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POR GABRIELA CHOMER

EL RINCONCITO DE LA CONSENTIDA Estudiar era pecado...

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Entero cocoroco anda el diputado Tomás de Rementería tras la unción sacerdotal de su colega Karol Aída Cariola como la histórica primera presidenta comunista de la Cámara Baja. La razón de su cocoroquismo, en rigor, se basa en los mil gallitos, negociaciones y cambios de luces que tuvo que hacer en el Congreso para sacar adelante la, como diría Milton Millas, infartante votación final en la cual la matrona se impuso por 76 sufragios contra 75 al Bukele de Los Andes, Gaspar Rivas, quien -tras limpiar la nueva pantalla touch de votación como 146 veces con alcohol gel, también votó por Cariola para asegurarse así la vicepresidencia y alcanzar el meritorio logro de que lo quieran echar del Partido de la Gente (PDG) por asegurado.

Por supuesto, el abogado De Rementería (cuyo máster en Derecho Constitucional de la Universidad de París 1 Panthéon-Sorbonne, Francia, se tituló La légitimité du pouvoir constituant originaire, lo más parecido a un paper escrito a cuatro manos por Elisa Loncón y el Pelado Rojas Vade), se apoyó en sus diligentes y maltratados colaboradores, a los que siempre acusa de jamás haber pelado una papa: su jefe de gabinete, un tal Diego; el hombre orquesta de Zorrones x Chile, el seremi de BB.NN., Tomás Covacich; el doctor cubano del Cesfam de Calle Larga que no ha conseguido hacer bajar de peso al diputado Nelson Venegas; y, obviamente, el propio Venegas. Al final del día, empero, el trabajo en equipo rindió sus frutos y hoy el célibe Tomás asume con magnífica dignidad su rol de primer damo consorte de la Cámara Baja, en la cual seguramente tendrá un rol tan relevante como el que cumplía el viejo Duque de Edimburgo en la política y la sociedad británicas, cuando la Reina Isabel o Lady Di pedían licencia por alfombrilla.

Puesto que hablamos de amor y romanticismo revolucionario, algo no visto desde que Abel Zicavo compusiera la canción "Lo nuestro" para la ministra Camila Vallejo, no podemos obviar la tensión que subyace en la relación política que hoy mantiene enfrentados al gobernador Rodrigo Mundaca y a su retador, el exalcalde Mauricio Viñambres, otra vez con Nelson Venegas metiendo la cola, y la certeza -más temprana que tardía- de que somos espectadores privilegiados del "inicio de una hermosa amistad", como bien dijo Rick (Humphrey Bogart) al capitán Renault (Claude Rains) sobre el final de Casablanca.

Y a propósito de Casablanca, ahora saltamos de la capital-puerto marroquí al kilómetro 61 y medio de la Ruta 68, donde aún no pasan la rabia tras la Fiesta de la Vendimia -transformada en celebración woke por Revolución Democrática- y que terminó con el cantante de Glup!, Koko Stambuk, pidiendo perdón sin sacarse el maquillaje después de haber intentado darle un beso a la mala a la animadora argentina Melina Noto, periodista de TNT Sports y novia de Pangal Andrade. Ese mismo día, con la denuncia camino a Fiscalía, comenzaron a desaparecer todos los progres que tanto se solazaron subiendo fotos de la vendimia a sus redes sociales y que ahora dejaron al alcalde Francisco Riquelme a cargo de poner la cara, casi como después de ese carrete de antología que se mandó Tom Cruise en la casa de sus papás en Negocios Riesgosos. La única que ayudó a barrer al día siguiente fue la joven core Nathaly del Carmen Campusano.

De esta manera, de entre mostos y parras, saltamos hasta Viña del Mar, ciudad en la cual el arquitecto Iván Poduje aún no da el sí final para ir como candidato a la alcaldía, lo que de alguna manera ha conseguido afilar los albos colmillos de María José Hoffmann, de quien cuentan que de puro aburrida se midió ella misma y, para su ahíto orgullo, marca de lo más bien en las encuestas, tanto como posible alcaldesa de la Ciudad Jardín como de eventual gobernadora regional. ¿Qué irá a ocurrir? ¿Medirá a su mascota "Puntito"? ¿Volverá Mauricio Araneda? ¿Lucho Rivera por los palos? Ojo, que ahora que estamos conversando del Principado de Mónaco, los entendidos dicen que nunca hay que olvidar a su actual cónsul en Valparaíso, el único y siempre bien peinado exintendente y exconvencional, Raúl Celis Montt.

Sin embargo, aún hay quienes no tiran la toalla, como el circunspecto exgobernador Gonzalo Félix Le Dantec, para el que su mejor estrategia ha sido mantener la bocota cerrada mientras caen los palitroques uno a uno y, tal como Luchito Pérez en la final del 91, quizás llegue a la papeleta final por descarte, omisión o mexicanas mutuas de sus contrincantes, para terminar clavando un par de goles. Incluso cuentan que la semana pasada fue aceptado con honores en el Club de Viña, suerte de yin respecto del yang que es "La Moneda chica" del Miró de 13 Norte, De esta manera, tras la "bajada" de Osvaldo Urrutia, el poco piso que le ponen a Carlos Williams en RN, el manoseo al cual ha estado expuesto el excura Marcel Catril, los rumores en los clubes de paddle hasta mencionan al alguna vez wonder boy viñamarino y soltero más codiciado de la Población Vergara, el exconcejal Jaime Varas, quien en una entrevista exclusiva con Maureen Berger en Instagram, reconoció que su apetito alcaldicio no está cerrado ("nunca se puede decir de esta agua no beberé", dijo, citando a Alonso Quijano). Agregó que si bien por estos días sus intereses están más cerca de los all inclusive y el citado paddle, igual cree que sigue siendo un desaprovechado diamante en bruto del gremialismo en la zona.

En Valparaíso, en tanto, cunde la molestia después de los dichos bíblicos del apóstol Jorge Esteban en contra de la Democracia Cristiana (sólo le faltó "no mataréis" y "no desearéis la mujer de tu prójimo"). Esto, luego de que la Falange local comandada por Roy Crichton y Gianni Rivera le tiraran la cadena con el apoyo a su posible reelección y cedieran a cambio de llevar a Katherine Salosny en Algarrobo (la misma que estuvo en la campaña por el Sí a Pinochet y que más tarde reconoció su simpatía por el Frente Amplio), a Natalia Carrasco en El Quisco, y una lejana eventual diputación para el propio Roy el próximo año, cuya estrategia apunta a ser uno de los sobrevivientes de los 4 Jinetes del Core, comandados por el entusiasta Manuel Millones, el afable Percy Marín y el entrañable Manuel Murillo, quien, por si las moscas, secundó al gobernador y posó en una foto con él esta semana.

Por último, hasta San Felipe llegó ayer la delegada presidencial regional, Sofía González, para encabezar el primer Consejo de Seguridad Pública Regional de Valparaíso del año, aun cuando ya estamos en abril y en rigor más cercanos al segundo semestre. El lugar escogido, aseguran, fue por estrictos motivos descentralizadores y no tiene nada que ver con que la alcaldesa Carmen Castillo haya sido blindada por el pacto oficialista y la DC, o que la propia delegada tenga el interés de apostar por una candidatura en ese distrito el próximo año. Siendo justos, la alcaldesa y exministra de Salud no necesita mucho de esto, por cuanto es una de las mejor evaluadas. Ahora, si hablamos de la carrera de Sofía por el Distrito 6...