"Ésta toma el conocimiento antiguo, lo une a la ciencia y lo pone en la palestra"
Su trabajo con el humus de lombrices, el compost y un sustrato propio dan cuenta de esta práctica.
Desde el primer momento que Luis Gajardo y Macarena Villarroel se emparejaron, supieron que su destino era el campo. Por lo que cuando se dio la oportunidad se trasladaron desde la Región Metropolitana hasta Putaendo, donde pudieron adquirir un terreno que era de los tíos de ella.
"Nosotros empezamos con la idea siempre súper clara de que no solo queríamos vivir en el campo, sino, además, queríamos vivir del campo. Esto fue en el 2010, cuando nos vinimos para acá, y desde el 2010 hasta el 2013, aproximadamente estuvimos ahí tratando de implementar el campo, sin saber nada o muy poco", cuenta Gajardo sobre Campo Queltehues, actualmente conocido por hacer productos agroecológicos a partir de la lombriz.
La "Queen" Lombriz
Lo cierto es que tenían en sus manos un tesoro escondido. En 2009 a su suegra le habían regalado un núcleo de lombrices, y lo llevó al campo. "Empezamos a trabajar, a conocerla, y al poco andar nos dimos cuenta de que nos daba un producto tremendo que era el humus, del que no tenía idea", cuenta, agregando que "fuimos viendo que era un animal -porque es un animal, no un insecto- que era muy bueno para procesar material orgánico y rápido".
Ahí comenzaron a producir humus para su propio uso, y aproximadamente por el 2014 se sumaron al Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap) como parte del concepto de agricultura familiar campesina, sin pensar si quiera que esto pudiera convertirse en un negocio.
"Es primero la filosofía de vida, por así decirlo, y después vendría el negocio, porque no buscábamos poder vivir vendiendo. Al contrario, era producir nuestros propios alimentos, e incluso, producir nuestros propios fertilizantes. Nos fuimos por esa línea", sostiene el emprendedor.
Con el tiempo, esta iniciativa fue tomando forma, porque había que mantener la parcela, lo que resulta muy difícil; " es complicado tanto por el tiempo como por el aspecto monetario". Detalla: "No se paga, por ejemplo, solamente agua para tomar, sino que tenemos que pagar agua de regadío".
No era la única complicación, porque el suelo en sí era complejo de trabajar. "La lombriz nos mostró el camino para seguir. En resumidas cuentas, nos dijo si tú no mejoras el suelo, no vas a tener nada, y yo te lo mejoro. Fue ése el mensaje", describe Luis Gajardo, asegurando que otra gran característica que tiene este animal es que ayuda a mantener la humedad del suelo, lo que permite mejorar el riego.
La agroecología
Hace unos años, la familia Gajardo - Villarroel empezó a preguntarse "¿qué tipo de campesinos somos?". Esto porque, por ejemplo, "nosotros no hacemos permacultura", sino que "siempre nos fuimos apegando a la agricultura familiar y buscando metodologías antiguas".
La respuesta llegó el 2018, cuando bajo al alero del Indap fue a estudiar Liderazgo en Gestión Rural con el Grupo de Investigación Agraria en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano. Ahí conoció gente desde la Cuarta Región a Coyhaique, y entre la reflexión que generaba el estudio estaban preguntas como quiénes eran, qué hacían y cuál era su labor real. "Ahí nos dimos cuenta de que nuestra práctica era la agroecología", dice, explicando que "ésta toma el conocimiento antiguo, lo une a la ciencia y lo pone en la palestra".
Es por eso que, en las redes sociales de Campo Queltehues, se describen como "familia campesina que, a través de la agroecología, produce compost, humus de lombriz, bioestimulantes, vivero medicinal y hortalizas".
"El campo chileno está experimentando un proceso de transformación en diferentes aspectos, uno de ellos y quizás el principal, tiene que ver con la agroecología. Esta práctica se está instalando fuertemente, permitiendo a agricultores y agricultoras como Luis Gajardo de Campo Queltehues, producir de forma más sustentable y también más económica", comenta, por su parte, Santiago Rojas, director nacional de Indap.
Manifiesta, además, que en la institución "estamos activamente promoviendo esta y otras prácticas de transición agroecológica desde nuestro nuevo programa Transición a la Agricultura Sostenible (TAS), que apoya a cientos de agricultores y agricultoras en las 16 regiones del país".
Enseñanza y más
Luis Gajardo es profesor de formación, por lo que enseñar el trabajo de la tierra también es una parte importante del desarrollo del Campo, y empezaron a presentar proyectos en escuelas para contar el trabajo que realizan.
En estos recalca, además, la importancia de tener una alimentación sana. "En la cadena de la producción de alimentos se usan agroquímicos, y la calidad del alimento es bastante deficiente en lo que se refiere para nutrientes y demás para nosotros los seres humanos, e incluso, para los animales que criamos; porque estamos más preocupados de que el alimento sea bonito más que nutritivo", explica.
Esto "es algo que conversamos mucho en la práctica", asegura Gajardo. "Cuando nosotros, por ejemplo, con los muchachos vamos a cosechar, salen este tipo de conversaciones. Cuando hacemos las pruebas de los frutos, por ejemplo, hacemos comparaciones con las del supermercado".
En esta lógica, además, tienen talleres gratuitos todos los sábados en el Campo, donde se entrega conocimiento básico, sobre todo, del manejo de las lombrices, pues muchas personas quieren conocer del tema para poder hacerlo en sus propias casas; además de entregar asesorías a campesinos y campesinas de diferentes partes de la región.
La innovación
Dentro de toda la investigación que han realizado en torno a la agroecología, el humus de lombriz -reconoce Luis Gajardo- es su producto estrella, aunque también han incursionado en el compost, que es una técnica diferente y que no involucra al animal; así como un sustrato propio, realizado con una mezcla con compost, humus y tres productos más del coco.
"Han sido fantástico los tres, porque hoy en día la gente cada vez más sabe de humus, sabe del compost, y es muy bonito. ¿Dónde podemos comprobar esto, aparte de la escuela y los talleres? Es que los días domingo tenemos un puesto en la feria de San Felipe", manifiesta, ya que cada vez venden más productos. Este puesto no sólo comercializa los productos ya mencionados, sino también plantines profesionales de plantas medicinales y hortalizas.
Todo esto tiene solo un fin: "Acercar lo más posible y de la mejor forma posible a que la gente vaya tomando esta conciencia de la alimentación, de la producción de alimentos que todos podemos hacer, aunque sea en un espacio chiquitito", finaliza Luis Gajardo. 2
Flor Arbulú Aguilera
flor.arbulu@mercuriovalpo.cl