Fabián Corrotea Cruces

En octubre de 2021, en los últimos meses de la pandemia de covid-19, el español José Ángel Samaniego aterrizó en Chile para encabezar una verdadera revolución en Colegio Los Leones de Quilpué.

El experimentado entrenador, de 57 años, ha sabido llegar dos veces a la final de la Liga Nacional de Básquetbol con el club felino; sin embargo, no ha podido levantar el trofeo del campeonato.

Luego de casi tres años en el país, Samaniego tiene su propia némesis y esta semana la volverá a mirar a los ojos. En una final anticipada, el cuadro quilpueíno se encuentra nuevamente con Universidad de Concepción, rival que no pudo derrotar en las finales de 2022 y 2023.

En esta edición de la liga, los felinos y los del Biobío se verán las caras en semifinales. En el balance de la actual temporada, el técnico Samaniego reflexiona que "cada equipo recibirá lo que corresponda" al final del torneo.

"Las temporadas en Chile siempre son complejas. Está muy condensada, jugando dos partidos cada fin de semana y de manera consecutiva, con lo cual al final cualquier contratiempo se suele penalizar mucho o un jugador que tenga una lesión grave. Por una pequeña indisposición, puedes perder un jugador por varias fechas", sincera el director técnico de Los Leones.

- Suma una nueva semifinal en la liga. ¿Cómo ve el panorama para esta edición?

- Todo se viene de manera muy intensa. Pero como siempre decimos, al final, a cada uno la competición lo pone en su lugar. En este caso, nosotros al final de la fase regular trabajamos intensamente porque queríamos tener la mejor posición de cara a los playoffs. Aunque es cierto que la Liga desde el inicio se había roto, en el sentido que ya había cuatro equipos que estaban marcando mucha diferencia sobre el resto. Nosotros terminamos en el primer lugar y podemos finalizar las llaves en calidad de local. Por su parte, U. de Conce finalizó cuarto y tendremos ese beneficio.

- ¿Cuáles han sido las claves para mantener a Los Leones en el protagonismo desde tiempos de pandemia hasta hoy?

- Han habido cambios abismales. Desde la cantidad de público en los partidos hasta en la estructura de la liga, entre ellos el número de extranjeros que pueden estar en un club, que es algo que marca la diferencia. Desde 2021 hicimos una apuesta importante por jugadores jóvenes, que la reforzamos el año pasado. Lógicamente, a los jóvenes también les pasa el tiempo y eso hace que vayan desarrollándose entre lo físico como lo técnico-táctico. En ese contexto, el nivel de madurez competitiva obliga a los jóvenes tener un rol titular, no simplemente estar en la nómina, sino que poco a poco ser más protagonistas. Eso ha sido un cambio significativo, una cosa importante es que siempre se hizo pensando en mantener como base una columna vertebral.

- Con dos finales en el cuerpo y otra semifinal asegurada, ¿cree que su equipo ha tocado techo?

- Este proceso de desarrollo de jóvenes no está terminado, les queda mucho todavía. La mayoría de ellos sigue siendo Sub 23. De la competición seguramente es el plantel más joven de los que estamos en semifinales. Eso es bueno, eso habla de que hay un proyecto y de que hay un futuro para el club.

Samaniego y la espina

El entrenador donostiarra no guarda rencores. Samaniego encara una nueva llave ante los universitarios con serenidad, a pesar de estar en desventaja en el historial mano a mano.

- ¿Siente que ya es algo personal los duelos ante UDEC?

- Para mí, no. Yo nunca he sido una persona que tenga la sensación de que tiene que haber una revancha. Desde mi llegada a Chile sé que el máximo referente, en cuanto a resultados, ha sido la Universidad de Concepción. Lo que sí sabemos es que las distancias se han ido acortando con el paso del tiempo. Cuando yo llegué hace tres años, los veíamos muy lejanos. Aquella primera final estuvimos muy por encima de lo que todo el mundo esperaba, incluso para nosotros mismos. Lo supimos competir muy bien y llevar a una final a seis partidos. El año pasado, que parecía que podíamos estar más cercanos al campeonato, fue de ellos.

- ¿Cree que El Campanil es el favorito, a pesar de tener una fase regular intermitente?

- Han tenido un año complejo. Al final, nunca hay que olvidar que es muy difícil para cualquier equipo chileno tener una competición internacional y al mismo tiempo la Liga Nacional. Eso te lleva a recuperar partidos, sumado al desgaste solamente por competir a nivel internacional. Han tenido problemas físicos y es cierto que también han tenido cambios en sus jugadores extranjeros.

- ¿Cree que este es el año?

- El camino hacia el éxito es largo y nosotros seguimos tratando de encontrarlo. Desde lo físico llegamos bien, desde la motivación con mucha ilusión, pero sabemos que van a ser unas tres semanas muy intensas; sobre todo, hay que gestionar la adversidad y que seamos capaces de mantener un eventual resultado. Los dos primeros enfrentamientos son claves. Mi equipo ha demostrado que puede competir en cualquier escenario.

"Este proceso de desarrollo de jóvenes no está terminado (...) el camino del éxito es largo". "Las distancias (con Universidad de Concepción) se han ido acortando con el paso del tiempo".

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