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Entorno urbano

Sumado a la reposición de las viviendas, el plan liderado por la ministra Javiera Toro también aborda con especial énfasis la recuperación de la infraestructura urbana. Y es que la emergencia, además de afectar a más de 8 mil hogares, también dañó 53.000 m² de calzada, 24.300 m² de veredas, 1.500 luminarias de alumbrado público, plazas, parques y recintos comunitarios.

Para ello, el Gobierno destinará 55 medidas y un presupuesto de $573 mil millones al eje de entorno urbano, el cual estará enfocado en "la implementación de infraestructuras urgentes, como la reposición de redes de servicios y vialidad, (...) el tratamiento del espacio público barrial y las modificaciones en los Instrumentos de Planificación Territorial, obras de desarrollo urbano y medidas permanentes para garantizar la resiliencia urbana".

Entre las iniciativas destacan, por ejemplo, la construcción de un Parque Urbano en El Olivar, para el año 2028, y el levantamiento del Parque Intercomunal de Quilpué, además de otras obras como la reparación de plazas, pavimentos, luminarias, juntas vecinales y clubes deportivos.

"El foco está en que los distintos territorios mejoren sus condiciones de movilidad y espacio público, condiciones que faciliten el fortalecimiento del tejido social y el aumento de la resiliencia urbana ante los riesgos de desastres", precisa el Plan de Reconstrucción.

Otras medidas

En cuanto al eje de infraestructura de redes, el plan incorpora un presupuesto de $10 mil millones e iniciativas como el mejoramiento de los sistemas de aguas lluvias, la reposición de tres ambulancias y tres vehículos que resultaron afectados por el megaincendio y el mejoramiento de instalaciones de la unidad emergencia del Hospital de Limache.

Con un presupuesto de $4.200 millones, el eje de bienestar integral "aborda la dimensión social de la reconstrucción" y promete medidas como la asignación de gratuidad para estudiantes afectados que ingresen a la educación superior, o el Programa "4 a 7", destinado a brindar cuidado infantil a los hijos de las madres que deben trabajar para sustentar sus hogares.

En el eje de reactivación productiva la inversión asciende a los $21 mil millones, con una cartera de 13 medidas, entre las que destaca el Subsidio de Retención Laboral para las zonas afectadas, créditos blandos y el programa Activa Corfo.

Por otro lado, el eje territorio y sustentabilidad, con un costo de $65 mil millones, estará destinado a "obras y medidas que apunten a la sostenibilidad y adaptación de los territorios a los riesgos a los que se exponen". Entre las medidas se encuentran la elaboración de mapas de riesgo y la evaluación de los peligros geológicos de los terrenos por parte de Sernageomin.

El último eje es el de institucionalidad para la reconstrucción, con un presupuesto de $18.500 millones, que promete medidas como el ingreso de un proyecto de ley que permita agilizar procesos de reconstrucción, además de la creación de una corporación para la reconstrucción, la cual permita "establecer una institucionalidad permanente para gestionar el riesgo de desastres".

Primeras viviendas

Luego de dar a conocer la totalidad del plan, la ministra Javiera Toro, en diálogo con 24 Horas, aclaró que el proceso reconstructivo, si bien tardará cinco años, el plazo será menor en el caso de las viviendas.

"La vivienda es la prioridad, la urgencia. Si bien el plazo es de cinco años para la construcción de infraestructura más complejo, (...) la vivienda tiene plazos menores, de entre dos y tres años, y eso también depende de la complejidad de cada una de las zonas afectadas", sostuvo.

Así, también, la titular del Mideso detalló que ya se inició en algunos sectores la entrega de subsidios de Autoconstrucción Asistida (ACA) y el levantamiento de las primeras viviendas industrializadas.

$995 mil millones es el monto presupuestado para el Plan de Reconstrucción para las comunas de Valparaíso, Viña del Mar, Quilpué, Limache y Villa Alemana.

ENTREVISTA. Ignacio Aravena, ingeniero, urbanista e investigador de la Fundación Piensa, sobre el Plan de Reconstrucción:

"Como se dice en buen chileno, 'el que mucho abarca poco aprieta', y este parece ser el caso"

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Equipo de Crónica

Más dudas que certezas dejó en Ignacio Aravena, ingeniero, urbanista e investigador de la Fundación Piensa, el Plan de Reconstrucción del Gobierno para las zonas afectadas por el megaincendio del 2 y 3 de febrero.

Y si bien considera que lo elaborado "es bien intencionado y tiene una amplia cobertura", cuestiona, entre los puntos más relevantes, los plazos, la falta de capacidad para distinguir "entre lo urgente versus lo importante" y la no incorporación "de la industria inmobiliaria en ninguna dimensión". Todo ello lo lleva a concluir que lo propuesta "evidencia el déficit de gestión de las autoridades, puesto que no se dimensionan aspectos prácticos".

- ¿Qué le parece este Plan de Reconstrucción?

- El plan busca ser integral y abordar diversas dimensiones, como soluciones habitacionales, infraestructura urbana, condiciones de adaptabilidad y recuperación de la economía. Sin embargo, todavía no veo un plan estratégico que enlace las 166 medidas indicadas en el documento. A dos meses de la tragedia, yo hubiera esperado una concatenación más fuerte entre el catastro dentro del plan, que hace un buen trabajo en distinguir los impactos heterogéneos a lo largo de la ciudad, y las medidas que le siguen; más aún, un gran número de ellas son genéricas y no responden al incendio en sí, como la número 124, que habla de mecánica de suelos y levantamientos topográficos, lo cual, simplemente, es parte del estándar técnico de un proyecto de envergadura. Como se dice en buen chileno, "el que mucho abarca poco aprieta", y este parece ser el caso, pues al tener tantas actividades en el plan, es difícil crear un hilo conductor.

- El plan establece medidas como la autoconstrucción asistida, lo que implica un subsidio para materiales y mano de obra, además de la supervisión de un especialista del Minvu. ¿Es esta una alternativa idónea para este proceso?

- Sí, es una alternativa válida, especialmente si se trata de una vivienda unifamiliar. También cabe destacar que en barrios consolidados, muchas familias son dueñas de su predio, por lo que entre esperar a la ayuda del Estado, donde es casi imposible que un subsidio cubra la reposición completa de una vivienda, o iniciar un proceso de autoconstrucción, la opción de tener asistencia es viable. No obstante, cabe preguntarse sobre las capacidades instaladas del Minvu para poder asistir a miles de familias y que estas estén dispuestas a esperarlas antes de construir. Ojalá la cobertura sea lo más amplia posible.

Plazos

- El Gobierno espera que la reconstrucción de más de 4 mil viviendas finalice en 2027 y el plan concluya en su totalidad el 2029. ¿Son plazos prudentes?

- El plan dispone de la mayor cantidad de instrumentos de política habitacional. Sin embargo, no incorpora a la industria inmobiliaria en ninguna dimensión ni tampoco tiene una hoja de ruta donde se establezcan las 10 o 20 medidas que son imprescindibles para cumplir con los plazos. Creo que la reconstrucción tomará más tiempo si consideramos la participación ciudadana en distintas medidas que podrían parecer repetitivas, como entre la planificación de los condominios y la planificación urbana. A eso hay que sumar que hay 17 barrios afectados de manera heterogénea. ¿Por dónde y en qué medidas se iniciará a trabajar? Eso es algo fundamental que el plan debería responder. Por otro lado, tenemos que pensar que una construcción toma entre 8 y 12 meses si se trata de una casa y cerca de 18 cuando es un proyecto; dado que no todo comenzará al mismo tiempo, es difícil pensar que se logrará la meta, más aún si la industria de la construcción en la región está contraída y los actores relevantes, como Beltec, se han declarado en quiebra.

Burocracia

Ignacio Aravena también enfatiza que "en un contexto donde los permisos sectoriales y la burocracia estatal es un desincentivo a la industria, sería bueno tratar de simplificar una serie de procesos y trámites, tanto a nivel de licitaciones, contrataciones, obtención de permisos, títulos de dominio y evaluaciones ambientales".

De no considerarse estas dimensiones, asegura que "estaremos entrampados en procesos iniciales antes de realmente pasar a las soluciones que requerimos, tal y como lo destacó el equipo de colaboradores del expresidente Piñera en el documento que presentaron hace más de un mes".

"No incorpora a la industria inmobiliaria en ninguna dimensión ni tampoco tiene una hoja de ruta".