Un nuevo capítulo en el Festival de Viña
El municipio firmó el contrato de concesión con Mega y Bizarro con horas de diferencia del desistimiento de la demanda de Canal 13. Si la marca Festival salió o no indemne de este controvertido proceso se verá con más claridad en los próximos meses. Por ahora, todo será sonrisas y palmoteos de satisfacción.
Con la firma del contrato de concesión entre el municipio viñamarino y la unión temporal de proveedores que conforman Megamedia y la productora Bizarro, sumado al desistimiento de Canal 13 de la demanda interpuesta en el Tribunal de Contratación Pública contra el proceso de licitación, se cierra uno de los capítulos más tensos y, a momentos, bochornoso, del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar. Nunca antes en la historia del certamen, que en febrero de 2025 cumplirá 64 ediciones, el periodo de transición entre una concesión y otra había estado tan convulsionado, con fuertes cuestionamientos públicos a las reglas de organización propuestas para los eventos de 2025 a 2028 y dudas abiertas sobre las condiciones legales de la oferta hecha por la asociación de Megamedia y Bizarro, los únicos oferentes del proceso. Que tanto Canal 13 como TVN hicieran críticas públicas a las bases de licitación y que en su propia oferta Megamedia planteara modificaciones -que no fueron aceptadas-, revela que el proceso estaba desalineado de los intereses de los potenciales canales organizadores. Lo que viene ahora es una carrera contra el tiempo para montar de cero tanto la parrilla de artistas festivaleros -los números internacionales de gran calado suelen reservarse con un año de anticipación-, como los arreglos de la Quinta Vergara y la gira de promoción del certamen, repuesta por exigencia municipal después de varios años sin realizarse. El primer hito de esta recién abierta "era Mega" ocurrirá en las próximas semanas, cuando la Comisión Festival sostenga, de forma inédita junto a todo el Concejo Municipal de Viña, su primera reunión con los nuevos concesionarios. Será el momento de aclarar las dudas y proyectar el futuro inmediato del principal evento viñamarino. Si la marca Festival salió o no indemne de este proceso se verá con más claridad en los próximos meses. Por ahora, todo será sonrisas y palmoteos de satisfacción.