Desde hace dos meses la rutina de entrenamiento de la selección de Juan Fernández es una locura. Jorge Garcés, técnico del conjunto isleño que se medirá el sábado con Santiago Wanderers por Copa Chile, estableció un régimen de trabajo diario: desde las siete de la tarde hasta las 22.30 horas, de lunes a domingo.

Frederyck Rojas, centrodelantero del cuadro que dirige "Peineta", cuenta que se embarca a las siete de la mañana para salir a la pesca de la langosta, llega doce horas después al muelle y parte corriendo con su mochila hasta la cancha del estadio municipal para ponerse a las órdenes del entrenador.

Así es la rutina de muchos de los integrantes del equipo amateur que pretende hacer historia en un certamen que se ha definido como el torneo que aglutina a todo el país futbolero.

"Estamos con muchas ansias esperando el partido, hemos trabajado desde agosto del año pasado en este proceso con gente que estaba en la isla y hace dos meses empezamos a entrenar con el profe Garcés, en ese momento la cosa se puso realmente profesional, porque las prácticas son los siete días de la semana", explica el goleador de los isleños.

La disciplina que ha impuesto el DT campeón con el Decano en 2001 parece estar dando resultados, porque identificó a cinco jugadores con sobrepeso y los obligó a ponerse a dieta. Rojas relata que ha bajado diecisiete kilos en los últimos meses: pasó de cien a 83 kilogramos, un registro que lo tiene feliz, considerando que mide un 1,80 m.

El eje de ataque de Juan Fernández tuvo un breve paso por las cadetes wanderinas: alcanzó a entrenar en el Alejo Barrios el año 2003; sin embargo, recuerda que fue padre muy joven y debió volver al archipiélago para trabajar en la pesca de la langosta y hacerse cargo de su familia.

"Tengo 35 años y ya estoy un poco pasado para el fútbol competitivo, pero acá hay jóvenes que son muy talentosos. En mi caso, voy a jugar este partido y feliz con lo que salga. Obviamente, lo que queremos nosotros es hacer historia, es el partido de nuestras vidas", confiesa.

En el equipo que representa a Juan Fernández hay pescadores, trabajadores municipales y constructores. Incluso tienen a un psicólogo en el plantel que los ha ayudado a manejar la ansiedad. "No es muy bueno para la pelota, pero las ganas de ayudarnos las tiene al cien por ciento, eso se agradece muchísimo", reflexiona Rojas.

Estudiaron al rival

En términos futbolísticos, el plantel se ha reunido a observar partidos de Wanderers para planear cómo enfrentar el partido de Copa Chile. "Tenemos algunos detallitos anotados del rival, pero no los puedo decir. Sabemos por dónde ir, pero es una sorpresa, si lo digo me retan. Más allá de que a ellos no les haya ido bien en sus últimos partidos, son profesionales, en cambio nosotros no tenemos nada que perder. Aunque vengan con juveniles y parte del plantel adulto, sabemos que será difícil, ellos físicamente son superiores, tienen una formación distinta", afirma el jugador isleño, quien además es presidente del Cumberland, uno de los cuatro clubes del archipiélago.

Respecto a los jugadores caturros, también tienen claro cuánto pesa cada uno: "Si viene Carlos Muñoz será peligroso, lo mismo Duma, hemos hablado harto de ese jugador. También Cañete, que puede jugar mal, pero si tiene una oportunidad te tira un pase gol, lo mismo León, que es muy rápido por la banda izquierda. Para qué hablar del arquero, Miranda, que es muy bueno, no sé si vendrá. Nosotros no tenemos idea quiénes viajan, sólo sabemos que los juveniles llegan mañana (hoy) en el barco, ahí viene Valladares, que jugó en Primera el año pasado".

"Le preguntamos al profe Garcés si va a ir el sábado con terno a la cancha, pero parece que no trajo. O quizás sale con alguna sorpresa".

Frederyck Rojas, Delantero de Juan Fernández

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La semana pasada las series sub 18 y Proyección de Wanderers se trasladaron hasta Concepción para jugar de visita con el cuadro del Campanil. Sin embargo, cuando llegaron el viernes por la noche al hotel donde tenían reserva, les informaron que los juveniles de Unión Española habían ocupado las habitaciones que le correspondían a la sub 18. Ante esto, el plantel caturro fue enviado a un hostal que no contaba con condiciones mínimas para el alojamiento de los jugadores. Habitaciones sucias, camas manchadas y hasta arañas de rincón configuraban un panorama poco acogedor en el recinto. Así las cosas, desde el club se informó que gestionaron el traslado hasta otro hotel de la zona, cuando ya eran más de la 1 de la madrugada del día siguiente. Pese a todo, los juveniles porteños vencieron 1-0 a Universidad de Concepción el sábado, en un duelo que arrancó a las 11.15 horas. El equipo de Proyección, en tanto, se impuso 2-1.