Los costos de la parálisis económica
El conjunto de los gremios productivos del país ha planteado la necesidad de acelerar el tranco y reactivar el crecimiento.
Mientras en Santiago los dirigentes empresariales más importantes del país se reunían en la Enade 2024 bajo el título de "Contra el inmovilismo" y planteaban al Presidente Gabriel Boric, presente en la actividad, la necesidad de reactivar la inversión de todo tipo para movilizar el músculo productivo y volver a niveles de crecimiento que mejoren la calidad de vida de las personas, en Viña del Mar se conocían las palabras que entregó el presidente de empresas Copec, Roberto Angelini, a los accionistas del holding, en las cuales criticó la falta de colaboración de las autoridades del país y la comuna para sacar adelante grandes proyectos de inversión, como el plan de remediación ambiental propuesto por la firma para el paño de terreno ubicado en el sector de Las Salinas, frente al mar.
"Hace años que las autoridades locales ni siquiera nos reciben", se quejó el principal ejecutivo del conglomerado que aglutina pesqueras, forestales y negocios inmobiliarios, además de la importación, distribución y comercialización de combustibles. Angelini planteó que "es difícil entender el sentido de ponerle tanto obstáculos a una iniciativa de este tipo, que cuenta con el respaldo técnico de destacados científicos y universidades, tanto locales como internacionales, y que es un aporte indudable para la Ciudad Jardín".
Así como le pasa al líder de Copec le debe pasar a muchos viñamarinos, que no entienden por qué el municipio se resta de entregar su apoyo -o al menos, no obstaculizar- una iniciativa que plantea la remoción del material contaminante que aún se encuentra en el subsuelo del terreno que por más de 70 años ocuparon distintas empresas petroleras -y antes de ellas, las productoras salineras que le dieron su nombre al sector-, y prefiera escuchar a grupos que cuestionan procesos, metodologías y estudios realizados por científicos de renombre, revisados y aprobados por los ministros del mismo Gobierno al que dice adherir.
El estancamiento es parte de ese alto costo que deben pagar la comuna, el país o las comunidades cuando la oposición a cualquier proyecto, idea o emprendimiento se transforma en una actividad irreflexiva, incluso barata de practicar. El problema es que en este juego de suma cero perdemos todos.