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Rizando el rizo: la estrategia de Mundaca

Complicar algo más de lo necesario no habla precisamente de seguridad en sí mismo, si no de preocupación por los posibles retadores. Falta algo en su discurso, más allá de mantener el poder por mantenerlo, que es reconocer las características de "proyecto fallido" que tiene el octubrismo que lo elevó al poder, más cercano a Sharp que al Socialismo Democrático.
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Por algún motivo que cuesta entender, el gobernador regional Rodrigo Mundaca pensó que era el minuto de izquierdizar extraparlamentariamente su discurso, rompiendo todo vínculo con el Partido Socialista y el Partido Comunista -tiendas clave y cada día más relevantes dentro del oficialismo-, llamándolos "los partidos del Centenario", rebuscado eufemismo para dar a entender cierta ranciedad política de los mismos que le enrostran su "falta de oficialismo", acaso otro eufemismo para intentar cuestionar su ausencia de acatamiento militar a los errores cometidos por el Gobierno. En otras palabras, el no ser el "yes man" que esperan en La Moneda. Ello, mientras los candidatos a desafiarlo, Mauricio Viñambres (PS) y Carolina Fernández (PC), dan señas de que llegarán hasta el final.

Dicho eso, el problema pareciera ser otro. Si bien el mejor Mundaca puede ser el gobernador que se rebela ante el exagerado centralismo, muchas veces su afán por rizar el rizo termina devolviéndolo al activista territorial de Modatima, como cuando marchó a La Moneda junto a más de una veintena de alcaldes (sin Macarena Ripamonti ni Jorge Sharp) para quejarse por el Presupuesto 2024, que terminó con una levantada de cejas de la ministra del Interior Carolina Tohá y una promesa de revisión que nunca se hizo.

Quizás en el incendio del 2 de febrero ocurrió lo mismo. Si bien moderó el discurso original del siniestro del 22 de diciembre de 2023, cuando culpó a las inmobiliarias, los gazapos del Gobierno lo llevaron a perseguir fantasmas y pirómanos políticos que nunca serán cazados, para terminar presentando un plan de reconstrucción que parece haber sido leído en La Moneda con la misma atención que el presentado por Iván Poduje y Karla Rubilar, el equipo del ex Presidente Piñera.

Finalmente, Mundaca nos habla de un "Estado fallido" respecto de la reconstrucción y da cuenta de un 100% de ejecución presupuestaria, mayoritariamente en Salud, Seguridad, Medioambiente y Vivienda como su gran legado. Sin embargo, al mismo tiempo reconoce sus nulos avances en tópicos de certeza hídrica para el consumo humano -la promesa que lo llevó al poder- y su renuncia a continuar con la cantinela del fin de las Delegaciones Presidenciales, aun cuando hoy ocupa la presidencia de la Agorechi. Pero falta algo en su discurso, más allá de mantener el poder por mantenerlo y de hablarnos de plurinacionalidad y feminismo, que es reconocer las características de "proyecto fallido" que tiene el octubrismo que lo elevó al poder, más cercano a Sharp que al Socialismo Democrático del cual reniega y que, al final del día, es lo que sostiene la democracia en Chile.

Inteligencia artificial: desafío y oportunidad

Carlos González Morales , Rector de la Universidad de Playa Ancha
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La inteligencia artificial no es inteligente. Sólo es artificial, ya que consiste en entregar capacidades a una máquina para imitar la inteligencia humana. La máquina "parece" inteligente, pero no lo es (aún). Eso, sí, será mejor a medida que disponga de mejores herramientas para ejecutar la imitación para la cual fue programada.

En esta etapa, podemos decir que se trata de un avance positivo, ya que permite aplicar la potencia de cómputo a tareas típicamente humanas vinculadas con el manejo de información, procesando en tiempos cortos cantidades de datos que están más allá de las capacidades de una persona, a partir de los cuales genera buenas síntesis. Pero ya adelantamos su punto débil: la máquina sigue dependiendo de las herramientas que se le entregan.

Si la inteligencia artificial está teniendo impacto en el momento actual se debe a que accede a bases de datos gigantescas, con una enorme cantidad de datos, que por lo tanto permiten refinar los resultados. Mientras más datos, más inteligente parece la máquina.

En el mundo académico trabajamos con bases de datos muy especiales: las que recogen miles y miles de publicaciones científicas en todo el mundo, en todas las disciplinas del conocimiento posibles. Una investigación que pretende generar nuevo conocimiento se tiene que apoyar en lo que ya existe para constituir un avance.

Algunas de esas bases de datos son públicas y de fácil acceso. A veces, esto conlleva el problema de que no toda la información está validada. Otras son privadas y su acceso tiene un costo monetario, generalmente asociado a que se trata de información sobre investigaciones de punta, las más avanzadas e importantes.

Ahora supongamos que un investigador o investigadora se apoya en herramientas de inteligencia artificial para su trabajo. Va a recibir rápidamente una valiosa síntesis, que le permitirá completar su investigación con la convicción de que accedió a toda la información necesaria. Pero qué pasa si la máquina sólo revisó fuentes públicas, eventualmente de menor calidad.

Tenemos aquí una primera necesidad: mayor transparencia en las herramientas de inteligencia artificial, específicamente para saber cómo obtienen y procesan su información. Un problema mayor es que hay y habrá quienes tengan acceso a la información generada con las bases de datos pagadas, las de mejor calidad. Es decir, una vez más se genera una diferenciación, una discriminación, en favor de quienes tienen más dinero y más recursos. Para ellos, la máquina va a entregar un resultado distinto que el entregado para quienes trabajen con recursos públicos.

El acceso a la información debe ser democrático, debería abrir puertas, en el sentido de trabajar por el bien común, favorecer los aprendizajes, apoyar la investigación, simplificar procesos rutinarios. Debe regularse de manera que no siga favoreciendo a los mismos grupos.

Hay interrogantes que debemos hacernos todos los académicos y académicas, los investigadores, el mundo político. La inteligencia artificial nos plantea dilemas y tenemos la obligación de abordarlos desde el punto de vista de la ética, del conocimiento y de la toma de decisiones.

10 años con una lección sobre el sentido de urgencia

Belén Paredes , Seremi Minvu, Rodrigo Uribe, Director Serviu Valparaíso
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El 12 de abril del 2014, los ciudadanos de Valparaíso fueron testigos de un megaincendio que dejó 2.900 viviendas incendiadas, 12.000 personas damnificadas y 15 fallecidas: un saldo desolador que en ese entonces nos desafió como Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) a reconstruir las casas, los barrios, los espacios públicos y también las confianzas de las familias afectadas.

La misión fue titánica, nuestros equipos técnicos y profesionales estuvieron meses y años desplegados en el territorio trabajando junto a las familias. El compromiso fue reconstruir con un fuerte sentido de integración y prevención, de dotar los cerros de seguridad, conectividad y mejorar la calidad de vida de los vecinos y vecinas. A diez años del siniestro, miramos con perspectiva los grandes aprendizajes que dejó este proceso, donde logramos devolver en gran medida las viviendas a las familias de los cerros afectados, pero por, sobre todo, generamos obras urbanas que han sido ejemplo de planificación con una perspectiva de una ciudad que vive en el riesgo.

Sabemos que aún hay compromisos pendientes con las 76 familias del Proyecto habitacional "El Vergel" que hoy se encuentra en construcción en lo alto del cerro La Cruz, y no descansaremos hasta que entreguemos todas y cada una de estas viviendas.

Desde el 2014 hasta la fecha hemos tenido que afrontar distintas catástrofes: Puertas Negras (Valparaíso) el 2017, Limache el 2019, Rocuant-San Roque (Valparaíso) el 2019, Forestal (Viña del Mar) el 2022, y en cada uno de ellos hemos entendido la celeridad y la urgencia de las familias, las que nos siguen desafiando a hacer las cosas mejor y poniendo en el centro a las personas, su arraigo y realidad barrial.

Como máximas autoridades del Minvu en la Región de Valparaíso, tenemos la certeza que la reconstrucción del reciente incendio metropolitano que afectó a Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana debe tener como eje principal la urgente recuperación de las personas y con esto, tomar decisiones para la mitigación de los efectos de estas catástrofes con el máximo sentido de la responsabilidad y la coordinación.

El sentido de humanidad, profesionalismo y experiencia es fundamental, no pueden pasar diez años como en Valparaíso. Nuestro compromiso es reconstruir con participación, con dignidad y con calidad.

Cumpliendo los plazos y el estándar en viviendas y espacios públicos, vamos a recuperar también la confianza de los damnificados y damnificadas.