Claudio Ramírez

Desde el próximo 1 de julio el salario mínimo alcanzará una cifra de $500.000 luego de un acuerdo entre el Gobierno y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) -en abril de 2023- que se tradujo en un proyecto de ley aprobado por el Congreso y que significó un aumento gradual .

A pocos meses de ese hito la multisindical manifestó su intención de subir el monto a la suma de $ 630.000 a fines del actual Gobierno, en una propuesta que en los gremios del sector productivo de la región genera rechazo apuntando a indicadores económicos complejos para la zona con un desempleo que bordea el 9 % y una caída de la producción manufacturera cercana al 6 %, entre otros factores.

"El primero de julio subirá de $460.000 a $500.000. Un alza superior a esa cifra, sumado a la reducción de la jornada laboral y un aumento en los impuestos traerán fuertes presiones en las empresas para reducir sus costos, desincentivando la contratación de nueva mano de obra", comentó el presidente de la Asociación de Empresas Región de Valparaíso (ASIVA), Gerald Pugh.

Si bien subrayó que para las empresas consolidadas, tanto grandes como medianas, el impacto de aumento superior a los $500.000 no les afecta sustantivamente, apuntó que "la mayoría de las empresas de la región son pymes, en donde este incremento las dejará más vulnerables. Por otro lado, hay empresas que usan el sueldo mínimo como base para calcular sus incentivos y remuneraciones variables, obteniendo remuneraciones muy superiores al sueldo mínimo, pero el incremento les afectará seriamente".

El timonel de la Cámara Regional de Comercio de Valparaíso (CRCP), Javier Torrejón, remarcó que la propuesta "es cuestionable, ya que no tiene una base técnica con fundamentos adecuados", añadiendo que las cifras económicas de la región no son muy auspiciosas. "Compartimos la preocupación de alcanzar sueldos dignos, que permitan mejorar el bienestar y la calidad de vida de las personas, pero entendemos que hoy nos encontramos en una situación económica compleja y con un desempleo que bordea el 9 %", enfatizó, puntualizando que se requieren dar pasos previos.

"Es importante que primero se generen las condiciones que permitan aumentar la productividad, de modo que las empresas puedan asumir el costo adicional que supone cualquier aumente del salario mínimo y no poner en riesgos los puestos laborales que ya existen, porque además hoy vemos a muchas pequeñas empresas y emprendedores que casi no están llegando a la actual sueldo mínimo", indicó.

En la misma línea, el presidente de la CChC Valparaíso Arsenio Vallverdú, recalcó que lo que se requiere son medidas para incrementar el empleo, incentivando el emprendimiento, facilitando la inversión y destrabando los proyectos parados por la burocracia y la "permisología", principalmente estatal y a partir de allí pensar en un nuevo incremento.

"Lo recomendable es esperar una reactivación más sostenida de nuestra economía para pensar en aumentar el salario mínimo, porque sabemos que para muchas empresas pequeñas es un gran desafío".

Añadió que "es preocupante que se busquen imponer posiciones ideológicas, sin haber realizado antes los procesos de diálogo necesarios entre los actores de la economía".

Pequeñas empresas

Un debate serio al respecto es lo que pide la presidenta de Unapyme, Gianina Figueroa. Mencionó que hay elementos como la pérdida de mercado por parte de las empresas de menor tamaño, el desempleo, y la baja inversión público y privada, que se deben tomar en cuenta.

"Además, estamos en proceso de adaptabilidad horaria por las 40 horas, encareciendo nuestra operación por la inseguridad en la región y enfrentando aún efectos de la crisis y los cambios tecnológicos. Entonces, terminar el gobierno con un salario mínimo de $ 630.000 mil requiere un debate más profundo, y no eludir temas como la concentración, la distribución de la riqueza y la participación en los mercados. De lo contrario, estas iniciativas son, como querer cruzar la meta sin haber corrido la carrera", dijo.

El director de la Multigremial Valparaíso y líder de Comercio Unido, Héctor Arancibia, reconoció que el sueldo mínimo no es de los mejores, "pero si analizamos la situación de las mipymes, especialmente a partir de octubre de 2019, se entenderá el porqué no es oportuno volver a presentar un proyecto de este tipo, y menos de esa magnitud".

Añadió que "desde el estallido las ventas han ido a la baja, sumado al cierre de muchos locales , además se suma la disminución de la jornada laboral a 40 horas con lo que tendremos que hacer otro esfuerzo y readecuarnos".

"Esa alza, sumada a la reducción de la jornada laboral y un aumento en los impuestos traerán fuertes presiones en las empresas".

Gerald Pugh, Presidente de ASIVA

"Lo recomendable es esperar una reactivación más sostenida de nuestra economía para pensar en aumentar el salario mínimo".

Arsenio Vallverdú, Presidente CChC Valparaíso

"