Ajetreados días -los que, al margen de las festividades de Navidad y fin de año, incluyen en su caso un cambio de casa- está viviendo el ahora exatacante de Wanderers, Carlos Muñoz, quien acaba de firmar por Magallanes para la temporada 2025.

Aún dolido por la forma en que tuvo que partir y dejar el club de toda su vida (tras brindarle su apoyo público a Jaime García, no lo dejaron jugar más), el goleador playanchino ya se enfoca en lo que serán sus nuevos desafíos en el plantel que será dirigido por Braulio Leal.

"Afortunadamente, varios clubes de la categoría se acercaron y me manifestaron su intención de contar conmigo, tuve acercamientos con Melipilla, San Felipe y varios más, y les agradezco a todos por el interés", señaló el atacante, quien con relación a lo de Magallanes señaló que "la verdad que para mí fue una oportunidad súper tentadora, muy atractiva, primero porque están en Santiago y así estoy cerca de mi familia, lo cual también es un punto a favor y es algo que estaba buscando, en especial por las actividades de mi hija, y también porque Magallanes viene haciendo bien las cosas hace mucho tiempo. Es, además, un club con mucha historia, de mucho prestigio, que los últimos años ha mostrado buen fútbol y que hace poco ascendió y fue campeón de Copa Chile. Lamentablemente, volvió a bajar, pero tienen una idea muy clara. Y como club me han hablado muy bien de Magallanes, ya que hay gente muy seria y que te hace sentir muy bien y no lo dudé cuando se me presentó esta oportunidad. La verdad que estoy muy feliz, contento y motivado por ya pronto poder comenzar y luchar por un ascenso el 2025".

- ¿Ya pudo conversar con Braulio Leal, quien debutará también como técnico titular?

- Sí, ya hablé con él y le agradecí por su interés. Me señaló que estaba muy contento con mi llegada y que tenía muy buenas referencias mías como persona, ya que como jugador me conocía de sobra. Para él era importante sumar a gente que aporte en lo humano a lo que es el club.

Con relación a la misión y responsabilidad que tendrá al tener que reemplazar a un goleador como Joaquín Larrivey (que anotó 19 tantos en la actual temporada), Muñoz indicó que "Joaquín ha dejado huella en todos los clubes en los que ha estado, incluso estuvo en el mismo club en que jugué yo en los Emiratos Árabes, en el Baniyas, y cuando nos vemos nos acordamos siempre de aquello. Me ha tocado enfrentarlo varias veces en Chile, nos saludamos y, obviamente, es un jugador de mucha jerarquía y que a su edad sigue marcando diferencias. Pero yo no vengo a reemplazar a nadie, ya me pasó cuando llegué a Colo Colo que me dijeron que era el reemplazo de Paredes y yo no fui a sustituir a Esteban, sino que a escribir mi propia historia, que es lo que quiero hacer ahora en Magallanes, junto con aportar con mi experiencia, con mi fútbol, hay muchos chicos jóvenes acá en club, y también con las ganas que tengo, ya que de verdad quiero que el 2025 sea muy bueno para todos".

- Tras lo que sucedió con usted en Wanderers, y ya con 35 años, ¿pensó en dejar el fútbol?

- Nooo, para nada. Física y futbolísticamente estoy muy bien, nunca he tenido lesiones, siento que me queda cuerda pa rato en el fútbol.

"

E n los bellos parajes del Cementerio Parque del Mar, en Concón, descansan desde el domingo los restos del abogado y exdiputado viñamarino, Gonzalo Yuseff Sotomayor.

Reconocido por su destacado rol en el ámbito del derecho y la política, Yuseff tuvo además una valiosa participación en la directiva que en 1983 ayudó a la llamada "salvación" de Everton de los apremios económicos que tuvieron a los viñamarinos al borde del colapso y la desaparición.

Con un Everton abrumado por demandas y escasos recursos frescos (en esos años, los equipos se mantenían por las recaudaciones y las cuotas que pagaban los socios), Yuseff fue fundamental en los temas legales que afligían al club. Además, junto a Óscar Marín Socías y Antonio Martínez Ruiz, entre otra veintena de dirigentes, ayudó a sobrellevar la crisis que arrastraba la institución, participando en la creación de la Corporación Deportiva Everton - Viña del Mar, que fue la sucesora del Club de Deportes Everton, por las enormes deudas que esta entidad tenía y que arrastraba desde el año 1981, cuando bajo las órdenes del técnico Caupolicán Peña, el club realizó contrataciones muy caras (Rubens Nicola y Óscar Fabbiani entre otros), que le pasaron la cuenta al punto de perder la categoría, ratificando un quiebre deportivo, económico y dirigencial.

Lo anterior, hasta que la Asociación Central de Fútbol (ACF), presidida en ese entonces por Rolando Molina, decidió intervenir al club y en base al esfuerzo y la organización de un nuevo puñado de directivos, entre ellos, Gonzalo Yuseff, la ahora Corporación Deportiva Everton logró salvar al club de una inminente debacle económica.

De ese puñado de directivos sólo sobreviven Óscar Padró Arenillas, Eduardo Gaete Darrouy, Exequiel Segall Glisser, Ximeno Urenda Morgan y Juan Miguel Arraztoa Ancizar, junto al exencargado de operaciones del club, Luis Ramos Vivanco.