Preparación para enfrentar incendios
El registro de los últimos años alerta que las emergencias forestales más grandes de los últimos años ocurrieron en este periodo. El trabajo de prevención debe considerar también la activación temprana de todos los elementos que permiten un combate a tiempo de estas emergencias.
Avanza noviembre y aunque el pronóstico prevé lluvia, el aumento de las temperaturas secará inevitablemente las grandes extensiones de pastizales que proliferaron durante el invierno y la primavera por muchos rincones de la Región. Esta cobertura vegetal representa un riesgo particularmente preocupante en el cordón de hierba seca que rodea todas las comunas del Gran Valparaíso, porque constituye una interfaz urbano-rural que siempre es escenario de grandes desgracias. No es necesario retroceder hasta el megaincendio de Valparaíso en 2014 para demostrar que de a poco vamos ingresando al conjunto de meses con mayor peligro forestal. En la víspera de la Navidad de 2019, un siniestro iniciado en los pastizales de una quebrada creció por el viento hasta consumir más de 200 viviendas en los cerros Rocuant y San Roque, de Valparaíso. A inicios de enero de 2021, un gran incendio que partió en la interfaz rural avanzó hasta consumir 4.000 hectáreas de pastizales, arrasar 11 casas y provocar la evacuación desesperada de 25 mil personas, en Quilpué. El último ejemplo también se remonta a los días previos a Navidad, cuando el 22 de diciembre del año pasado una emergencia forestal que partió en la Villa Nueva Esperanza, entre el aeródromo Rodelillo y Las Palmas, en el sector alto de la comuna de Viña del Mar, se convirtió en una tragedia de proporciones, con dos muertos y más de mil damnificados. Con todo lo útil que resultan los 400 kilómetros lineales de cortafuegos que se construyen en las comunas de Valparaíso, Viña del Mar, Quilpué, Villa Alemana y San Antonio, el trabajo de prevención debe considerar también la activación temprana de todos los elementos que permiten un combate a tiempo y eficaz de las emergencias que van a comenzar a desatarse pronto. Las brigadas de Conaf, los aviones dromader y helicópteros, los camiones aljibe y las unidades municipales deben contar con respaldo financiero y logístico para mitigar las tragedias que, seguro, ocurrirán.