"El 2002 fue mi primer Censo y ahí dije 'no vuelvo a sentarme en un escritorio"
Estadístico de profesión, le ofrecieron salir a terreno para contar la población y se enamoró de esa labor. Actualmente lidera el proceso a nivel regional por tercera vez.
"Yo quería estudiar matemáticas. Y mi mamá, que es la matriarca de mi familia, me dice 'miraste todas estas carreras y yo creo que ésta es para ti'. Y yo no lo dudé", cuenta Carola Faúndez Garcés sobre el camino que la llevó a estudiar estadística en la Región de Valparaíso, y después a hacer su práctica en el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) local, donde ya lleva 25 años.
De ese tiempo, al menos seis ha ejercido como Jefa de Operaciones del organismo, y actualmente es la Jefa Censal de la región, es decir, está a cargo de coordinar el levantamiento y entrega de información para el Censo de Población y Vivienda 2024, para el cual están trabajando 3.500 personas. "Es mi cuarto Censo", comenta, confesando que "para mí sería terrible no participar", sobre todo porque considera que estos "son regalos".
Censo y Megaincendio
Se trata de la tercera vez que Carola asume el desafío de ser jefa censal de los cuatro procesos en los que ha participado. "El Censo tiene esta magia, que tú llegas a todas partes", comenta, y ejemplifica con que la semana pasada ya llegaron a las personas en situación de calle, lo que "muestra qué tan inclusivo es".
El reto es enorme, ya que ésta es la segunda región más grande, y en la que territorialmente es muy distinto levantar la información en San Felipe, Cartagena, Valparaíso y, por supuesto, el territorio insular. Ése es otro aspecto que Faúndez encuentra "maravilloso", pues "tú tienes que adaptarte, tienes que aprender, tienes que ser capaz de entender donde estás, el territorio donde vas y no llevar tu idea".
Por otra parte, este proceso tiene características distintas a los hechos anteriormente. Uno de ellos es que no se concentra en un solo día, y lo otro es que por primera vez -tras agotar todas las instancias para hacerlo presencialmente- el propio encuestado puede responder el cuestionario en forma online.
Esto permite que en 12 semanas se puedan hacer los cambios necesarios para poder ir respondiendo a las diferencias que existen en las poblaciones. Un hecho que deja claro esto es lo que pasó con el megaincendio, donde obviamente cambió totalmente el escenario que se había previsto para poder desarrollar la encuesta.
"Nosotros teníamos todo planificado y pasa esto -confiesa la Jefa Censal de Valparaíso-, y dijimos 'ok, hay que cambiar el switch inmediatamente'. Tenemos un equipo súper bueno que fue capaz finalmente de catastrar esto, cómo lo vamos a abordar, cuánto nos vamos a demorar". "Lo otro bueno -continúa- es que pudimos gestionar a través del INE central un equipo de sicólogos que acompaña a los censistas".
Esto porque "de verdad es súper crudo", ya que los afectados tiene que revivir lo sucedido, pues "tú le preguntas, por ejemplo, por la vivienda que ya no está o por un hijo que hoy día, quizás, tampoco está. No solamente el informante queda afectado al revivir, sino también el que recibe esta información", detalla.
A pesar de todo ello, "nosotros logramos, finalmente, en la primera fase barrer todas las viviendas del sector. Pensábamos que nos íbamos a demorar, porque iba a ser mucho más complejo; y la verdad es que creo que el poder dar contención a los equipos, sabiendo y preparándote para lo que vas a enfrentar, creo que fue la clave y eso nos ayudó", indica
En el terreno
Carola Faúndez sabe bien lo que es andar en terreno. Si bien entró a la Unidad Técnica del INE, donde se analizan y evacuan informes de los números recogidos por las diversas encuestas, el 2001 el director de ese entonces le comentó que "se viene el Censo y tú tienes que conocer el terreno. Estadísticas, no son solo de oficina".
Aceptó, "y me fascinó. Dije 'esto es lo mío'. La estadística, desde donde nace, donde sale el número, es para mí", sostiene. Y añade: "Esto necesitaba un esfuerzo. Un esfuerzo de coordinar personas, desde las dificultades de levantar un número, porque no es fácil que uno golpea la puerta y obtiene el número, es convencer, tener un equipo motivado que vaya y que en diferentes inclemencias que te vas encontrando, porque hay cosas positivas o negativas, tienes que tomar el dato", detalla.
"Entonces el 2002 fue mi primer Censo y de ahí dije 'no vuelvo. No vuelvo a sentarme a un escritorio'". Por lo mismo, conversó con el director y le solicitó cambiarse a la Unidad Operacional, y si bien la respuesta fue positiva, le dijo que antes tenía que pasar otra etapa.
Fue así como "me mandó como encuestadora de la Encuesta Nacional del Empleo. Fui, levanté datos y me encantó; además, porque cuando estás de coordinadora y ves obviamente el trabajo de terreno, pero cuando tú tomas el dato y ves la dificultad de eso, sentí como que se me abrió mucho más el mundo, de ver lo complejo que es estar en terreno: movilizarte, el frío, el perro, la quebrada", asegura.
"Aun así -sostiene- me encantó. Le dije al director 'yo quiero seguir en esto', y me dice okay". Pero no fue hasta el 2008 que se abrió una oportunidad para que fuese Jefa de Operaciones, y hasta la fecha sigue ahí: "Nunca me he arrepentido. Te juro que me hace feliz. Yo soy muy feliz haciendo lo que hago", afirma.
E incluso ahora sigue saliendo a terreno. "De hecho, por ejemplo ahora en Censo, una de las cosas que a mí me gusta es salir a los lugares complejos, acompañado a los equipos en el levantamiento de tomas, de campamentos, sectores peligrosos, porque siento además que cuando tú acompañas al equipo en lugares complejos, ellos sienten de que tú estás palpando, estás sintiendo y tomando el peso de lo que ellos están haciendo", manifiesta.
Ser mujer
El Censo, por sobre todas las otras encuestas que realiza el INE -como la del empleo, comercio, turismo. calidad de vida, cultura. etc.-, es una de las actividades que requieren más horas laborales. De allí que Carola Faúndez prácticamente se encuentre viviendo en la oficina temporal que hay en Viña del Mar donde se coordina el personal que trabaja.
"Yo trabajo de lunes a domingo. Llego acá a las 8:30 y me estoy yendo a las 22:30 horas", por lo que le advierte a su marido e hijo que "entro en Censo y yo desaparezco. Entonces me organizo de tal forma con mi familia, de dar contención y apoyo mientras yo no estoy en estos meses, para que no se resienta- el tema de no estar. Igual hay cosas que yo jamás voy a dejar de lado, por ejemplo, los cumpleaños", dice.
"Eso yo lo aprendí de mi mamá. Nosotros somos tres hermanos y ella siempre trabajó -cuenta-. Ahí me di cuenta de que las mujeres podemos trabajar, podemos ser mamá y podemos hacer un montón de cosas sin culpabilidad".
Desde su perspectiva, el sentirse culpable "es lo peor, porque finalmente eso nos juega en contra como mujeres". "Creo que por eso es que faltan muchas mujeres siendo líderes hoy día, porque significa postergar muchas cosas personales, pero que también pueden ser compatibles. Por ejemplo, Censo específicamente es complejo porque son tres meses muy full, pero yo como Jefa Operaciones puedo hacerlo y lo he podido hacer durante 22 años. El tema es aprender a trabajar en equipo. Creo que eso es lo más importante", finaliza. 2
Flor Arbulú Aguilera
flor.arbulu@mercuriovalpo.cl