"El partido que más recuerdo es el clásico de 2007, ese gol a Everton es histórico"
Ese día, en el antiguo estadio Chinquihue, Puerto Montt le dio una paliza a Santiago Wanderers. En una cancha barrosa, el 3 de junio de 2006, los sureños golearon 4-0 al Decano por la última fecha del torneo de Apertura. El técnico porteño, Hernán "Clavito" Godoy, mandó al campo a un juvenil de 17 años que hacía su estreno en Primera División cuando quedaban ocho minutos de partido. Su nombre: Carlos Muñoz.
Esa fue la primera vez que "Carlitos" se puso la camiseta verde para defender al club del que se declara hincha. El domingo, ante San Marcos, cumplió doscientos partidos con el equipo caturro.
"De verdad me llena de orgullo esa marca", dice el atacante, quien confiesa que le habían mencionado que estaba cerca de alcanzar ese registro, pero no tenía claro cuándo lo cumpliría.
"Recuerdo mi debut en el año 2006, ante Puerto Montt, el resultado no fue el mejor, pero quedó grabado en mi memoria porque debuté. Además, mi papá estaba presente, porque era parte del staff del primer equipo. Es un día que uno atesora", confiesa el goleador, quien con el tanto que marcó frente a los ariqueños alcanzó las 66 conquistas y alcanzó a Eugenio Méndez en el séptimo lugar de los máximos artilleros en la historia wanderina.
- El 16 de septiembre de 2007 llegó su primer gol con la camiseta verde, en un clásico, logrando una victoria en el último minuto. Me imagino que la imagen es imborrable.
- El 2007 fue el año en que me tocó convertir mi primer gol como profesional, en un Clásico Porteño. La sensación es imborrable, creo que se generó un recuerdo para toda la gente y también para mí, porque lo llevaré siempre conmigo. Un lindo gol, un lindo triunfo y la posibilidad de hacerme conocido y entrar en el corazón del hincha caturro.
- Ese mismo año le tocó la fatalidad del descenso. ¿Es la pena más grande que ha vivido en su estadía en Valparaíso?
- Es cierto, esa temporada nos tocó descender y fue una pena bastante grande, porque, además, en la última parte del torneo nos hicieron tomar la responsabilidad a muchos jóvenes. Éramos un grupo de futbolistas con poca experiencia que afrontamos el final del campeonato asumiendo esa responsabilidad y ese triste momento del descenso, que ya se veía venir antes de que terminara el certamen. Fue un golpe duro, lógicamente una pena tremenda, pero para mí también fue una inmensa tristeza y una espina clavada la final que perdimos el año pasado en Iquique. Más que el descenso, esa posibilidad de subir perdida es lo que más me ha dolido dentro de lo que ha sido mi estadía en el club.
- ¿De qué manera ve, en perspectiva, lo que ha significado este largo camino vistiendo los colores porteños?
- Todo mi camino en el club ha sido bastante lindo, desde muy chiquitito hasta llegar al primer equipo, salí, volví, nuevamente salí y nuevamente volví. Me ha tocado vivir de todo acá, los wanderinos estamos acostumbrados a las situaciones adversas y ante eso siempre he puesto el pecho, se me puede criticar que a veces no rindo, que no hago goles, pero durante mi estadía en Wanderers siempre al final termino en la tabla de goleadores, disputando la mayor cantidad de partidos, tratando de dar todo aunque las cosas no me salgan. Todos mis años en Valparaíso los he disfrutado al máximo, porque es mi casa, trato de ser un ejemplo para los más chicos y ver crecer a jugadores que tienen la ilusión de hacer una carrera como la mía o mejor que la mía.
- Con su gol del domingo igualó en el séptimo puesto de los máximos artilleros del club a "Pastelito" Méndez, uno de los grandes ídolos que han pasado por Playa Ancha. Me imagino que es relevante, porque además está a dos anotaciones de Joel Soto y a cinco de Armando Tobar, que son el sexto y el quinto, respectivamente.
- Es increíble como a punta de goles y de a poquito esté ahí. Muchos no se esperaban que yo me metiera en la tabla de goleadores históricos del club, silenciosamente lo he ido haciendo, no es algo que haya divulgado. A medida que he ido marcando pasé a grandes jugadores de Wanderers, ya estoy entre los siete mejores y muy cerca de llegar al Top 5, y como wanderino, me llena de orgullo. Estar entre los máximos goleadores de una institución tan importante, con 132 años de vida, es un logro importante que se ha ido dando con perseverancia y me llena de orgullo. Ojalá pueda seguir escalando este año y me encantaría continuar subiendo, pero soy súper realista, no sé qué pasará conmigo, termino contrato a fin de año. La marca no está muy lejana y siento que estoy todavía a tiempo de poder lograrlo, porque a mis treinta y cinco años todavía me siento físicamente muy bien. Tengo partidos buenos, partidos malos, como todos, pero siento que es una linda oportunidad que el club tenga en la actualidad a un jugador que esté en condiciones de meterse entre los mejores cinco goleadores, pero ya no depende de mí. Mi idea es terminar en Wanderers mi carrera y si hay un plus, feliz. Se verá en el futuro.
- ¿Cuáles son el partido y el gol que más recuerda de su paso por el club?
- El partido que más recuerdo es el clásico de 2007. Ese gol a Everton es el que más me ha marcado, quedó en la historia. Fue mi primera anotación en el profesionalismo, además de la manera en que se dio y todo lo que se vivió en ese partido fue muy lindo, inolvidable, hasta el día de hoy se recuerda, la gente que estuvo en el estadio me lo dice y fue hace muchos años. Algunos que son hinchas de Wanderers hoy ni siquiera habían nacido, no lo vivieron.
- El domingo en el estadio alguien le gritó desde la galería norte durante el minuto de silencio. ¿Le molestó y por eso su forma de festejar el gol?
- Todos en el estadio se dieron cuenta en el minuto de silencio de una persona que gritó específicamente mi nombre, fue desubicado, mostró falta de educación, porque en esa instancia estábamos recordando a una persona que ya no está con nosotros. Se pueden morder la lengua un ratito y gritar después, porque en el estadio uno se va a desahogar, pero en ese momento me pareció desatinado. La mejor respuesta vino después en la cancha. Y mi festejo con la barra fue porque hace tiempo no celebraba con ellos y su aliento es súper motivante. Me encanta festejar el gol con mi pueblo y sé que la persona que gritó también estaba ahí celebrando mi gol, espero que lo haya disfrutado.
- ¿A quién le dedica sus 200 partidos jugados en el Decano?
- Se los dedico a mi familia, a mi padre, a mi madre, que fueron quienes me apoyaron desde muy niño en este sueño de ser futbolista, los que me acompañaban cuando entrenábamos en Alejo Barrios, al lado del barro, para ellos es esto, para mi familia, que siempre ha estado conmigo. En el fútbol uno pasa alegrías y grandes penas, pero siempre en el club de mis amores. Si tengo que seguir pasando penas con Wanderers, seré el primero en estar ahí, pero me siento feliz de ser parte de esta institución.
15.195 minutos ha jugado Carlos Muñoz en los 200 partidos que disputó con la camiseta de Santiago Wanderers.
66 goles marcó "Carlitos" con los colores caturros. El primero de ellos fue el 16 de septiembre de 2007 a Everton.
7° en la tabla de artilleros históricos del club está el actual capitán porteño, empatado con "Pastelito" Méndez.
5 goles le faltan al atacante playanchino para entrar al Top 5 de máximos anotadores wanderinos.
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