"Las reformas hechas han terminado con resultados peores de los que teníamos antes"
En un escenario político marcado por fracturas en todos los bloques, el candidato presidencial del Partido Nacional Libertario, Johannes Kaiser, despliega un discurso que no sólo se distancia del oficialismo, sino también de sus eventuales aliados en Chile Vamos y el Partido Republicano. En su visión de gobierno, cuestiona la lógica de los acuerdos, defiende un Estado con intervención mínima y propone retroceder al país en 25 años de modificaciones y reformas que no le gustan.
- Sus diferencias con este gobierno y con la izquierda son claras, pero ¿cómo definiría la distancia que tiene con las demás oposiciones?
- Mira, respecto de Chile Vamos tenemos diferencias que son conceptuales, además de ideológicas, y que también tienen que ver con la forma en hacer las cosas. A diferencia, por ejemplo, de la candidata Matthei, nosotros sí estamos a favor de eliminar las contribuciones, porque creemos que es un robo a las personas, a través de obligarlas a pagar un impuesto. Con Matthei tenemos profundas diferencias respecto de nuestra visión de lo que es el ciudadano.
- ¿Y sus diferencias con José Antonio Kast?
- Nuestras diferencias radican en cómo entendemos el rol del Estado en la vida social. Nosotros somos libertarios, él es mucho más conservador. Él cree que el Estado debiese tener un involucramiento mayor en lo que es la vida social. Nosotros creemos que el Estado no se debe meter ni en el bolsillo, ni en la cama, ni en la iglesia, ni en la cabeza, ni en la educación de los niños o de la gente.
- ¿Por qué descartó la primaria presidencial?
- José Antonio Kast descartó de plano ir a la primaria. Eso es lo primero. Y en segundo lugar, nosotros le ofrecimos primaria a Chile Vamos, pero ellos no aceptaron. De hecho, Guillermo Ramírez sacó la excusa de que las primarias solamente se podían dar si también competía Kast, que ya había descartado su participación. Y como Chile Vamos votó a favor de la reforma previsional, tuvimos que decir que hasta aquí nomás llegamos con la idea de la primaria. No entiendo por qué ahora Chile Vamos insiste.
- ¿En qué podría terminar un primera vuelta con tres candidaturas de derecha?
- Bueno, perfectamente podríamos terminar con dos candidatos de la oposición en segunda vuelta. Si ve, la mayoría de las encuestas están diciendo eso, no otra cosa.
Crítica a los acuerdos
- Usted fue crítico del acuerdo del gobierno y Chile Vamos para sacar adelante la reforma previsional. ¿Cómo entiende Johannes Kaiser esta idea cada vez más extendida de dar gobernabilidad a través del acuerdo con el adversario?
-En primer lugar, quiero decirle que gobernar no es acordar. Nunca lo ha sido. Gobernar significa que usted tiene una hoja de ruta y pone el timón en la dirección a la cual quiere llegar. Eso no se negocia. Si usted tiene que negociar es porque no tiene el poder para gobernar. Es lo uno o lo otro. Los acuerdos se dan cuando no existen mayorías democráticas claras y las fuerzas políticas tienen que llegar a consensos para conseguir algún tipo de resultado. Esto de confundir a la gente diciendo que solamente los acuerdos garantizan gobernabilidad ignora la historia política. Creo que es una muy mala idea colocar los acuerdos en la posición de un becerro de oro al cual hay que adorar. Los acuerdos son buenos cuando el acuerdo es bueno y se avanza en la dirección correcta.
- ¿Cómo se gobierna entonces con ideas minoritarias sin llegar a acuerdo con los demás sectores?
- Pregúntele a la izquierda, que ha estado gobernando durante todos estos años, incluidos los gobiernos de Piñera. ¿Y cómo lo han hecho? Ubicándose en posiciones relativamente inflexibles a las cuales ha cedido la derecha. La izquierda ha forzado a la derecha a aceptar todo tipo de barbaridades. Así lo han hecho. Lo que pasa es que nosotros hemos entendido eso y no estamos dispuestos a caer en el mismo juego.
- Entonces, ¿cómo piensa su gobierno en el equilibrio con los demás actores políticos?
- Hay que tener claro que el Presidente de la República es colegislador. Establece cuáles son las prioridades en el Congreso y eso significa establecer cuál va a ser la tabla a debatir. Si usted lleva buenos proyectos de ley y puede convencer a la mayoría de la gente de que van a ser útiles para el país, perfectamente podría ejercer una presión bastante grande sobre los parlamentarios para que los aprueben. Lo otro, el Presidente de la República tiene la potestad reglamentaria que es tremendamente potente en materia de permisología y lo que es la actuación de los ministerios. El Presidente de la República puede tomar decisiones muy drásticas si es necesario, porque tiene poderes otorgados por la Constitución que le permiten gestionar; pasa que no siempre se utilizan.
- ¿Eso significaría gobernar por decreto, a pesar de la resistencia social que hay al respecto?
- Acá no se está hablando de gobernar por decreto, pero hay facultades que no se están usando. Por ejemplo, a través de la facultad reglamentaria se pueden ir corrigiendo ciertos problemas que se han dado a través de la permisología y la gestión de ministerios. Corregir la sobrecontratación de personal o las relaciones internacionales.
"estamos paralizados"
- ¿Cuáles son las primeras medidas que tomaría?
- Lo primero es cerrar las fronteras y apretar a Bolivia para que reciba de vuelta a la gente que está llegando por su territorio. Y con eso se impide el contrabando y les cerramos una llave importantísima de paso a las finanzas de los narcos y de las mafias en Chile. A eso agregamos, por ejemplo, una auditoría general de las instituciones de la República, especialmente las empresas públicas; y en el caso de que se descubran irregularidades, avanzar en persecución penal de los responsables, no importa de qué color político sean. Queremos mejorar el reclutamiento de Carabineros. También aprobar muchos proyectos que hoy están entrampados en la permisología, lo cual podría dar aire a nuestra economía durante una primera etapa.
- ¿Le gustaría dejar sin efecto algunas de las políticas que se han aplicado en los últimos años?
- En muchas materias tendríamos que volver atrás, de regulaciones y cosas por el estilo. Tendríamos que volver atrás 25 años de muchas modificaciones que se han hecho. Deberíamos retroceder, porque las reformas que se han hecho han terminado con resultados peores de los que teníamos antes. Hoy día estamos prácticamente paralizados desde el punto de vista del crecimiento económico, mientras el único rubro que crece es el de la criminalidad. Entonces, evidentemente nos tenemos que hacer cargo de lo que ha cambiado para mal.
Preocupa la decadencia
- ¿Qué le preocupa de la región?
- En general, me preocupa la decadencia de la región, me preocupa la decadencia de sus ciudades, la mugre que se ve muchas veces, la tristeza que también se siente. Me preocupa la falta de crecimiento económico, la falta de perspectiva, de proyectos que prometan dinamismo para la región. Me preocupa para nuestro puerto la competencia que están armando los chinos en Perú. Me preocupa que la educación tenga problemas serios o que a veces tengamos que sacar a la gente desde Valparaíso hacia Santiago para recibir atenciones médicas y que el Hospital Van Buren esté arruinado. Y ahí sería interesante, por ejemplo, hacer una buena auditoría para saber qué es lo que ha pasado, por qué el Van Buren está como está.
-¿Cuál es su mirada del proceso de descentralización?
- Le diría que soy incluso más partidario de la desconcentración del Estado que de la descentralización del mismo. Al final, si vemos lo que ha pasado, el sistema de gobernaciones ha servido bien poco para mejorar la gestión de inversiones en grandes proyectos en las regiones.
"El sistema de gobernaciones ha servido bien poco para mejorar la gestión de inversiones en grandes proyectos en las regiones".