mismos focos de contaminación industrial; por lo tanto, habría que analizar a qué se deben esas discrepancias".

A juicio de Diego Ibáñez (CS) "el estudio es un buen punto de partida, pero necesitamos que tanto el Estado como el Ministerio de Salud se sigan haciendo presentes en Quintero y Puchuncaví con exámenes toxicológicos de sangre y pelo, que son mucho más precisos. Debemos reparar el daño agotando todos los caminos, sin descansar hasta que ninguna escuela más vuelva a cerrar por la contaminación".

Camila Flores (RN) advirtió que "estos datos se contradicen con los recientes y repetitivos episodios de contaminación que se siguen viviendo en la zona. Es realmente una burla para las personas que han sido víctimas de la contaminación por años decirles que 'todo está bien', 'están dentro de los parámetros normales'".

"Si hubieran querido evaluar exposiciones a largo plazo, lo que uno monitorea son metales en (...), por ejemplo, el pelo".

Waldo Quiroz, Profesor Instituto Química PUCV

"Necesitamos muestras de pelo y uñas para detectar los metales pesados en el organismo".

Katta Alonso, Mujeres de Zona de Sacrificio

Destacado abogado Claudio Grossman dio charla en su liceo

VALPARAÍSO. Estuvo en el Eduardo de la Barra junto a compañeros de 1964.
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Una emotiva reunión protagonizó un grupo de excompañeros del Liceo Eduardo de la Barra, egresados en 1964, quienes se dieron cita en el tradicional establecimiento porteño para ofrecer una charla a alumnos destacados de tercero medio, quienes recibieron el libro "Cuando estudiar era gratis", de Fernando Lorca, compañero de curso del principal orador de la jornada, el abogado Claudio Grossman, vicepresidente del Comité Técnico de Admisibilidad del Consejo Constitucional, expresidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y del Comité Contra la Tortura de la ONU, y exdefensor de Chile en la Corte Internacional de La Haya cuando Bolivia argumentaba que Chile tenía la obligación de negociar acceso soberano al mar.

"Para mí fue muy importante tener una educación en que el colegio anticipaba la sociedad chilena: habíamos hijos de profesionales, como era mi caso, había hijos de obreros, había hijos de comerciantes, de músicos, y con la posibilidad de estar en un ambiente educacional diverso, aunque no totalmente, porque no teníamos estudiantes mujeres, pero el grado de diversidad que tuvo el liceo abre la capacidad de entender Chile. Yo creo en la libertad educacional, pero también creo que tiene que haber una educación pública de calidad".

Destacada trayectoria

Con respecto a su labor actual en el Consejo Constitucional, explicó que "yo me he transformado en experto en decir algo sin decir nada, porque ese comité es una especie de juez, y resulta que si uno habla puede tener que recusarse, pero le puedo decir que la existencia de 12 principios y la existencia del Comité Técnico de Admisibilidad tiene un rol en el sentido que le pone algún coto a las cosas, porque hay que cumplir con los 12 principios. Hasta el momento no ha habido ni un requerimiento, así que la presencia de los 12 principios y nuestro comité más bien tiene un efecto ordenador hasta cierto punto".

Sobre su trabajo defendiendo a Chile en La Haya destacó que "a juzgar por los resultados, salió bien, porque se lograron todas nuestras aspiraciones en un momento incluso que había mucha gente que creía que no íbamos a tener ese resultado, pero siempre es importante creer en lo que uno hace. Fue importante también buscar la unidad, en los equipos había miembros que representan toda la gama de pensamiento que hay en Chile, no seleccionados en función de afiliaciones políticas, pero sí en función de sus conocimientos, representando a todos los sectores. No fue sólo un triunfo para Chile, fue un triunfo para el derecho internacional".

En cuanto a su labor cuando fue presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y también del Comité Contra la Tortura de la ONU, destacó que un reflejo del éxito de la labor que allí han desarrollado sus integrantes es que "para salvar vidas hay algunas cosas importantes, en el hemisferio se pararon las desapariciones como política general de los Estados. También ha habido a muchos avances en el tema de igualdad der derechos entre hombres y mujeres".