Con un escenario municipal cuesta arriba tendrán que enfrentarse futuros candidatos
Ciudadanos empoderados y fiscalizadores a través de redes sociales, que evalúan duramente la gestión de los gobiernos locales, forman parte del panorama de las elecciones 2024.
Aunque las elecciones municipales están fijadas para el 27 de octubre del próximo año, ya comienzan a perfilarse los interesados en conquistar alguno de los 38 sillones municipales de la Región de Valparaíso, cuyos inquilinos permanecerán cuatro años a la cabeza de la conducción de las respectivas comunas.
Serán comicios regidos por la norma del voto obligatorio, en un escenario donde paulatinamente se ha ido consolidando una mirada crítica de los ciudadanos respecto del desempeño de los jefes comunales y de los resultados de su gestión en aspectos que tocan la vida cotidiana de los gobernados.
La encuesta anual de Opinión Política en la Región de Valparaíso que realiza la Fundación Piensa en las 10 principales comunas de la zona, registró en 2015 una evaluación positiva promedio del 50% para los alcaldes. Este año alcanzó sólo al 24%. Igualmente dura es la percepción 2023 respecto de las obligaciones y servicios que prestan los municipios a los vecinos (ver gráfico en página 5).
El estudio incluyó por primera vez en 2017 el ítem confianza en las instituciones, y en esa ocasión el 44% de los encuestados declaró tener mucha y bastante confianza en las municipalidades, que quedaron en el quinto lugar del ranking. Este año obtuvieron 39% y bajaron al octavo puesto después de Bomberos, Carabineros, PDI, Fuerzas Armadas, juntas de vecinos, hospitales y consultorios, y clínicas privadas.
Es un escenario a tener en cuenta por quienes sean candidatos a la conducción de los gobiernos locales, y en especial por los que vayan a la reelección, cuya gestión ya ha estado bajo escrutinio. Cuatro analistas examinan aquí los alcances de estos elementos en las elecciones por venir.
Control ciudadano
"A pesar de que se aprecia una baja sostenida en la percepción de la eficacia de la política municipal, la aprobación es mayor que la que obtiene la política nacional (Cámaras y Gobierno). No deja de ser preocupante esa disminución, pero en el contexto de la crisis de legitimación que asoma a la política institucional, todavía los municipios marcan una distancia", opina el sociólogo, doctor en Ciencias Políticas y académico de la Universidad de Valparaíso, Félix Aguirre.
Y aunque hacer ver que los ítems peor evaluados en los municipios -delincuencia y corrupción- suelen ser asuntos frente a los cuales esas corporaciones tienen muy pocas o ninguna competencia, plantea que "hasta hace muy poco la política municipal era percibida como más cercana y eficaz que la política nacional, y los números indican que al parecer esa percepción está siguiendo el mismo rumbo, hacia el descrédito y la deslegitimación".
Marco Moreno, doctor en Ciencias Políticas y académico de la Universidad Central (UCEN), subraya que la desconfianza generalizada hacia la clase política tradicionalmente no llegaba a los alcaldes, percibidos como las figuras más cercanas a los ciudadanos, "pero ahora ese efecto se ha ido diluyendo y la gente -también más empoderada- es mucho más exigente, monitorea y fiscaliza la labor que llevan adelante las autoridades".
Además, recuerda que hoy la ciudadanía tiene mucho acceso a la información a través de redes sociales, sabe lo que pasa en su entorno, en la municipalidad, conoce los problemas que hay. "La política está siendo vigilada con un nivel exigente y crítico de monitoreo, fiscalización y observación, y también los alcaldes van a sufrir este efecto", sostiene el analista.
La encuesta que revela la mala evaluación a los municipios, agrega, confirma la percepción respecto de la mayor exigencia que hacen las personas a sus gobernantes. "La gente quiere resultados. Para eso elige a sus autoridades. Resultado es la palabra que encumbra o hunde a una gestión, en este caso de gobiernos locales".
Corrupción y deterioro
"Históricamente los alcaldes han sido las autoridades mejor evaluadas y los municipios aquella parte del Estado que los ciudadanos perciben como más cercana y apta para contribuir a resolver sus problemas. Eso ha cambiado drásticamente y la ciudadanía ha metido a los alcaldes en el mismo saco que el resto de los políticos", dice el director ejecutivo de la Fundación Piensa, Juan Pablo Rodríguez.
Agrega que las Encuestas Piensa muestran que si en 2017 los alcaldes de la región doblaban en evaluación positiva al resto de las autoridades, hoy casi no existen diferencias. "Probablemente los escándalos de corrupción, la crisis de seguridad y el deterioro urbano han contribuido a esto", estima el abogado y académico de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV).
Raúl Burgos, director ejecutivo del Observatorio de Historia y Política (OHP), y académico del Instituto de Historia de la
Es más que probable que los 'estilos personales' sigan siendo uno de los principales elementos al decidir el voto".
En 2017 los alcaldes de la zona doblaban en aprobación al resto de las autoridades; hoy casi no existen diferencias".
Plantear que resolverán todos los problemas puede servir para ganar la elección, pero no para gobernar después".
La desconfianza hacia la clase política no llegaba a los alcaldes, pero el efecto 'cercanía' se ha ido diluyendo".
"
Rosa Zamora Cabrera
rosa.zamora@mercuriovalpo.cl
"
"
"