La inmunidad de Trump tambalea en la Suprema, pero el republicano gana tiempo
EE.UU. Nueve magistrados escucharon por casi 3 horas los argumentos de la defensa.
La petición del expresidente de Estados Unidos Donald Trump para gozar de inmunidad judicial absoluta no pareció convencer a los jueces de la Corte Suprema, aunque al republicano le ha servido para retrasar su juicio por el asalto al Capitolio y ganar un tiempo muy valioso con la vista puesta en las elecciones de noviembre.
Los nueve magistrados, seis de ellos conservadores y otras tres progresistas, escucharon durante casi tres horas los argumentos de la defensa de Trump y de la Fiscalía a favor y en contra de la inmunidad, en una audiencia inédita dado que nunca antes un expresidente había sido imputado penalmente.
La Suprema debe decidir si Trump está protegido por haber sido presidente y, por lo tanto, si se debe anular el juicio pendiente en un tribunal federal de Washington sobre su presunto intento de revertir las elecciones que perdió en 2020 y por haber instigado el asalto al Capitolio.
Tanto la jueza que lleva el caso como la Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia desestimaron la petición de inmunidad, de modo que la defensa de Trump lo elevó al Supremo, que lo admitió a estudio en febrero.
Aunque no consta en la Constitución, los presidentes de EE.UU. han gozado históricamente de inmunidad frente a procesos judiciales relacionados con el desempeño de sus funciones para así evitar una violación a la separación de poderes.
Los jueces del Supremo se mostraron escépticos a dotar a Trump de una inmunidad plena, aunque sí creen que debe haber alguna protección para los expresidentes ante actos arbitrarios de sus sucesores. La mayoría pareció partidaria de blindar sólo con inmunidad algunas actuaciones propias de las funciones oficiales de un presidente.
Interrogado por los jueces, el abogado de Trump llegó a defender que un presidente podría ordenar un golpe de Estado o un asesinato dentro del ejercicio de su cargo sin ser imputado.