El modelo de los casinos de juego
De forma mensual, la Superintendencia que regula estos recintos informa con transparencia las ganancias y aportes de estas empresas. Esta fórmula, que incluye la intervención de dos entes públicos y uno privado, puede plantearse como una alternativa virtuosa para mejorar la administración municipal.
Un total de $ 3.791,7 millones aportaron las tres concesiones de casino que operan en la Región de Valparaíso por concepto de impuestos en el mes de marzo. La cifra suma tanto los aportes al Gobierno Regional y los municipios como los conceptos de IVA y tributo a las entradas, según dio cuenta la Superintendencia de Casinos de Juego a través de un informe. Enjoy de Viña del Mar fue el que más contribuyó a las arcas públicas, con un total de $2.116 millones. En el desglose fueron $ 473,3 millones por impuesto específico del Gobierno Regional y una cifra igual respecto al tributo al municipio. Por concepto de IVA el monto llegó a $ 899,2 millones y por entradas se agregaron al Fisco otros $ 270,5 millones. Los segundos aportes en magnitud correspondieron al casino Enjoy Santiago, ubicado en Rinconada de Los Andes, que en el periodo sumó $1.249,8 millones. Por último, en lo que respecta al Casino Enjoy de San Antonio, la contribución acumulada por todos los impuestos correspondió a $425,7 millones.
Más allá de estas cifras, vale la pena destacar el mecanismo instalado en las concesiones de casinos de juego para controlar los ingresos por distintos conceptos y su flujo constante hacia las arcas municipales, del Gobierno Regional y el Fisco, con un nivel de transparencia que deberían imitarse en otros ámbitos de la administración consistorial. La vigilancia que hace la Superintendencia de todo el proceso es vital para garantizar que se cumplan las condiciones acordadas y que los recursos se invierten en aquellas obras y programas que permite la ley, no otros. Esta fórmula, que incluye la intervención de dos entes públicos y uno privado, puede plantearse como una alternativa virtuosa para mejorar la administración municipal en aquellos ámbitos que están duramente cuestionados, como las corporaciones, donde la falta de control abre puertas para una corrupción galopante, como tantas veces ha advertido la Contraloría.