"Mi línea de fabricación de muebles me ayuda mucho más a entender cómo se estructuran para restaurar"
Exalumna del DuocUC se ha especializado en madera y metales para su labor, aunque también ha desarrollado otros ámbitos como protocolos de conservación y desinfección de xilófagos.
"Fue una materialidad que me enamoró cuando la conocí", dice Daniela Barrionuevo sobre la madera, en la cual se ha especializado desde que egresó de la carrera de restauración del DuocUC de Valparaíso en 2012.
"Partí por el proceso de limpieza de puertas y ventanas en madera. El proceso de decapado que uno hace", cuenta esta quilpueína, que poco a poco comenzó a hacer otras cosas: "Me ha tocado procesos de integraciones, cuando elementos en maderas tienen algún faltante, y estabilizaciones". Desde el 2018, además, trabaja con metal "también dentro de esta misma dinámica del proceso de limpieza y estabilizaciones".
Son materiales que se complementan, porque como ella misma dice "la madera siempre está asociada a los elementos metálicos por los herrajes, por ejemplo. Por eso, me metí en esa línea".
Complicaciones
No es fácil trabajar en la madera, sobre todo, por una problemática que en Valparaíso se conoce bien: las termitas. Éste es uno de los tipos de insecto xilófago, cuya dieta primaria consiste en esta materialidad, que complejizan las obras y para lo cual hay que "realizar un tratamiento de desinfección".
Ésa es, precisamente, otra arista que Barrionuevo ha explorado, pues una de sus preocupaciones dice relación con impulsar la conservación patrimonial para así evitar llegar al punto de tener que intervenir los bienes muebles e inmuebles.
Por ello, actualmente también se dedica a los tratamientos antixilófagos. "La mayoría de las veces ha sido llegar a situaciones críticas, sobre todo en Valparaíso, que es cuando uno tiene que llegar a controlar esta plaga o minimizarla un poco; y el ideal es hacer este tratamiento preventivo y cada cierto tiempo", asegura, aunque reconoce falta de educación al respecto.
Otra problemática que se ha enfrentado tiene que ver con la falta de piezas. Si bien dice que "a mí no me ha tocado tanto verlo en puertas o en ventanas", asegura que es una complejidad enfrentarla cuando es muy grande el faltante, pues "siempre es importante que el elemento no pierda su lectura".
Cuenta que a veces en los mismos proyectos en que se trabajan, "se desmotan elementos en madera que los tienen que reemplazar y esa misma madera se pueden reutilizar" para hacer frente a este tipo de problemática.
"Me he topado harto con pino oregón, raulí, laurel y lingue, y no ha existido mayores dificultades para hacer el reemplazo", explica; y añade que en caso extremo, es decir, de no encontrar el tipo exacto, "siempre está la opción de buscar una madera que sea de similares características, con la misma composición o que mecánicamente funcione igual, que si es una madera blanda que sea del mismo tipo".
Otra dificultad del tipo de trabajos que realiza es que, la gran mayoría de estos, se tengan que realizar "in situ", es decir, "es un trabajo en sitio donde el elemento está y tú no lo desmontas. Ahí, de repente, se generan ciertas dinámicas que pueden ser más complicadas para desarrollarlas como trabajar en la limpieza de un cielo de madera".
Colaboraciones
Los trabajos de restauración y conservación en madera no se encuentran todos los días. De allí que Daniela Barrionuevo trabaje dentro de proyectos más grandes, por lo que en su práctica trabajó en la Iglesia San Francisco del cerro Barón, antes que ésta se quemara (2013), también en La Moneda y actualmente en el Museo Nacional de Bellas Artes.
En cuanto a la sede del Ejecutivo, le tocó trabajar en la puerta de Morandé 80 para apoyar el equipo "en el tema de los metales como los herrajes. La puerta tenía botones de bronce, a los cuales me tocó realizar el proceso de limpieza, de estabilización y aplicar acabado". "Cuando llegué, el proyecto ya estaba bastante avanzado. Entonces, llegué a apoyar y adecuarme un poco a los trabajos. Pero me dediqué 100% al tema de la rejería", tanto del citado lugar como del Salón Blanco, relata.
Sobre lo que está haciendo ahora en el museo santiaguino, "se está partiendo principalmente con lo que son metales. Es un proyecto de conservación en que se está haciendo la baranda y trabajando también en ménsulas".
Otros proyectos
Junto con la madera y los metales, la quilpueína también ha trabajado con otras materialidades y en proyectos que le han permitido abordar otros ámbitos de su labor como, por ejemplo, hacer los protocolos para el embalaje de las esculturas de la Basílica del Salvador en Santiago, tras hacerles una limpieza.
También se sumó a una amiga para trabajar en el Fondo Raros y Valiosos de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, donde se hizo un levantamiento y registro de los libros en fichas, y donde se plantearon "todos los procesos de conservación de los libros".
"También trabajamos en unas obras de Eugenio Dittborn, unos grabados de técnica mixta sobre cartón, y este cartón estaba adherido a una madera aglomerada y ahí también tuvimos que hacer algunas intervenciones", sostiene.
"Siempre la dinámica es de menos a más" para evitar intervenciones profundas. "Por eso yo trato siempre de hablarle a la gente más de conservación que de restauración", asegura.
Su propia línea
Junto con estas labores, Daniela Barrionuevo también ha desarrollado su propia línea de muebles que se puede apreciar en su Instagram @darestauro. "Yo creo que es un lado que siempre tuve ahí", manifiesta.
"Mientras estaba estudiando la carrera aprendí a tallar un poco (...). Cuando uno talla es súper distinto y en ese entonces probé haciendo unas cucharitas, bandejas", rememora. "Creo que es algo que siempre estuvo. Por ejemplo, me salía algún trabajo y aprovechaba de invertir. Estuve en una gran obra hartos meses, y aproveché de comprarme mis primeras gubias", dice.
"Cuando estudié no te lo enseñaban, pero es muy importante saber construir antes de restaurar una cosa. Está la teoría, que entiendan las partes de una mesa, de una ventana o de una puerta para saberse los nombres, pero también es importante hacer este ejercicio de construir desde cero". manifiesta.
"A mí, por ejemplo, que me he ido formando un poco al revés, me ha servido bastante. O sea, mi línea de fabricación de muebles me ayuda mucho más a entender cómo se estructuran, el tema de los ensambles, etc, para restaurar. Es como súper necesario ese ejercicio, y hoy en día, yo sé que lo están haciendo en el Duoc", comenta.
Todos los muebles son a pedido, ya sea que la gente vea su trabajo en Instagram o a través de recomendaciones. Una de sus creaciones se puede ver en el Instituto Arcos de Valparaíso.
"Tengo planes de armar mi catálogo, pero ahí estamos. Para eso se necesita tiempo, y por eso últimamente he estado viendo el tema para formalizarme como empresa en lo que tiene que ver con conservación o restauración y fabricación de bienes muebles. Ir por esa línea", finaliza. 2
Flor Arbulú Aguilera
flor.arbulu@mercuriovalpo.cl