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Santorini, la memoria de la historia

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Resulta enigmático que las huellas arqueológicas de este cataclismo no se acompañen de restos humanos, lo que sugiere que, tal como ahora, los habitantes de la isla habrían alcanzado a evacuar, advertidos por movimientos telúricos previos".

Resulta inevitable asociar las imágenes que esta semana se han difundido en la prensa, de habitantes y turistas evacuando la isla de Santorini, con la historia de Grecia antigua y el mundo egeo. Nada parece ser del todo nuevo en la historia.

La ciudad de Santorini, con sus casas blancas y cúpulas azules asomadas desde un precipicio al mar, en realidad, se encuentra en los bordes de la caldera de un volcán. Si usted busca en Google, verá que la isla tiene la forma de una C invertida. Sin embargo, antes tenía una figura circular, con tierra en su centro. En efecto, hace aproximadamente 3.600 años, la isla tenía una extensión mayor, pero tras su erupción, el centro del volcán colapsó, sumergiéndose en el Egeo. A partir de entonces, en el centro subacuático de la caldera han surgido nuevas formaciones volcánicas, como las islas Nea Kameni y Palea Kameni, que siguen teniendo actividad.

La paz que proyecta Santorini esconde, por tanto, una verdad diferente, que solo la historia puede recordarnos. Antes de la erupción, hacia el siglo XVI a.C., la isla -entonces llamada Thera- estaba habitada por el pueblo minoico, que dominaba el mar Egeo. Organizados en ciudades-estado, la más conocida de las cuales era Cnosos, en Creta, los minoicos habían alcanzado un refinado nivel de vida, favorecido por el intercambio comercial marítimo con pueblos del oriente y del norte de África. Los restos arqueológicos que aún se conservan en el asentamiento de Akrotiri -en Santorini- recuerdan el alto nivel de civilización alcanzado.

Sin embargo, la erupción del volcán y el maremoto que ésta provocó acabaron con todo ello. Investigaciones recientes han confirmado la magnitud de la devastación producida. Los efectos del tsunami habrían llegado incluso a las costas de Egipto y podrían haber contribuido, directa o indirectamente, al declive de la civilización minoica, debilitándola frente a la posterior expansión del pueblo micénico, que comenzaba a conquistar los territorios de la actual Grecia.

Resulta enigmático, de todos modos, que las huellas arqueológicas de este cataclismo no se acompañen de restos humanos. Solo se ha hallado el esqueleto de un hombre, lo que sugiere que, tal como ahora, los habitantes de la isla habrían alcanzado a evacuar, advertidos por movimientos telúricos previos.

No obstante, el cataclismo quedó grabado en sus memorias. La inexistencia de restos humanos y el hundimiento de parte de Thera inspiraron, por ejemplo, algunas versiones sobre el mito de la Atlántida, transmitido por Platón siglos después, que propone la existencia de una civilización avanzada desaparecida bajo las aguas.

A lo largo de los siglos, Santorini ha renacido sobre sus propias ruinas, convirtiéndose en un símbolo de resistencia y transformación. Su historia nos recuerda que los desastres naturales no solo destruyen, sino que también moldean nuevas realidades. La belleza actual de la isla es el resultado de siglos de adaptación a un entorno impredecible. Pero esta aparente tranquilidad nunca es definitiva. En Chile sabemos de eso: vivimos en una tierra de volcanes y movimientos telúricos que han marcado nuestra historia e identidad. Sin ir más lejos, en unos días más conmemoraremos 15 años desde el último gran terremoto en el Valle Central del país.

Es imposible saber si los casos de la antigua Thera y la actual Santorini son idénticos, ni podemos anticipar cuál será el desenlace de esta situación, pero el presente siempre abre oportunidades para recordar y aprender del pasado. Hoy, cuando Santorini vuelve a estar en alerta, la historia resuena con fuerza: los seres humanos seguimos habitando territorios marcados por la memoria geológica. Aunque la tecnología permite anticipar peligros, el mundo antiguo nos recuerda la fuerza de la naturaleza, pero también, que los seres humanos tienen siempre la capacidad de levantarse y salir adelante. 2

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Yira, yira

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Pese al incremento del descuento previsional, se está pensando en aumentar impuestos, ya que la reforma podría implicar un alza del gasto fiscal de US$3.213 millones para el 2050, incluyendo aumento en la PGU y cotización para funcionarios públicos".

El primer malentendido cuando hablamos de jubilaciones, es creer que estar a favor o en contra de las AFP nos ubica a la derecha o a la izquierda del escenario político. Siempre pienso en mi madre, toda la vida identificada con el alessandrismo, quien siendo fiscal de la Caja de la Marina Mercante vio consternada la llegada de la capitalización individual, a diferencia de aquellos que sienten que han nacido y morirán por izquierda y son ahora los que balan la frase "acueeeerdo históoooorico", para presentar como hazaña la reforma en materia de pensiones que viene a consolidar el sistema actual por las próximas décadas.

Lo que es yo, me pregunto a los acordes del tango Yira, si ésta será la manera adecuada de contribuir a la seguridad social dado que el mentado acuerdo posee dificultades evidentes, tanto porque no parece que vaya a mejorar significativamente las pensiones, cuanto porque al mismo tiempo incrementa casi en un 50% el descuento previsional, sin alterar el hecho de que tres de cada cuatro pesos cotizados, se seguirán traspasando mes a mes al sistema financiero y no serán restituidos jamás, y que las pensiones del mes se continuarán pagando exclusivamente con el peso restante y cada vez más subsidios fiscales.

El pregonado acuerdo, que implica el aumento en la cotización a un 7%, desglosado en 4,5 puntos que irán directamente a cuentas individuales, un 1,5% que se distribuirá en un fondo social transitorio y un 1% en compensaciones para mujeres, repercutirá también negativamente sobre el mercado laboral afectando el empleo y los salarios, algo reconocido por el propio Banco Central, lo cual resulta insensato cuando el país está iniciando una recesión que puede ser severa y prolongada.

Y pese al incremento del descuento previsional, se está pensando en aumentar impuestos, ya que la reforma podría implicar un alza del gasto fiscal de US$3.213 millones para el 2050, incluyendo aumento en la PGU y cotización para funcionarios públicos, lo cual quiere decir que los nuevos beneficios se seguirán pagando fundamentalmente con cargo a gasto fiscal y no con el dinero que se descuenta mes a mes.

En otras palabras, este verdadero engendro previsional significará un aumento en la carga fiscal para financiar las pensiones contributivas y simultáneamente un aumento del descuento por concepto de cotizaciones cuya mayor parte no se destinará al objetivo de pagar pensiones, recayendo el mayor costo laboral sobre las pymes, que deberán despedir trabajadores.

Así, se espera que en el futuro un 40% de jubilados recibirán aportes menores de 20 mil o 30 mil pesos, aunque algunas mujeres con más años de cotización podrían recibir aumentos cercanos a los 130 mil pesos, siendo la promesa de incremento de la PGU de 214 mil a 250 mil pesos, pero ello a través del pago de impuestos generales, de modo que el aumento del descuento previsional se compensará con subsidios fiscales que en el mejor de los casos elevarán las pensiones en poco más de cien mil pesos.

No dejo de pensar en las palabras del actual presidente respecto al fenómeno de octubre de 2019 señalando que "fue un clamor por mayor justicia, igualdad y el fin de los abusos", "no vamos a permitir que sea en vano". Curioso entonces que haya sido éste quien presentara un proyecto de su iniciativa que significará restar siete mil millones de dólares anuales a los salarios imponibles, sumados a los trece mil que se descuentan hoy, pasándolos íntegramente a esos grandes grupos empresariales que tanto le molestaban, haciendo, en sus propias palabras, "más ricos a los ricos" que ahora dispondrán de un quinto del total de los salarios y dejando más endeudados a los sectores medios, en cuyas espaldas queda el mayor costo de la reforma, todo a cambio de un aumento apenas modesto de las pensiones del país. Mientras tanto, los indignados de ayer, hoy se limitan a guardar silencio. "Verás que todo es mentira, verás que nada es amor"… "No esperes nunca una ayuda, ni una mano, ni un favor". 2

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