Elección de octubre en dos jornadas
Con bastantes argumentos técnicos, el Servel propuso extender a dos días los comicios de alcaldes, gobernadores, cores y concejales. La proliferación de críticas sin argumentos técnicos puede ocasionar un daño permanente a un servicio clave de nuestra organización política.
La polvareda que levantó la propuesta del Servicio Electoral de realizar la elección general de gobernadores regionales, consejeros regionales, alcaldes y concejales en dos días puede ser interpretada como un signo más de la crispación política que campea entre todos los actores del ámbito público desde hace ya varios años, o también como un reflejo de que cierta peligrosa desconfianza comienza a permear organismos que históricamente han sido ejemplo de seriedad a toda prueba y garantes sobre los cuales descansa el resto del andamiaje institucional chileno.
Parte importante del prestigio que tiene el Servel reside en su capacidad de organizar elecciones ordenadas, transparentes y, especialmente, de resultados rápidos. Para esto último, el Servicio aplica un método de reportes y recuento en línea que le permiten entregar cómputos precisos y confiables a pocas horas del cierre de las mesas de votación. En la mayoría de los casos, el resultado definitivo se entrega en la misma noche de la jornada electoral, algo inusual para los estándares de América Latina y muchos países desarrollados.
Precisamente, ese orden y rapidez de resultados el Servicio Electoral los ve en riesgo para la próxima elección de gobernadores, consejeros, alcaldes y concejales, debido a la gran cantidad de candidatos que se anticipa participarán en la mayoría de las comunas y a la implementación del voto obligatorio, que aumentará la participación de la ciudadanía, colapsando los centros de votación.
Gozar de jornadas electorales tranquilas requiere o duplicar el número de mesas -poco factible por costo, disponibilidad de vocales y escasas garantías de éxito-, o separar las elecciones en dos fechas distintas -menos probable aún por sus implicancias políticas-, o aumentar a dos días las elecciones de octubre, tal como en mayo de 2021. No es tan difícil entender que esta última sea la opción del Servel y tampoco resulta tan complejo captar que la proliferación de críticas sin argumentos técnicos puede ocasionar un daño permanente a un servicio clave de nuestra organización política.