Claudio Ramírez
Complejos han sido los últimos años para el comercio local. Tras el impacto que generaron, y aún lo hacen, el estallido social y la pandemia, muchos no han podido resistir y han debido poner fin a sus operaciones.
De acuerdo a las cifras de la Superintendencia de Insolvencia y Emprendimiento (Superir), en los últimos diez años, 776 empresas de la región han iniciado procedimientos de liquidación por sus altos niveles de endeudamiento.
De hecho, sólo en lo que va del año suman 40, cifra sólo superada por la Región Metropolitana (304).
El último caso de una tienda emblemática en el territorio que debió bajar la cortina fue el de Comercial Ítalo Vinotti, boutique tradicional del valle del Aconcagua, dedicada especialmente al comercio de vestuario juvenil, y con tiendas en San Felipe y Los Andes.
Después de 22 años de funcionamiento, inició un procedimiento de liquidación, pues no pudo sobreponerse a los efectos del covid-19, acumulando una deuda superior a los $200 millones.
"Primero el estallido social y luego la pandemia, que provocó un cambio en la forma de comprar, sobre todo de los jóvenes. Y aquellos que no pudimos adaptarnos al sistema tuvimos pérdidas mayores a los que sí lo lograron hacer", dijo su dueño, Osvaldo Celedón.
"Al no entrar en esas plataformas, perdimos gestión comercial ante nuestros clientes y comenzamos a vender menos. Los ingresos bajaron y con ello la carga financiera aumentó porque había que seguir pagando arriendos sin que el local pudiera funcionar", detalló el comerciante que, a diferencia de 2011, cuando su negocio fue consumido por un incendio, no pudo sobreponerse.
En el local trabajaban once personas y ese fue uno de los motivos por el cual optó por el proceso de liquidación. "Eso nos permite manejar mejor la situación y no dejar a nuestra gente totalmente desamparada. Esa fue una de las cosas que más analizamos al inclinarnos por esta decisión, ya que todos son vecinos y por ello quisimos encontrar la mejor salida posible para toda la gente", agregó Celedón.
Número creciente
"Por cada empresa en la Quinta Región que logra salir adelante de un proceso de endeudamiento, son 40 las que quiebran. Es una dura y triste realidad", comentó el abogado y fundador de DefensaDeudores.cl, Ricardo Ibáñez.
Agregó que "esto debe hacer reflexionar acerca de si realmente aquellas empresas que son económicamente viables, pero que requieren una renegociación de sus pasivos, están contando de manera fácil y expedita con aquellas herramientas que establece la ley en su beneficio".
Añadió que en el actual contexto social político y económico no se puede obligar, por desinformación o por burocracia, a las empresas a cerrar la cortina pese a que algunas deban hacerlo producto de un cambio en el modelo de negocio o porque su servicio o producto no es rentable. "En ese contexto, la liquidación voluntaria o quiebra permite que dichas empresas puedan, a través de un procedimiento judicial simple y transparente, tener un cierre ordenado".
La presidenta de Unapyme, Gianina Figueroa, remarcó que uno de los principales problemas es la baja participación de las mipymes en las ventas. "Si bien representan el 98,4% de las empresas, sólo concentran el 11,7% de las ventas totales del país, menos que el 13% en prepandemia. (...) Al observar la creciente cifra de quiebra de empresas en la región y bajo crecimiento, las que más se siguen afectando por consecuencia son las empresas de menor tamaño".
"La pandemia provocó un cambio en la forma de comprar, (...) no pudimos adaptarnos".
Osvaldo Celedón, Dueño Comercial Ítalo Vinotti
"La liquidación voluntaria o quiebra permite que dichas empresas puedan tener un cierre ordenado".
Ricardo Ibáñez, Abogado Defensa Deudores
40 empresas se han sometido en la región al proceso de liquidación en lo que va de 2024.