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"Al denunciado se lo trata como criminal y la presunción de inocencia se olvida"

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El estigma de quienes cumplen prisión preventiva y que luego son declarados inocentes, así como las denuncias falsas, persisten en el debate público. Incluso así se titula el último libro del periodista y escritor Javier Rebolledo: Falsas Denuncias. Una investigación sobre padres acusados de abuso sexual.

El año pasado, los defensores penales públicos de la región tramitaron 29.054 causas, de las cuales 4.024 terminaron en absolución, entre ellas 396 -un 9% de los absueltos- en que los imputados estuvieron en prisión preventiva.

"Mire la paradoja, la persona está en la cárcel mientras espera su sentencia, que puede ser culpable o inocente. ¿Por qué tiene que estar en prisión? ¿Quién le va a reparar el tiempo que permaneció privada de libertad?", pregunta el Defensor Regional, Sebastián Salinero Echeverría, quien es abogado, magíster y doctor en Derecho Penal.

Denuncias y errores

- Según Rebolledo, entre 2018 y 2022, de casi 49 mil denuncias de abuso sexual contra padres, más de 33.500 fueron sobreseídas temporalmente o no se perseveró en ellas. ¿Qué reflexión le merece?

- No me puedo hacer cargo de la afirmación en el sentido de dar por cierto ese número de denuncias falsas o no falsas. Lo que sí le puedo decir es que en el sistema de justicia penal, en general, existen denuncias falsas. Nosotros tenemos el Proyecto Inocentes, que releva no solamente esas denuncias, sino también errores que afectan el funcionamiento del sistema de justicia penal, como reconocimiento errado, pericias inadecuadas o mal levantadas, declaraciones falsas. En definitiva, se trata de un inocente que permaneció privado de libertad y posteriormente el tribunal lo absolvió o sobreseyó la causa. Eso ha ocurrido en todo tipo de causas y delitos, no se puede asociar exclusivamente a abuso sexual.

- En ese universo, ¿cuáles son los errores más frecuentes según el Proyecto Inocentes?

- El proyecto releva seis, y la denuncia falsa ocupa el segundo lugar, pero son todos importantes. La denuncia falsa existe, ya sea en procedimientos por abuso sexual, maltrato, violencia intrafamiliar, o también por delitos contra la propiedad o patrimonio en general. No es que esté cautiva en un solo tipo de delito.

- Según el mismo autor, la mayoría de las falsas denuncias por abuso sexual apuntan a padres que han dejado el hogar en medio de una separación conflictiva. ¿Se da esa tendencia a nivel regional?

- Más que el estudio sociológico del que usted da cuenta, me atrevería a decir que en el sistema de justicia penal en general existe lo que podríamos calificar como una criminalización de la denuncia. En definitiva, la persona denunciada inmediatamente es tratada como criminal por el sistema de justicia penal, apagando la luz a lo que nosotros como Defensoría Penal Pública siempre hemos defendido, que es la presunción de inocencia. Entender que la persona es inocente en tanto un tribunal, por sentencia, no declare que es culpable. Apagarle la luz a la presunción de inocencia implica probablemente el encierro, el encarcelamiento rápido y con baja racionalidad de su uso.

INOCENTES EN PRISIÓN

- Javier Rebolledo dice que las denuncias falsas están atochando el sistema y que eso podría incidir en que haya denuncias verdaderas por abuso sexual que están siendo inadecuadamente investigadas.

- Esa es una hipótesis del periodista. Las denuncias se encuentran recogidas tanto por el Ministerio Público como por las policías. Ahora, ¿cuántas de ellas son falsas? Eso hay que preguntárselo al Ministerio Público. Lo que yo sí le puedo decir es que el año pasado en la Región 396 personas que estuvieron en prisión preventiva durante la fase de investigación de sus causas fueron absueltas por los tribunales, lo que equivale al 9% de las absoluciones.

- Ese 9% de personas que eran inocentes y que debieron cumplir prisión preventiva, ¿le parece que es un porcentaje razonable o excesivo?

- Yo no voy a hablar de si es razonable o no. Creo que lo que tenemos que relevar nosotros como institución, es el hecho de que un número importante de personas inocentes pasó por la cárcel. Y eso implica que, necesariamente, hay que hacer un ajuste en la racionalidad del uso de la cárcel o de los criterios que ocupa el legislador para su utilización. Porque yo, como se dice comúnmente, creo que es peor tener a un inocente condenado que a un culpable libre. Y eso es porque finalmente detrás de aquello hay una persona, una vida, una familia.

PRISIÓN PREVENTIVA

- La prisión preventiva está en entredicho por distintas razones. ¿Cuál le parece la más valedera para criticarla?

- El legislador ha querido atender a criterios objetivos, como por ejemplo la gravedad del delito. Eso significa que toda persona sin condena por un homicidio, por el solo hecho de estar acusada por eso, tiene que esperar el juicio en la cárcel, el cual puede tardar un año, un año y medio, dos años. Nos olvidamos de la presunción de inocencia. Mire la paradoja, esa persona está en la cárcel mientras espera su sentencia, que puede ser culpable o inocente. ¿Por qué tiene que estar en prisión? ¿No debería estar en libertad? ¿Quién le va a reparar el tiempo que permaneció privada de libertad?

- ¿Eso vale, por ejemplo, para los imputados por el megaincendio de 2024, en que murieron 137 personas?

- Eso vale para cualquier persona. Nuestro principio es el de universalidad, atendemos a todas las personas, independientemente del delito que puedan haber cometido. Ahora, a propósito del caso incendios, si esas personas son condenadas, que estén en la cárcel, pero si no lo son, ¿por qué tienen que esperar el tiempo de su proceso en prisión? Eso es lo que nos tenemos que preguntar, justamente ahora, cuando hay penales con hacinamiento y es importante hacer un uso operacional de ellos.

- Pero también hay casos en que los mismos tribunales califican a imputados como personas peligrosas para la seguridad de la sociedad.

- Sí, pues, peligrosas para la seguridad de la sociedad. Pero nosotros mismos acabamos de indicar este año que tuvimos 396 personas que fueron calificadas, como usted dice, como un peligro para la seguridad de la sociedad y que posteriormente fueron declaradas inocentes.

- ¿Usted encuentra entonces que se hace uso abusivo de la prisión preventiva?

- Sí, un uso abusivo, no racional, efectivamente. Existe una pre condena. Desde el momento de la denuncia la persona ya está condenada, y nos olvidamos de la presunción de inocencia.

COMPLEJA TAREA

- Considerando la tasa de victimización y el temor que hay en Chile, y que la Defensoría es percibida de alguna manera como protectora de "los malos", ¿es muy difícil la labor de los defensores hoy día?

- Es compleja, pero esa complejidad yo creo que abarca también a otras profesiones. Se nos tilda, efectivamente, de que somos una institución que defendemos delincuentes. Nosotros defendemos personas, sólo son delincuentes en la medida en que son condenadas. La amplitud de situaciones en que son expuestas al proceso penal es inmensa, como puede ser ir en bicicleta y atropellar a alguien en un paso peatonal. Y algunas son condenadas, otras declaradas inocentes, otras llegan a acuerdos reparatorios o sólo a una multa, etcétera. Pero nosotros defendemos personas para garantizar un derecho fundamental, que es el de tener un abogado defensor. El día de mañana cualquier persona podría ser cliente nuestro.

- Ustedes deben estar defendiendo a algunos de los imputados por el megaincendio. ¿Cómo lo llevan los defensores, dado que debe ser un trabajo muy impopular?

- Efectivamente, por las consecuencias de los incendios. Pero la función de la Defensoría Regional es garantizar que ese defensor pueda hacer bien su trabajo, que no sea afectado por terceros y que pueda aportar todos los elementos probatorios para defender a la persona.

- Casi todos los últimos programas presidenciales apuntan a la creación de una defensoría de las víctimas. ¿Qué piensa usted de eso?

- Va a haber una modificación a la Corporación de Asistencia Judicial, que va a tomar este rol, entiendo que está en segundo trámite constitucional en el Senado. Así como nosotros garantizamos el acceso a la justicia a los imputados para que tengan una defensa de calidad, evidentemente también a las víctimas se les tiene que garantizar aquello. 2

Se nos tilda de ser una institución que defiende delincuentes. Defendemos personas. La amplitud de situaciones en que son expuestas al proceso penal es inmensa. Cualquiera podría ser cliente nuestro".

Rosa Zamora Cabrera

rosa.zamora@mercuriovalpo.cl

"Tenemos que relevar que un número importante de personas inocentes pasó por la cárcel".

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