Licitación de cámaras en Viña
Municipio busca aumentar dispositivos y mejorar la tecnología usada en ellos para superar las deficiencias actuales.
Con un proyecto que contempla $ 6 mil millones de inversión, el municipio de Viña del Mar busca renovar la operación de las 122 cámaras municipales actualmente distribuidas en distintos puntos de la ciudad y ampliar dicha red de televigilancia para llegar a cerca de 240 dispositivos. La empresa que se adjudique este nuevo sistema integrado, explicó la administración que lidera la alcaldesa Ripamonti, deberá asegurar la implementación de cámaras con una resolución mínima de 2 megapixeles a 15 FPS (cuadros por segundo), grabaciones capaces de almacenar 60 días continuos de registro y equipos con un zoom óptico de 30x, además de "visión nocturna avanzada", es decir, con un rango de visión de 150 metros en condiciones de baja luminosidad. Todas estas exigencias buscan convertir el sistema viñamarino en uno de los más avanzados y producir material que sirva como pruebas en los tribunales que tramiten los delitos que se produzcan en la ciudad y en los cuales las cámaras pueden tener un rol clave como prueba condenatoria.
Incluso más, porque este ambicioso proyecto permitirá a Viña del Mar superar los cuestionamientos hechos por Contraloría, que en una fiscalización detectó que 66 de las 122 cámaras dependientes de la casa consistorial no se encontraban en funcionamiento al último trimestre de 2023. Por tanto, el proyecto que impulsa el municipio avanza en la línea correcta; primero, dando solución a un grave problema de operación en el sistema actual y, segundo, aumentando la inversión al nivel que exige la ciudadanía y sus preocupaciones en torno a los problemas de seguridad público.
Tras la traumática relación con Ingesmart S.A., cuyo contrato fue terminado anticipadamente por parte del municipio en 2024 pese a estar facultado para hacerlo dos años antes, se llamó a una nueva licitación por más de $10 mil millones que fracasó tras rechazarse la oferta de la única empresa postulante. Por lo mismo, concejales de oposición dudan de que esta vez sí se licite.
Para que esta planificación funcione adecuadamente, el municipio debe incluir los mecanismos de fiscalización más frecuentes y exhaustivos posibles, con el objetivo de evitar que en el transcurso de la concesión las cámaras caigan otra vez en el abandono e inoperancia que caracterizaron sus últimos años.