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Basura y escombros
El presidente de la Corporación de Adelanto y Desarrollo de Reñaca (Codar), Óscar de la Maza, muestra un video realizado con motivo de los veinte años del aluvión, donde están señalados los puntos de la cuenca del estero en los cuales se acumulaban entonces basura y escombros.
"Lo que muestra ese reportaje del año 2004 persiste. Cerraron un par de vertederos ilegales, pero sigue habiendo lugares donde personas inescrupulosas continúan botando basura y escombros hacia las quebradas del estero de Reñaca, lo cual indudablemente va a agravar la situación en caso de una emergencia", afirma el directivo, quien plantea que es a la municipalidad a quien le corresponde hacer las gestiones que corresponda ante los organismos pertinentes para un adecuado manejo de la cuenca.
También De la Maza apunta sus dardos contra el puente y afirma que "lo que provocó en gran parte la inundación del sector bajo de Reñaca con más de 2,5 metros de agua y lodo en 1984 fue que al llegar el torrente al mar el puente se taponeó con basura y ramas, el caudal se acumuló y rebotó hasta el sector de las casas de Balmaceda y Vicuña Mackenna".
"Antes el estero descargaba directo al mar, pero el puente generó que el cauce deba hacer una curva de 90° y después una 's' para poder vaciar", acota, a la vez que acusa que la estructura también obstaculiza el normal flujo de arena hacia la playa. "El estero es contribuyente de la arena que está en Reñaca, y le pusimos un tapón a ese proceso. Eso ha provocado que en los últimos años, cuando hay marejadas, las olas se adentren cada vez más" hacia Borgoño.
Dice que como se bloquea el flujo, la arena se acumula en el sector bajo del lecho. "Después contratan a una empresa que saca 500 camionadas y las va a botar a algún lado, en lugar de que esa arena quede en la playa", reclama, y aboga para que el estero sea declarado humedal urbano a fin de que tenga un mayor nivel de protección.
Pequeña y abrupta
Donde ha ocurrido un fenómeno geológico, es seguro que se volverá a repetir en el futuro, señala uno de los principios de la geología moderna.
"Todos los procesos del planeta son recursivos, en algún momento vamos a tener más lluvias. Lugar que se inundó o se incendió va a volver a ocurrir lo mismo si no se mitiga", plantea el académico del Instituto de Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Luis Álvarez.
El magíster en Urbanismo expone que la cuenca del estero de Reñaca es relativamente pequeña, de no más de 36 km2 y con una altura máxima de 420 m, pero tiene la particularidad de que en una extensión de sólo 14 km baja desde esa altura al nivel del mar; es decir, "tiene una estructura muy abrupta donde el agua busca rápidamente el borde y fluye de golpe". Recuerda que a esa condición se sumó en 1984 el hecho de que "en el borde se había inaugurado el puente, que no es puente sino un terraplén, y ahí se contuvo el flujo que se fue devolviendo hacia atrás".
Proceso de urbanización
Luis Álvarez plantea que en 1984 Reñaca era básicamente el barrio costero y Reñaca alto todavía era una toma. Pero desde los años 90 este último sector se urbanizó al igual que Glorias Navales. "Entonces, técnicamente, Reñaca bajo se hace más vulnerable frente a las crecidas del estero", sostiene.
También observa que si bien "no ha experimentado el fuego desastroso del resto de Viña del Mar, la cuenca de Reñaca sí ha tenido un mal manejo, de quebrada en abandono, y cuando eso pasa más de alguien puede entender que esos terrenos se pueden ocupar de otra forma".
Por ejemplo, "al interior de ella se encuentra el Centro de Formación Policial de Carabineros. Entendiendo que es una quebrada, se interviene para un mayor aprovechamiento, pero ese centro está en riesgo. Si se produce un aluvión como ése, es la zona más vulnerable".
El experto subraya asimismo que "hemos perdido la capacidad de vivir arraigados, de saber dónde estamos ubicados. En principio todos somos habitantes de una cuenca y por tanto debemos prever esos procesos naturales".
Expone que si los habitantes asimilan esos procesos, "podrían mitigarlos, o bien reconocerlos y abandonar la zona de riesgo por esta evidencia. Pero si no tenemos la experiencia de haber sido inundados, o de haber sufrido un incendio, no desarrollamos resiliencia y en eso nos falta mucho. No sabemos de territorios, ni con cuánta agua se desbordan los esteros".
Entre las soluciones que ve como posibles para Reñaca está dotar a la cuenca de un sistema de estructuras decantadoras como las habilitadas en la quebrada de Macul tras el aluvión de 1993, para reducir la energía de la bajada del agua.
Y respecto del "puente nuevo", Álvarez recalca que el estero fluye para evacuar recto al mar, "y en esa lógica es un caudal que busca acomodarse rápido y no dar la vuelta".
Zonas de inundación
"Las zonas planas de Viña del Mar y Reñaca (...) corresponden a las áreas de inundación natural de los esteros, proceso al que deben su existencia, por lo cual permanentemente existe alto riesgo de desborde de las aguas", señala el informe ejecutivo del Plan Maestro de Evacuación y Drenaje de Aguas Lluvias del Gran Viña del Mar, realizado en 2001 para la Dirección de Obras Hidráulicas del MOP.
"En el estero de Reñaca existe la posibilidad cierta de inundaciones debidas al desborde del estero ante lluvias de magnitud mayor a 50 años de período de retorno, especialmente en el sector norte, aguas abajo del puente Los Canelos", agrega el informe.
De allí que el manejo de la cuenca cobre tanta relevancia, en especial por los efectos del cambio climático en el régimen de lluvias. Como dice el periodista Rodrigo García, "a 40 años del aluvión de Reñaca, pienso cómo hay gente que sigue botando colchones, cocinas, refrigeradores, y un sinfín de cachureos a las quebradas y cauces de ríos y esteros. Nunca nadie puede asegurar que una tragedia como esa no volverá a repetirse". 2