Correo
Desconfianza
La delincuencia en el país es un camino sin salida. Valiosas vidas de servidores públicos han sido abatidas en sur del país. Es legítimo preguntarse qué más debe pasar para que el Estado reaccione y las autoridades no caigan en aquellos lugares comunes de siempre, con lamentaciones y laxitud en su actuar, lo que ante la actual situación ya produce fastidio.
Estos trágicos hechos no son casuales y queda demostrada la impudicia y cero respeto por la vida de la acción delictual en el país y la ineficiencia de las medidas implementadas. La situación no cambiará haciendo lo mismo de siempre. Expresiones como "no descansaremos hasta encontrar a los responsables" o "no habrá impunidad" ya no son creíbles y producen desconfianza y daño a la fe pública.
Joaquín Ortiz G.
Medidas concretas
La reciente y lamentable muerte de tres carabineros no fue producto de un enfrentamiento contra delincuentes comunes para proteger a una víctima de un asalto. No, fue un asesinato premeditado, ejecutado mediante una acción ofensiva propia de una guerra entre dos bandos, pero en la que sólo los criminales juegan sin reglas.
Ante esto, el Presidente señaló que "quiero que sepan que la disposición de todos los presentes es a actuar con unidad para enfrentar este terrible e inaceptable hecho. No vamos a descansar hasta encontrar a los culpables".
En vez de seguir contando carabineros muertos y buscando a los asesinos, deben anticiparse para evitar nuevos mártires, persiguiendo y neutralizando a los terroristas antes que ellos actúen. El apoyo que necesitan nuestras fuerzas de seguridad no son abrazos a sus viudas, sino que normas y equipamiento que les permitan revertir la asimetría que actualmente existe entre un Estado que sólo reacciona y terroristas que mantienen la iniciativa.
Lo que la ciudadanía en masa les está diciendo a las autoridades es que hagan algo diferente para evitar más carabineros y civiles muertos, es decir, anticípense y prevengan y no sigan lamentándose mediante la pena ajena.
Enrique Alvayay Castro
Preocupación
Los asesinatos del sargento 1° Carlos Cisternas Navarro, cabo 1° Sergio Arévalo Lobos y cabo 1° Misael Vidal Cid (Q.E.P.D.), precisamente un 27 de abril y acuciosamente planificados, constituyen una acción criminal en la que se utilizaron recursos materiales y humanos suficientes para concretar la acción homicida.
Sin duda, los autores de estos deleznables hechos poseen el apoyo logístico suficiente para concretar la emboscada y huir de la zona.
Preocupa a la ciudadanía si estos alevosos homicidios constituirán o no un punto de inflexión para que el Estado de Chile ejecute acciones acertadas en su lucha contra el crimen organizado y el terrorismo. Hechos similares ocurridos en los últimos años nos llevan a ser pesimistas sobre este aspecto. Habrá muchas caras de tristeza, discursos, declaraciones de buenas intenciones y acciones legales "contra los que resulten responsables", pero al igual que otros asesinatos, todo el espectro político lo olvidará prontamente, no así las viudas y los huérfanos.
Ojalá que la muerte de estos tres nuevos mártires de Carabineros no sea en vano y lleve a las autoridades a reflexionar y dejar de lado sesgos ideologizados que les impiden actuar decididamente contra la delincuencia, pues ahora más que nunca la ciudadanía clama por más seguridad y un Chile con mejor calidad de vida.
Iván Stenger Larenas
Terrorismo
A los que dicen que nunca se había visto un atentado así en la zona, ¿se les olvidó que hace unos años quemaron vivos a unos ancianos? ¿Se les olvidó todas las personas asesinadas en atentados terroristas? ¿Se les olvidó que por años les dio por bajar el perfil a la situación llamando "violencia rural" a lo que claramente era terrorismo?
Richard Rodríguez Hormazábal
Asesinato planificado
No fue casualidad la muerte de los tres carabineros. Fue una acción planificada para ser cometida en un nuevo aniversario de la institución. Aún oímos frente a estos actos de terrorismo que "los buscaremos", "nos querellaremos y llegaremos hasta las últimas consecuencias". Mientras tanto, se siguen perdiendo vidas.
René A. Zapata Valiente
Sociedad inerte
Balas, sangre y muerte recorren a lo largo y ancho de nuestro país. Hace una década observábamos con lástima ingenua y cierto grado de alivio que la realidad delincuencial de los países latinoamericanos no era la nuestra. Así, la generación nacida en los noventa creció pensando que la seguridad era algo dado, natural y obvio.
Hoy día nos encontramos ante una sociedad inerte, como un boxeador aturdido al borde del nocaut. Casos espeluznantes que antes estaban más cerca de la ficción que de la realidad, ahora son tristemente cercanos a la vida de todos nuestros compatriotas.
De esta manera, la capacidad de asombro se desvanece, nuestra institucionalidad se debilita mientras una nueva familia de mártires se viste de luto. Con profunda tristeza, muchas familias llorarán en la soledad por una nueva persona asesinada, víctima de la delincuencia y el terrorismo.
Para mi generación, que creció en un país seguro, es crucial que la nueva generación no asuma la violencia como algo normal en nuestra sociedad. Las personas, sus vidas y sus familias no son una estadística, son la esencia misma de nuestra humanidad.
Cristóbal Quiroz N.
Responsabilidad
El general director de Carabineros será formalizado por "responsabilidad omisiva". Ante la inmigración descontrolada, inseguridad ciudadana, narcotráfico, terrorismo y asesinatos de carabineros, ¿habrá alguna otra autoridad que también pueda ser formalizada por responsabilidad omisiva?
Daniel Arellano Walbaum